Llegaron allí marchando desde Londres 38, de la ex Villa Grimaldi, desde la Plaza Almagro. Otros pasaron por el Mapocho y por el frontis del Colegio de Periodistas, y muchos se detuvieron en la Universidad de Chile y en la Escuela de Derecho, en una acción de arte orientada a llevar la memoria al centro cívico de la capital y reivindicar la honra y la identidad de estos combatientes de la resistencia. De ellos inventó la Dina, en 1975 -Operación Colombo-, que habían sido asesinados por sus propios compañeros en el exterior.

El pintor y escultor José Rodríguez ideó la puesta en vida de los antiguos retratos, imaginando en qué pensaba cada uno cuando les sacaron la foto que hoy portan sus familiares.

Con libros y minifalda

Los 119 eran casi todos menores de 30 años y las figuras cobraron esa exuberante vitalidad. Muchas manos, también mayoritariamente de jóvenes, pintaron y vistieron las siluetas de estudiantes, mecánicos o forjadores, como Francisco Bravo, de secretarias, sastres, topógrafos, de una obrera textil -María Eugenia Martínez-, del maestro pintor Arturo Aguilera de Lo Hermida, o de Gregorio Gaete, el joven obrero del Metro.

Varias de las 19 compañeras incluidas en la lista iban de minifalda. Los hermanos Fernando y Patricia Peña Solari, Jorge Elías y Juan Carlos Andrónicos, y María Elena y Galo González Inostroza, así como las parejas -Martín Elgueta y María Inés Alvarado, Bárbara Uribe y Edwin van Yurick- caminaban juntos. A algunos de ellos, por ejemplo a José Villagra de Villa Francia, a Eduardo Ziede de Sociología, o a Washington Cid de la Universidad de Concepción, los sobrevivientes o sus hijos les pusieron pañuelos o banderas rojinegras, aludiendo a la militancia en el MIR de 94 de ellos.

Jóvenes integrantes de compañías o agrupaciones como Ombú, La Patiperra, Dante Satro, Artes Integradas (de la Universidad de Chile), Espiral, Danza (de Arcis) y muchos artistas y cantantes se sumaron en los tres meses de trabajo de preparación en la sede de la Fech. Y se sucedieron hora tras hora en las representaciones en la plaza, donde también se exhibieron estremecedores documentales sobre la represión, creados para el evento.

Entre los 119 había artistas y músicos, como Jaime Palominos (corno) o el profesor de piano Arturo Barría, del Liceo Darío Salas. Carolina Holzapfel compuso la música y la canción de cuna que cerró la muestra. Interpretada por ella ante las madres, es un ruego para que los 119 descansen con los ángeles y abran sus alas como antes abrieron sus brazos para acogerlas.

El miedo hoy

Los transeúntes se detenían ante las figuras que ocuparon los distintos espacios de la plaza. Los más jóvenes se asombraban por los titulares desplegados en un kiosco de la época: "Exterminados como ratones", seguía gritando La Segunda. Una señora, al leer que los miristas habían sido asesinados en Argentina preguntó despacito: "¿Esto es un acto autorizado?".

En contraste con ese temor, participaron en el acto algunos de los 97 hijos de los 119 desaparecidos. Uno de ellos, Juan Carlos Chávez Pilquil, declamó, en homenaje a su padre, un poema en mapudungun. En otra tónica, Claudio, hijo de Claudio Silva Peralta, se mostró impresionado con la actuación de la cantante Moyenei Valdés y el monólogo de la actriz Ana María López sobre Rosalinda, una barrendera de calle Matucana. Ana María dedicó su actuación a su prima Carmen Bueno, señalando que ambas se habían juramentado para, si sobrevivían, seguir haciendo teatro. En su intervención final, Roberto D’Orival, vocero del Colectivo 119 expresó: "Estamos aquí para recordarlos, para rescatar la memoria de sus luchas, para exigir justicia. Pero también para decir que es nuestra tarea construir otro Chile, un país sin exclusiones, con derechos para todos. Ese es también nuestro compromiso con ellos"

Actos en Suecia y París

Desde Suecia, Australia, Francia, Venezuela y otras tierras, decenas de familiares siguieron, conmovidos, vía Internet, el desarrollo de la acción de arte realizada en la Plaza de la Constitución de Santiago. En Estocolmo, el Taller Ranquil y el Grupo de Apoyo al Colectivo 119 -que integran, entre otros compañeros Juana González y Digna Césped- realizó un acto de homenaje el 23 de julio, junto al monumento a los combatientes suecos antifascistas en la guerra civil española. En París la conmemoración se realizó en junio, organizada por la Asociación de Ex Presos Políticos Chilenos en Francia. Estos colectivos también apoyaron financieramente las actividades realizadas en Chile. "El pueblo chileno, los familiares de las víctimas y el elemental respeto a los derechos humanos, exigen que crímenes de lesa humanidad como éste sean investigados y sancionados", sostuvieron en Estocolmo los organizadores del acto.

Por su parte, en Chile el Colectivo 119 permanece atento a los resultados de la acción iniciada este mes ante el Colegio de Periodistas para que realice un juicio ético a los profesionales involucrados en el montaje mediático conocido como Operación Colombo. Se ha solicitado sanciones para Arturo Fontaine, Héctor Olave, Mercedes Garrido y otros periodistas involucrados en el país y en el exterior en esta maniobra de la Dina