Durante su encuentro con la prensa, el 5 de julio de 2006 en la Oficina Oval de la Casa Blanca, los presidentes georgiano y estadounidense revelaron una muy asombrosa anécdota que nutrió la rusofobia de la prensa norteamericana.

«Acabo de enviar al presidente Bush una carta que combatientes georgianos por la libertad le enviaron hace siete años y que nunca llegó a la Casa Blanca. Fue interceptada por la KGB y los que la escribieron fueron fusilados» [1] declaró emocionado el presidente Saakashvili. Así, Mikhail Saakashvili no es una marioneta de Washington, ¡pues desde hace tiempo los georgianos esperaban su salvación desde los Estados Unidos!

Esta bella historia hubiera ganado en credibilidad si la carta en cuestión hubiera sido mostrada a la prensa y si los nombres de los combatientes por la libertad fusilados se hubieran hecho públicos. Provocó sobre todo la hilaridad de la prensa rusa que se burla de esta gran mentira y destaca que hace siete años no era George W. Bush, sino Bill Clinton quien ocupaba la Casa Blanca.

Para apagar la candela, los servicios de comunicación de la Casa Blanca llamaron a los periodistas para hacer una corrección: el presidente georgiano se había equivocado, la carta no era de hacía siete años, sino de hace 80, pues data de 1936 y no estaba dirigida a George Bush sino a Franklin Roosevelt.

Mala idea: en 1936, la KGB [2] no existía aún; era el NKVD.

[1«I just sent over to President Bush the letter that Georgian freedom fighters sent him seven years ago, and it never made it to the White House. It was intercepted by KGB and all the people who wrote it were shot.»

[2La KGB fue creada el 13 de marzo de 1954 y disuelta el 6 de noviembre de 1991.