El poder mexicano tiene sus aliados para validar su monumental fraude, no sólo la televisión trata de presentar a Felipe Calderón como presidente electo cuando éste todavía no ha sido calificado como tal por el Tribunal Federal Electoral sino que ahora el ala conservadora de la Iglesia interviene.
El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y obispo de la diócesis local, José Guadalupe Martín Rábago, convocó hoy a «superar los sentimientos y pasiones partidistas propios de la contienda electoral» y a que «reconozcamos al ganador y nos dispongamos todos a colaborar con el nuevo gobierno en beneficio a nuestro país».
En conferencia de prensa y luego de oficiar la homilía dominical, el prelado advirtió que la coalición Por el Bien de Todos está en su derecho de impugnar los resultados que considere.
Dijo que la impugnación que esta alianza presentará ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) es “un recurso legítimo”, pero también llamó a que no sea por la vía de la violencia como concluya este proceso electoral.
Finalmente hizo un llamado a revisar las estructuras electorales para establecer la conveniencia o no de una segunda vuelta electoral, pues aunque «sería conveniente, creo que no es la solución de los conflictos».
Una segunda vuelta electoral tiene sus ventajas y sus limitaciones, pero «es una de las opciones que tiene el pueblo mexicano que, a través de los órganos adecuados, debe decidir».
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