Silvia Cattori: ¿Estaba presente usted cuando 30 vehículos militares israelíes rodearon el domicilio de Shaer y lo secuestraron? ¿Qué pretexto utilizaron los soldados israelíes para justificar el secuestro y cuál fue la respuesta de Shaer?

Tasneem Shaer: Eran las cuatro de la mañana cuando los soldados israelíes invadieron el edificio, llegaron hasta nuestro domicilio en el segundo piso y empezaron a golpear nuestra puerta después de haber despertado a nuestros vecinos. Yo abrí la puerta y el oficial israelí ordenó salir a todo el mundo obligando incluso a mi madre a despertar a mi hermana de nueve años y mi hermano de siete, sin importarle la hora que era. El oficial preguntó a mi padre sobre su trabajo y lo que hacía. Mi padre contestó: «Soy ministro de Educación y de enseñanza superior y mi trabajo consiste en velar por el buen funcionamiento de las escuelas y universidades en Palestina.» Después de examinar su documento de identidad para verificar que se trataba de la persona que buscaba, el oficial y seis o siete soldados ordenaron a mis hermanos, a mis hermanas y a mí que nos quedáramos en el salón con otros tres soldados que nos apuntaban con sus fusiles. Los soldados se llevaron a mis padres a las otras habitaciones de la casa para ver si encontraban algo que pudieran utilizar contra mi padre en su investigación. Como mi padre es un profesor universitario normal, que se interesa por los conocimientos y la educación, no pudieron encontrar nada contra él. Después de eso, el oficial le dijo a mi madre que tenían que llevarse a mi padre, sin decirle por qué y ni siquiera a qué lugar. Lo que más despreciable nos pareció, cuando miramos por la ventana, fue ver que los soldados israelíes le vendaron los ojos y le amarraron las manos a la espalda antes de empujarlo a uno de los vehículos.

Hasta ahora desconocido en el extranjero, el rostro de Saher apareció de pronto en las pantallas de televisión y diarios del mundo. El vocero militar israelí afirmó que esta operación formaba parte de la «lucha contra la organización terrorista Hamas». ¿Presentó su familia alguna queja contra el gobierno israelí que hace creer que Shaer es miembro de una «organización terrorista»?

– Mi padre, Naser Shaer, es conocido como un hombre de carácter afable. Entró en el gobierno como independiente. Fue escogido para el cargo de ministro dentro del nuevo gobierno palestino porque se le conoce como una persona que tiene un nivel de formación elevado, con un doctorado y como ex profesor universitario. Lo que lo llevó a aceptar el cargo fue su deseo de desarrollar la educación en Palestina y permitir que otros puedan adquirir conocimientos. Por eso es ministro de Educación y de Enseñanza Superior. No es mi familia la única en afirmar que mi padre no es ni un terrorista ni miembro del movimiento Hamas. Eso lo sabe todo el mundo en Palestina. Para los palestinos se trata de un hecho indiscutible.

Agencias de prensa, como la AFP, escribieron que: «Los soldados israelíes arrestaron… a Naser Shaer, miembro de Hamas». Y, basándose en ese cable, todos los medios de difusión así lo han repetido. ¿Pidieron ustedes a la AFP que rectificara ese error?

– Nos gustaría recordar a toda agencia de prensa que cubra lo que sucede en Palestina que la principal regla ética del periodismo es no tergiversar y no tomar partido. Todo periodista debería ser preciso cuando cubre los hechos de la actualidad mundial y debería escuchar a todas las partes implicadas en el hecho en cuestión. Sin embargo, lo que estamos viendo aquí, en Palestina, es que la mayoría de las agencias de prensa reportan nada más lo que dice el gobierno israelí sin preocuparse de la otra posición, de la posición palestina. Si esas agencias fueran verdaderas agencias, respetarían las normas éticas del periodismo. Creo que, si esas agencias se hubiesen informado sobre Naser Shaer, habrían descubierto que lo que dijo Israel sobre él es totalmente falso y que no son más que declaraciones dirigidas a justificar su secuestro. Mi padre es una persona conocida y se le sitúa como un intelectual de tendencias moderadas y con gran caudal de conocimientos. Es conocido no sólo entre los árabes sino también entre los intelectuales y universitarios de los países occidentales. Por consiguiente, yo exhorto a todos los que siguen repitiendo las afirmaciones israelíes a que se informen sobre mi padre y a que lean los libros que ha escrito sobre la paz y sobre el estudio comparativo de las religiones.

¿Puede considerarse esta violación de los derechos personales cometida por Israel como una «detención»? ¿Puede ser presentada como una detención normal y legal? Según el derecho internacional, el secuestro y el arresto arbitrarios son crímenes. ¿Shaer y los demás ministros y parlamentarios secuestrados por Israel deben ser considerados como personas secuestradas?

