¿Qué se hace del lado de la gran mayoría de quienes están (estamos) afectados por esta manipulación? ¿De qué manera se da a conocer todo lo que es sistemáticamente invisibilizado por el poder? ¿Cuál es la mejor forma para llegar cada día a más y más personas con el fin de poner en práctica el derecho de informar y ser informado? ¿Cómo se construye un nuevo discurso desde la lógica de quienes quieren (queremos) un mundo mejor y más justo?

Son muchos los medios gráficos, digitales y audiovisuales barriales, zonales y regionales que en estos últimos años –en un marco de pluralidad y autonomía- han decidido pasar del diagnóstico a la acción. La construcción de comunicación propia y red de redes son parte de las respuestas posibles a esas preguntas. Y en este espacio hay que darle una calurosa bienvenida a ISA (Información Social Alterativa), una agencia de noticias joven impulsada por jóvenes.

El proyecto ISA se presenta como un buen ejemplo para confrontar con un discurso que insistentemente busca imponer las “usinas mediáticas” y los voceros del poder. Ese que coloca a la mayoría de los jóvenes como apáticos, faltos de compromiso, frívolos, sin inquietudes. Todas “cualidades” que tienen una finalidad: justificar la implementación de políticas “duras” que los coloca como “potencialmente peligrosos” y hasta los condena simplemente por ser jóvenes.

Eso sí, en ese discurso, casualmente se omite hablar de una realidad: las escasas oportunidades que esta sociedad capitalista les ofrece a los pibes para capacitarse, desarrollarse y hacerse de un espacio que les permita construir un futuro y una vida digna.

Sin embargo, debajo de la “alfombra” que cubre todo aquello que no se quiere mostrar, se multiplican los emprendimientos como los de ISA –en el campo de la comunicación, de la cultura y también en otros segmentos-, donde predominan y se manifiestan claramente las inquietudes, las rebeldías, los cuestionamientos, los espíritus críticos y las capacidades para fabricarse caminos -aún cuando se le coloquen piedras- que tienen los jóvenes.

Al igual que otros colectivos que abrazaron la construcción de comunicación propia como un espacio para expresar sus ideas y alterar el discurso dominante, los integrantes de ISA, muchos de los cuales estudian o ya se graduaron en periodismo y comunicación social, prefirieron impulsar este emprendimiento -que tiene y seguramente tendrá dificultades y contratiempos- a convertirse en un engranaje de la maquinaria de los grupos mediáticos. Y esa decisión no es menor.

Otro aspecto a remarcar es el compromiso que han demostrado. Proveniente de medios gráficos y audiovisuales desde donde desarrollan diversas experiencias comunicacionales, estos jóvenes fueron participantes en el II Congreso Mundial de Periodismo y Comunicación, organizado por UTPBA, FELAP y ETER, espacio donde propusieron la creación de una agencia joven. Y a casi diez meses de aquel encuentro, ISA tomó forma, es una realidad y ya está en marcha.

Como dice su carta de presentación y haciendo honor a su nombre: guarda con ISA, que el periodismo joven no hace concesiones.