En medio de la crisis social y con el respaldo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación -que convalidó la elección presidencial del pasado 2 de julio a pesar de las irregularidades y de la mínima diferencia de apenas 230 mil votos entre el primer y el segundo lugar-, el panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa define su gabinete.

En la que se considera la última lista de futuros secretarios de Estado y altos funcionarios de la siguiente administración, y de la cual Contralínea posee copia, sobresalen cuatro grupos: los representantes del conservadurismo católico y ultraderechistas; los colaboradores cercanos al presidente electo, quienes se caracterizan por defender intereses empresariales y personales; los funcionarios o ex funcionarios foxistas, y los priístas o “aliados necesarios”, explica el maestro en Filosofía, Edgar González Ruiz.

De acuerdo con el perfil de políticos como Calderón, José Espino y Carlos Abascal, el estilo de gobernar será “abiertamente represivo”, dice el investigador. Agrega que el Partido Acción Nacional (PAN) ha perdido la popularidad que artificialmente se impulsó con Carlos Salinas, “no porque sus proyectos son en sí impopulares, sino debido a que se ha permitido que los medios lo critiquen”.

El analista de grupos conservadores señala: “cabe esperar que para anular a la izquierda se recurra a todo el poder del Estado: los cuerpos represivos, las leyes, pero también las alianzas oportunistas con personajes y sectores de otros partidos. Es decir, será necesaria la consolidación del PRI-PAN-Panal (partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y Nueva Alianza). De esta manera se desvanecerá la ilusión de apertura democrática que a los grandes intereses económicos y a la jerarquía le sirvió sólo para llevar a la derecha católica y empresarial al poder en 2000”.

Pablo Moctezuma Barragán, académico de la UNAM y estudioso de la derecha mexicana, coincide: “La intensión es imponer este proyecto, continuar con las reformas estructurales, continuar con el proyecto neoliberal y de imponerlo aún en contra de la movilización social y de los reclamos populares. Todas las secretarías estarían articuladas a la continuidad de este modelo, porque ya hay tratados con Estados Unidos y Canadá que, incluso, implican la seguridad”.

Conservadurismo

El investigador Edgar González Ruiz explica que desde el inicio del gobierno la presencia de los representantes del conservadurismo católico tendrá un peso mucho mayor que con Vicente Fox. Y es que, dice, “este sector tendrá un impresionante apoyo mediático para evitar que la gente los critique”.

En este grupo se localizan los panistas Javier Salazar, hijo del secretario del Trabajo y amigo cercano del presidente electo; el ex legislador Alejandro Zapata Perogordo, quien podría asumir la Secretaría del Trabajo; Patricio Patrón Laviada, gobernador de Yucatán y muy probablemente secretario de la Reforma Agraria; Ana Teresa Aranda, actual secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), y Carlos Abascal Carranza, titular de la Secretaría de Gobernación.

De acuerdo con información proporcionada por fuentes del primer círculo de Felipe Calderón, Aranda y Abascal podrían continuar en sus actuales cargos. En el primer caso, el presidente electo tiene otra opción: Miguel Ángel Székely, subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación de la propia Sedesol.

Mientras que la política interna podría quedar en manos de Francisco Ramírez Acuña, responsable de violar los derechos humanos de un centenar de altermundistas en mayo de 2004 -durante la Tercera Cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, celebrada en Guadalajara-, según lo documentó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (Contralínea 60).

También en la Secretaría de Gobernación aparece con probabilidades Germán Martínez, quien defendió los intereses del PAN frente al IFE y persona de todas las confianzas de Calderón.

Este último, de tradición cristera, al igual que Alberto Cárdenas Jiménez - postulado para la Secretaría de Agricultura-, representa el conservadurismo más radical y recalcitrante del país, señala el investigador. “Desde luego, detrás de este sector están los intereses de la jerarquía conservadora”, puntualiza.

Otro que suena para Agricultura es Florencio Salazar, ex secretario de Reforma Agraria y quien por su experiencia también lo ubican como probable secretario de Gobernación.

Intereses de fondo

Un grupo importante es el de los colaboradores cercanos al presidente electo. En este caso González Ruiz dice que “se trata de panistas como Juan Camilo Mouriño, César Nava Vázquez y el ex legislador Juan Molinar Horcasitas. Muchos de ellos representan intereses empresariales o personales”.

