El plan se instaló en Bolivia en marzo, a través de programa un piloto que se desplegó en 70 lugares de trabajo en todo el país. En una entrevista exclusiva con APM, el Coordinador general del programa nacional de alfabetización, Germán Huanca Apaza, sostuvo que “el piloto sirvió para hacer una especie de muestreo de las dificultades en insumos que podía llegar a tener el programa.

Como el plan inicial tuvo éxito (de los 1.011 inscriptos 950 lograron aprender a leer y a escribir) el gobierno, en abril de este año, decidió dar comienzo con la primera fase del programa: la generalización.

Actualmente el 68 por ciento de los analfabetos en Bolivia, está concentrado en el área rural. A su vez más del 75 por ciento son mujeres, por esta razón el gobierno de Evo Morales da prioridad a este programa.

De acuerdo al profesor Germán Huanca, el plan apunta fundamentalmente “a los sectores excluidos históricamente en nuestro país, las cifras lo dicen todo 1.200.000 habitantes mayores de quince años son analfabetos, ya sean absolutos o funcionales”.

A su vez, el funcionario señaló que los resultados del “Yo sí puedo” se verán en un corto lapso de tiempo. “La meta del programa es erradicar el analfabetismo en el país en 30 meses, o sea dos años y medio más o menos”, sostuvo.

La estructura nacional del programa “Yo sí puedo” funciona por departamentos, a través de coordinadores, supervisores y facilitadores. Los coordinadores no sólo se encargan de reclutar a la gente que pueda ayudar en la atarea alfabetizadora, sino que también intentan que la población se sume a la propuesta. Como condición determinante para ser facilitador, o sea alfabetizador, es necesario ser de la misma comunidad que los participantes.

El profesor Huanca señala que todo el trabajo llevado a cabo por estas personas es voluntario, ya que el gobierno sólo les da una pequeña suma de dinero para que se movilicen. O sea que sólo les paga los viáticos.

El gobierno de Cuba presta una importante ayuda para que el plan nacional de alfabetización se lleve a cabo. Además de los 52 cubanos, pedagogos y docentes, que están trabajando en Bolivia para asesorar la tarea desarrollada en cada uno de los departamentos, la contribución también se da en forma material. El gobierno de Fidel Castro ha donado televisores, videos, manuales, los módulos de trabajo, además dos mil paneles solares que se van a repartir en las comunidades en donde no hay energía eléctrica.

Toda esta ayuda es muy valiosa por que la modalidad del programa requiere de todo ese soporte tecnológico. Las clases se dan a través de televisores y videos.

No obstante esto, Huanca señala que el método en Bolivia no se lleva a cabo con el mismo material didáctico que por ejemplo se emplea en este momento en Venezuela. “Hicimos una revisión de contenido más que nada, para que sea adecuado a nuestra realidad sociocultural”, dijo el profesor.

Por esta razón, el Ministerio de Educación Boliviano decidió crear cuatro equipos (uno especializado en castellano, otro en quechua, en aymará y también en guaraní) para poder contextualizar a los módulos de trabajo de acuerdo a la realidad cultural del país.

La duración del programa típicamente oscila entre 5 y 7 semanas, aunque esto puede variar ya que los facilitadores deben adecuarse a los tiempos de los alumnos. De acuerdo a datos del Ministerio de Educación, esparcidos a lo largo de los nueve departamentos del país están trabajando más de 1.186 supervisores, 10.020 facilitadores y 158.358 personas están concurriendo normalmente a las clases del “Yo sí puedo”.

El profesor sostuvo que “algunos alcaldes, prefectos, no apoyan el programa por problemas políticos, por no estar del lado del gobierno”. Pero según su opinión estas trabas son menores y el plan de alfabetización se está llevando con éxito en todo el país. “La educación convierte a esas mayorías excluidas en ciudadanos, con todos los derechos que esto implica”, dijo Huanca.

El gobierno dispuso la creación de una Comisión Nacional de Realización, que está conformada por un amplio estrato de organizaciones sociales y que se reúne cada quince días para evaluar los resultados del programa de alfabetización. “Es más o menos un sistema de control social”, sostuvo el funcionario.

# Agencia Periodística del Mercosur (Argentina)