Si bien la pauta publicitaria es un derecho que debe ser exigido, ese derecho debe aceptarse también como una obligación a elaborar mejores productos no solo de diseño, también y particularmente de contenido, que no puede ser ajeno al derecho a la información que tiene la población.

Que ese derecho a la información no sólo es negado (en nombre de “la libertad de prensa”) por los grandes medios nacionales. También lo es desde determinados medios locales, como consecuencia de recibir selectivamente la publicidad oficial, que no sólo se paga con dinero público, también con el silencio de esas publicaciones cuando se refiere al quehacer político-cultural oficial, en cuanto a decisiones políticas perjudiciales para los intereses de la población. Otros porque especulan con obtenerla y otros porque no tienen claro lo que hacen o quieren.

Democratizar el derecho a la pauta publicitaria hacia otros medios no será tarea fácil porque esta incluye a publicaciones alternativas portadoras de una actitud crítica al quehacer político-cultural oficial. Si esta pelea no es acompañada por otros organizaciones de medios alternativos que están por fuera de la UTPBA; y por supuesto, el indispensable apoyo de la población, el esfuerzo que se emprende podría agotarse en si mismo.

El derecho a al pauta publicitaria concibo que es parte de la lucha por el derecho a la información y no como un aspecto netamente económico, esto requiere necesariamente desarrollar una franca discusión referido al contenido de las publicaciones. Y en este sentido entiendo que la libertad de prensa no tiene nada que ver con el derecho a la información, el derecho a la información es específico. Bajo el concepto de libertad de prensa cualquiera dice lo que le parece. El derecho a la información nos exige apelar permanentemente al pensamiento crítico y al chequeo permanente de la información.

La presente opinión es un esbozo de un trabajador de prensa de un medio alternativo que por obvias razones de espacio no se pueden desarrollar, aunque el desarrollo de las mismas se debe llevar a cabo en la práctica diaria. Y que el derecho a la pauta publicitaria debe ser exigida como un derecho pero también la obligación de aportar a la reconstrucción de un mundo mejor que es tan necesario como posible.