– «Detenido» es una palabra utilizada para referirse a un criminal que violó la ley o que cometió un acto que puso en peligro la seguridad y la paz de otras personas. Pero esa descripción no corresponde a los actos de mi padre ni a su personalidad. También se sabe que mi padre es ministro de un gobierno constituido mediante elecciones que los observadores internacionales, incluidos los estadounidenses, describieron como elecciones totalmente justas, equitativas y limpias. Ese testimonio hace de mi padre y de todos sus colegas del gobierno y del Consejo Legislativo personas con cargos legítimos de ministros y miembros del gobierno que deberían gozar de una protección internacional en virtud del derecho internacional que Estados Unidos y sus aliados dicen defender. Por consiguiente, el hecho de apoderarse de mi padre, a las cuatro de la mañana, mientras estaba durmiendo con los miembros de su familia, constituye un secuestro y no un arresto como Israel trata de hacer creer. Por tanto, yo puedo decir que Israel es un país que echó las leyes internacionales a la basura, que mata y secuestra a cualquiera que tenga la ciudadanía palestina, y creo que acciones de ese tipo no pueden ser ignoradas porque las cámaras lo muestran todo y no mienten.

¿Shaer tomaba últimamente menos precauciones que antes? ¿Es la primera vez que su familia se ve ante una situación tan difícil? ¿Han tenido ustedes noticias de él desde la noche de su secuestro? ¿Dónde se encuentra? ¿Lo tratan bien?

– Mi padre empezó a tomar precauciones cuando los soldados israelíes vinieron por primera vez y secuestraron a los otros ministros en Ramallah, pero él no estaba en la casa aquella vez. Durante menos de una semana, él estuvo durmiendo fuera de casa y cambiaba de lugar cuando sabía que vehículos israelíes entraban en la ciudad, pero siguió yendo diariamente al ministerio. Esa situación no duró. Como dije, el retomó su estilo de vida normal en menos de una semana. Volvió a dormir en casa, con su familia y, en cuanto a sus funciones, siguió ejerciéndolas. Mi padre nos dijo que Israel sólo quiere impedir que los palestinos vivan libremente y que esa idea lo lleva a hacer cualquier cosa, incluyendo los secuestros. Mi padre creía que él era enteramente libre, que no estaba haciendo absolutamente nada que pudiera ser utilizado contra él si Israel lo hacía prisionero. Así que pensaba que no tenía por qué huir o esconderse. ¿Por qué tendría que hacerlo? Todo lo que él hacía es aceptable en cualquier país y él está dispuesto a enfrentar a cualquiera que afirme lo contrario.
Mi padre ya había sido secuestrado anteriormente, el 7 de octubre de 2005, e Israel había justificado aquel acto afirmando que se decía en Palestina que mi padre iba a presentarse probablemente a las elecciones legislativas como candidato de Hamas. Pero esas declaraciones resultaron falsas y basadas en rumores y tuvieron por tanto que liberarlo sin poder condenarlo. En cuanto a su situación, mi padre fue llevado a una prisión que se llama Kfar Yona, antiguamente destinada a los criminales israelíes. Los israelíes lo encerraron en un calabozo aislado de un metro por dos, sin ventanas, muy mal iluminado, en un lugar donde nadie habla árabe. La comida es asquerosa, no hay televisión, ni radio, ni libros. Ni siquiera tiene cómo saber el día y la hora. En cuanto al trato, ningún palestino es bien tratado en una cárcel israelí. ¿Qué trato se puede esperar en condiciones tan desastrosas? El jueves 24 de agosto mi padre fue conducido ante un tribunal militar y decidieron posponer su caso hasta el fin de mes porque la agencia israelí de inteligencia no podía probar que él fuese culpable de nada, a pesar de que lo habían mantenido preso durante seis días sin que hubiera ninguna investigación sobre él.

Ver un batallón de soldados israelíes entrar en Ramallah para matar y secuestrar gente es algo habitual en Palestina. Pero secuestrar un ministro de un gobierno electo es algo más polémico. ¿Cómo reaccionó la diplomacia? ¿Qué Estado condenó a Israel por el secuestro de Shaer?

– Cierto número de países árabes, europeos y musulmanes denunciaron el secuestro de mi padre. Egipto, Jordania, Qatar y otros países árabes denunciaron ese acto y Francia fue el primer país europeo en afirmar que consideraba ese acto totalmente inaceptable.

Tasneem Shaer, 20 años, es estudiante de literatura inglesa en la universidad An-Najah, de Naplusa. Esta entrevista se desarrolló en inglés y fue traducida al francés por Antonio Artuso.

Traducción
Antonio Artuso

El 4 de agosto de 2006, la Red Voltaire publicó una entrevista exclusiva del viceprimer ministro palestino Nasser Shaer, realizada en Palestina por Silvia Cattori.
Nasser al-Shaer : «Los palestinos están unidos frente a las sanciones»