Se afirma que la operación «Cambio de rumbo», desencadenada en el Líbano por el ejército israelí, tiene como objetivo la destrucción del Hezbollah. Sin embargo, luego de 10 días de combates, Israel ha matado a cinco combatientes de Hezbollah y ha provocado, como «daños colaterales», la muerte de más de 300 civiles y heridas a otros 600.

Mientras tanto, Hezbollah parece haber causado seis bajas mortales al ejército israelí y dejado más de 28 civiles muertos y 200 heridos, también civiles.

Como la gran capacidad del Mossad para asesinar a los responsables de Hezbollah en territorio libanés con el menor costo posible ya quedó ampliamente demostrada en el pasado, resulta evidente que la operación «Cambio de rumbo» no busca en realidad el objetivo anunciado. (Foto: tanques israelíes se desplazan hacia el Líbano, 13/07/2006, Xinhua.)