El Estado Mayor del ejército israelí reaccionó duramente ante las declaraciones del general Alain Pellegrini, comandante en jefe de la FINUL, reseñadas por el Jerusalem Post en su edición del 22 de septiembre de 2006.

El militar francés declaró que la fuerza aérea israelí realiza diariamente entre una y cinco misiones de reconocimiento sobre territorio libanés para actualizar sus datos de inteligencia, lo cual constituye en su opinión una violación de la resolución 1701. Por su parte, los israelíes consideran que tienen derecho a violar el espacio aéreo libanés hasta que los dos soldados israelíes prisioneros sean devueltos.

El general Pellegrini subrayaba principalmente que la misión de la FINUL consiste en prestar ayuda al ejército libanés. Por consiguiente, los cascos azules observan los movimientos de Hezbollah e informan a los militares libaneses sobre cualquier problema que estos puedan provocar. Son los libaneses quienes deciden entonces lo que se debe hacer, con la posibilidad de recurrir a la ayuda a la FINUL si les parece necesario. Los israelíes, que dieron origen al fortalecimiento de la FINUL, esperaban que esta fuerza impidiera a Hezbollah restablecer las fortificaciones en el sur del Líbano.

Ese mismo día, Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbollah, pronunció el discurso de la Victoria durante una concentración a la que asistió una multitud estimada en una quinta parte de la población total del Líbano. La concentración tuvo lugar en el barrio sur de Beirut, donde se encontraban los edificios que albergaban la sede de Hezbollah y sus estudios de televisión, inmuebles destruidos por los bombardeos israelíes. Los escombros de esos edificios fueron removidos a toda velocidad para crear una gigantesca explanada. La seguridad de la concentración fue garantizada por el ejército libanés que desplegó para ello baterías de misiles antimisiles. Nasrallah aprovechó la ocasión para celebrar la unión entre la resistencia y el ejército libanés en la defensa del país ante el invasor israelí. También subrayó la inutilidad del bloqueo israelí afirmando que el arsenal de Hezbollah incluye 20 000 cohetes y anunció el restablecimiento de las líneas defensivas en el sur del Líbano.

Resulta por tanto evidente que el ejército libanés no pedirá apoyo a la FINUL contra Hezbollah sino que es posible que recurra a los cascos azules ante el ejército israelí. También está claro que el comando francés (contrariamente al comando alemán en el área naval) ejerce una vigilancia comprensiva sobre la reorganización del dispositivo de Hezbollah.