Durante el último mes los inversionistas del mercado accionario colombiano han experimentado una verdadera “montaña rusa” respecto al valor de sus inversiones. Este artículo contiene algunas consideraciones acerca de fenómenos locales e internacionales que explican las drásticas variaciones de la bolsa.

Luego de alcanzar máximos de precios a finales de enero, cuando el IGBC[1] tocó 11,574 puntos, una valorización de más del 20 por ciento respecto al cierre de 2005, a principios de mayo se inició una fuerte corrección que alcanzó su punto más bajo a mediados de junio con 6,085 puntos del índice, es decir, una desvalorización de –36.04 por ciento en lo que va corrido del año. Esto significa que si un inversionista que compró acciones a finales de enero las hubiera liquidado en el punto mínimo, hubiera visto el valor de su portafolio disminuido en un 47 por ciento.

Adicionalmente, en este periodo se vivieron dos jornadas históricas debido a fuertes variaciones en el índice, tanto al alza como a la baja. El 12 de junio, la bolsa, por primera vez, fue suspendida a la baja, luego de presentar una desvalorización superior al 10 por ciento. Tres días después el mercado presentó una fuerte recuperación gracias a una valorización del 15.82 por ciento en un solo día, la más pronunciada de su historia.

Este comportamiento fue motivado por fenómenos de carácter global, razón por la cual la volatilidad ha sido el factor común de los mercados accionarios en el mundo, siendo las bolsas emergentes las principales afectadas. Sin embargo, debido a consideraciones de carácter local, el mercado accionario colombiano ha sido uno de los más afectados por las correcciones.

El detonante de este fenómeno fue el resurgimiento de los temores inflacionarios en los Estados Unidos, lo cual hace prever una política monetaria restrictiva por parte de la Reserva Federal. Esta última medida afecta a las bolsas de los mercados emergentes a través de dos vías:

· Fenómeno de migración a la calidad o "Flight to Quality": En un periodo de aproximadamente mes y medio, los Bonos del Tesoro a 10 años pasaron de 4.65 por ciento a 5.20 por ciento. Este incremento hace que el diferencial de rentabilidad entre las economías emergentes y las economías desarrolladas se estreche, ocasionando que los capitales migren hacia las opciones más seguras.

. Tasas de interés más altas pueden ocasionar una desaceleración de la economía norteamericana, afectando las exportaciones que de las economías emergentes, se dirigen a los Estados Unidos.

Por otro lado, este año varios países latinoamericanos llevaron a cabo procesos electorales o están en vísperas de hacerlo, entre ellos Perú, México, Brasil, Costa Rica, Uruguay y Colombia. Esto genera incertidumbre en los mercados financieros, debido al clima general de inestabilidad que genera unas elecciones, pero sobretodo por el riesgo de que el nuevo gobierno tenga una orientación que resulte menos favorable a los mercados.

Nuestro mercado

Los principales participantes del mercado local son las personas naturales. Este es precisamente uno de los fenómenos que han propiciado la volatilidad. Durante el 2005 representaron el 32.5 por ciento de las compras y el 27.3 por ciento de las ventas. En el primer trimestre del 2006 aumentaron su participación, pasando a representar el 42.4 por ciento de las compras y el 40.8 por ciento de las ventas. En la reciente corrección, la mayoría de los flujos de ventas han provenido de este tipo de participantes, cuyo horizonte de inversión suele ser menor que el de los inversionistas institucionales.

Otra característica particular del mercado local, relacionada también con la naturaleza de sus participantes, es el alto nivel de apalancamiento de los agentes. Ante una disminución de los precios de las acciones, se presenta un fenómeno conocido como "margin calls", que ocurre cuando el valor de las garantías se reduce y los agentes se ven impulsados a liquidar sus posiciones, haciendo que el precio descienda aún más.

Es importante también tener en cuenta que durante los últimos tres años la bolsa colombiana presentó valorizaciones extraordinarias que llevaron los precios de las acciones colombianas a posicionarse por encima del promedio latinoamericano; una corrección como la experimentada recientemente ha hecho que las acciones colombianas retornen al promedio de América Latina.

Una de las lecciones más importantes que podemos extraer de este proceso es cómo los mercados financieros experimentan cada vez un mayor grado de integración, y cómo los fenómenos que se presentan en otras latitudes tienen un impacto cada vez más grande sobre los mercados locales. Es importante que para poder enfrentarnos exitosamente a estas situaciones se profundice una cultura de inversión en acciones. Un ejemplo de ello sería concientizar a los inversionistas sobre el riesgo existente en este mercado y que los entes de control desarrollen la normatividad necesaria para evitar la profundización de las crisis, regulando y controlando de forma más estricta las operaciones de apalancamiento.