El investigador refiere que “un aspecto que ya es muy notorio en el estilo personal de Calderón, además de su falta de carisma y su recurso a la autoridad y formalismos del poder, es su acendrado nepotismo que producirá escándalos mucho mayores que los de este sexenio”. Y es que antes de asumir la silla presidencial el panista ya ha protagonizado varios casos de supuesta corrupción y tráfico de influencias, como los contratos signados en el sector energético con su cuñado Diego Hildebrando Zavala.

Otro oscuro expediente se dio hace tres años. En 2003 Nava Vázquez -quien se perfila como procurador general de la República o secretario de Energía o director de Pemex, estas dos últimas carteras compartidas con Mouriño- y su amigo Calderón Hinojosa fueron acusados de posible tráfico de influencias al descubrirse un “apoyo financiero” autorizado por el presidente electo, en su calidad de director de Banobras.

La operación involucró 2 mil millones de pesos del erario que se destinaron a la empresa Grupo Básico Mexicano, de la que es accionista Emilio Baños Urquijo, suegro de Nava Vázquez.

Mouriño Terrazo, quien también está palomeado para la Oficina de la Presidencia junto a Molinar Horcasitas, dice en entrevista que su cargo en el sector energético “no es una decisión tomada. Hay alternativas. Aún no me ha definido el presidente electo si me habré de quedar en Los Pinos o me iré a Energía. Por supuesto que me gustaría cualquier cosa en el sector energético, es un área que conozco, donde ya estuve”.

El panista, nacido en España y nacionalizado mexicano, omite decir que su padre, Carlos Mouriño Atanes, es empresario y tiene 35 gasolineras repartidas en Campeche, Yucatán, Tabasco, Chiapas y Quintana Roo.

Aun con este antecedente familiar, que podría constituir un posible conflicto de intereses, en el sexenio de Fox ocupó la Subsecretaría de Electricidad en Energía. En el interior del PAN es reconocido como eficiente cabildero pero mal cerrador de temas.

Otro antecedente se remite a la discusión por los costos del gas para la generación de electricidad, entonces se enfrentó a Alfredo Elías Ayub, director de la Comisión Federal de Electricidad, y dio la razón a empresas como Unión Fenosa, EDF y TransAlta.

Además, como funcionario de la Secretaría de Energía trabajó a favor de la apertura y desregulación del sector. Tras la salida de Felipe Calderón de esa dependencia, él fue el último en renunciar.

Para el investigador Edgar González Ruiz, “dadas las experiencias que suelen darse con este tipo de grupos, es probable que en cuanto se sientan llegados al poder, y dado que los han unido los intereses más que los dogmas, comiencen a pelearse entre ellos y algunos salgan del gabinete. Es difícil que un equipo de este tipo se mantenga compacto a lo largo del sexenio”.

Funcionarios transexenales

En un tercer grupo, el especialista en temas de conservadurismo y derecha mexicana y latinoamericana identifica a los políticos que, “independientemente de pertenecer a los sectores anteriores, crecieron en el gobierno de Vicente Fox”. Y ejemplifica: Josefina Vázquez Mota -no es el caso de Carlos Abascal, quien ya tenía una trayectoria como presidente de Coparmex y vástago de una familia histórica de la ultraderecha.

“Es gente que le debe su trayectoria a Fox y a veces a Marta Sahagún, y que ante todo demuestra su capacidad de adaptarse a quien gobierna. Vázquez Mota ya lo hizo, de hecho, al servir en la campaña de Calderón”.

En la lista, que ya evalúa Felipe Calderón, la ex secretaria de Desarrollo Social figura en la cartera de Relaciones Exteriores, junto a los diplomáticos Arturo Sarukán y Andrés Rozental Gutman. El primero de estos es actual coordinador de asuntos internacionales y de política exterior de la mesa de transición de Calderón Hinojosa.

La “extraña” inclusión de Vázquez Mota en esta terna —quien tuvo y utilizó información privilegiada de los padrones de beneficiarios de los programas de la Sedesol— es porque ella está exigiendo el cargo, señalan fuentes cercanas al presidente electo.

Aunque sabe que por un sexenio más vivirá del presupuesto público, Josefina Vázquez Mota se limita a decir que “todavía no hay nada”. Y cuando se le pregunta si será la futura canciller, cambia el tema: “Tengo una enorme satisfacción y la convicción de que él (Felipe) será presidente para todos los mexicanos. Sé que escuchará las voces de todos los que vivimos aquí, principalmente las más lejanas”.

