El diario atlantista alemán Die Welt publicó en su edición del 3 de agosto de 2006 un breve artículo titulado «Servicios secretos: «Teherán libera a un hijo de Bin Laden» (Geheimdienst: Teheran lässt Bin Laden Sohn frei).

El diario afirma que Saad Bin Laden, quien se encontraba en prisión domiciliaria en Teherán, fue liberado. Su misión consistiría en reclutar combatientes sunitas en el Líbano que se unirían a los soldados chiítas del Hezbollah para formar una sola tropa de combatientes islámicos. Para ello estaría asistido por los Guardianes de la Revolución iraníes y vigilado por agentes sirios.

Algunas líneas son suficientes para ver la Resistencia Libanesa asociada a Al Qaeda bajo la batuta del «Eje del Mal». Claro que Die Welt se cuida de mencionar un servicio secreto indeterminado.

Recordemos el litigio histórico que opone a wahabitas y chiítas y que Estados Unidos ha utilizado a Osama Bin Laden en Afganistán, en el período post comunista y durante conferencias panárabes de Jartum para oponerlo a la influencia iraní. Por otra parte, Irán, Siria y el Hezbollah han denunciado siempre a Osama Bin Laden como agente estadounidense. Las imputaciones del Welt , si sirven a la propaganda estadounidense y a la estrategia del «choque de civilizaciones», no ayudan a la comprensión de la situación en el Medio Oriente.