“Aliados necesarios”

González Ruiz advierte que en el próximo gabinete también serán incluidos los “aliados necesarios”. “Hay una presencia muy significativa de los aliados necesarios del PAN, es decir, militantes del PRI, Partido Nueva Alianza y Verde Ecologista de México. Son los políticos por vocación en el peor sentido del término: gente que busca puestos y canonjías, por lo que ha militado en partidos con ideologías contradictorias”.

El investigador dice que el ex perredista Demetrio Sodi es un buen ejemplo, al igual que el ex priísta, ex candidato presidencial y cercano colaborador del Elba Esther Gordillo, Roberto Campa. En este último caso, el maestro en Filosofía explica que Campa “pasó de ser adversario de la derecha a uno de sus más esforzados defensores. Lo que hay detrás de este grupo es la defensa de las instituciones como forma de abusar y lucrar”. Ambos políticos también aparecen en la lista, para ocupar cargos del gabinete ampliado.

Sin descartar la posibilidad de ocupar un alto cargo en la próxima administración, Sodi de la Tijera señala: “estoy trabajando en una organización ciudadana. Tengo el interés en dedicarme a promover ciudadanía y no estoy pensando en un puesto en el gabinete. Quiero ver en dónde puedo servir más a mi ciudad y a la gente. Creo desde esta perspectiva puedo tener un espacio más amplio”.

De acuerdo con Pablo Moctezuma Barragán, en el equipo cercano a Calderón hay también hay varios funcionarios que provienen del PRI pero que en los últimos años han estado colaborando con el PAN, como Luis Téllez, Miguel Ángel Yunes, Benjamín González Roaro y Tomás Ruiz.

El primero compite, junto al neoliberal Agustín Cartens Cartens, por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Para Seguridad Pública es casi un hecho que entra Yunes Linares, cercano colaborador de Elba Esther Gordillo. Mientras que González Roaro busca Educación Pública, pero para ese puesto Calderón tiene comprometido al priísta Esteban Moctezuma, y Tomás Ruiz podría repetir en la Lotería Nacional.

El académico dice que sus futuros nombramientos no se pueden descartar, “debido a esta alianza PRI-PAN. Es posible la integración de connotados priístas y ex priístas como Roberto Campa, o incluso Natividad González Paras, Eduardo Bours o el mismo Enrique Jackson”.

Especifica que “el esfuerzo para darle solidez a esta alianza va a ser muy notable. Va a haber un círculo de funcionarios de formación priísta en este nuevo gobierno del PAN y, desde luego, viejos cuadros panistas como Alberto Cárdenas, Patricio Patrón Laviada, Ramírez Acuña -quien destapó a Felipe en Jalisco-, Abascal y se menciona a la misma Ana Teresa Aranda”.

Según Mouriño Terrazo aún no hay nombres porque apenas están preparando el gabinete. “Sin duda, el trabajo más importante que nos queda de aquí al primero de diciembre: las decisiones más importantes que tiene que tomar el presidente electo son tanto el equipo que lo acompañará en las tareas de gobierno en Los Pinos, como el equipo que estará en cada una de las carteras de la administración pública”.

Afirma que “por eso no nos apresuraremos a conformar el gabinete: tenemos tres meses para ello, y lo habremos de hacer con mucho cuidado. Lo que podemos asegurar es que no habrá headhunters definiendo el gabinete, será Felipe Calderón quien lo haga”.

Aclara que, aunque van avanzados los criterios para cada uno de los puestos y el plan de reestructuración de la administración pública, aún no se definen los nombres: “Era importante contar con la constancia de presidente electo”.

Otros nombramientos que ya se discuten en el primer círculo son: Comunicaciones y Transportes, que se disputan Javier Lozano Alarcón, José González Morfín y Humberto Treviño Landois; Salud, Misael Uribe Esquivel, María Eugenia de León-May y Roberto Tapia; Trabajo y Previsión Social que podría quedar en manos de Alejandro Zapata Perogordo, Gonzalo Moctezuma Barragán o Genaro Borrego Estrada.

Para Medio Ambiente figuran José Espino Barrientos y Ernesto Rufo Appel; en Función Pública, Germán Martínez Cázares; en la vocería, Max Cortázar Lara y Rogelio Carvajal Tejeda como secretario Particular.

Además deberán ser acomodados en el gabinete de Felipe Calderón sus colaboradores Ernesto Cordero, a quien se le reconoce como la pieza estratégica y materia gris del equipo cercano; Alejandra Sota, conocida como la Guardaespaldas de Calderón y quien dicen tiene la mayor capacidad de administración; y Javier Salazar, hijo del secretario del Trabajo y presidente de la Comisión Reguladora de Energía.