Arleen Rodríguez: Venir a Cuba en momentos tan difíciles significa que le concede mucha importancia al Movimiento No Alineados…

Emile Lahoud: Es verdad. Nosotros consideramos que Cuba ha pasado antes que el Líbano, por las mismas condiciones casi, si tomamos en cuenta que hace casi 50 años sufre un bloqueo. Nosotros sabemos que el pueblo cubano es valiente, que ha estado de pie, firme, frente a las presiones políticas, igual que el pueblo del Líbano.

Era muy importante para mí llegar a Cuba, para expresar nuestra solidaridad con Cuba y con los demás países que reclaman libertad y democracia verdaderas.

Antes había dos potencias internacionales, ahora hay solo una. Esa potencia imperialista tiene derecho al veto en el Consejo de Seguridad y lo utiliza cuando le da la gana. Nosotros sufrimos 34 días de bombardeo brutal y cuando los países reclamaban el cese al fuego, Israel ordenaba continuar. ¿Por qué? Porque contaban con el apoyo de los Estados Unidos de Norteamérica.

El Líbano ha tenido que pagar bien caro su resistencia. Contra él han utilizado todas las bombas: inteligentes y no inteligentes.

El Líbano no tiene aviación de guerra, no tiene armamento sofisticado. Pero la resistencia nacional junto al ejército libanés, junto a todo el pueblo, ha estado de pie frente a esa agresión, mientras Israel ha sido apoyado ciento por ciento por los Estados Unidos. Ese es un factor común entre Cuba y el Líbano. El Líbano tiene la verdad en la mano y por eso pudo triunfar.

Esta visita, aunque sea en los días difíciles por los que atraviesa mi país, es de mucha importancia para explicarle al mundo lo que está pasando mi pueblo. Como se sabe, la prensa internacional está monopolizada y los Estados Unidos nunca quieren reflejar la realidad de las masacres.

Hoy hay una esperanza. Israel aprendió que no se puede enfrentar al Líbano con la fuerza, que eso no lo va a llevar a nada. En el 2000 sufrieron su derrota, y ahora igual. Eso abre una ventana de esperanza. Ellos están obligados a entender que la única solución es conversar para encontrar una solución justa a la crisis del Medio Oriente.

Arleen Rodríguez: ¿Se ha cumplido la promesa de indemnización de las grandes potencias, que en definitiva fueron cómplices de la agresión, al permitir que no se detuviera a tiempo?

Emile Lahoud: La mejor ayuda era que no hubiesen apoyado a Israel. La ayuda que ofrecen ahora se parece a las lágrimas de los cocodrilos. El mundo entero está viendo esta realidad.

Desde el segundo día, todos querían ponerle fin a la agresión, pero algunos países, fundamentalmente Estados Unidos y otros de Europa, le dieron luz verde a Israel y no quisieron parar la guerra, ni la agresión, ni la destrucción. Por eso el precio ha sido tan alto, a nivel humano y material.

Ahora dicen que quieren ayudarnos. ¿Por qué entonces ayudaron a Israel en la destrucción?

A pesar de todo, decimos: bienvenidas sean sus ayudas… pero lamento decirle que hasta el momento han sido promesas nada más y no sabemos en qué termine. Ojalá no pase lo que pasaba antes, hacían muchas promesas y no llegaba la ayuda.

El Líbano va a resolver el problema con su unidad, su firmeza; porque es un pueblo valiente, optimista y volverá a construir su país y sabrá hacer frente a la ocupación israelí. E Israel tendrá que admitir que no puede agredir al pueblo libanés. Nosotros decimos que las cosas en el Oriente Medio tienen cambiar y cambiarán, de eso puede estar segura.

Antes se decía que Israel era el policía de los Estados Unidos en el Medio Oriente. A ese policía el pueblo libanés se ha enfrentado valientemente y se ha visto su nivel de criminalidad y que no tiene ningún tipo de conciencia. Porque eso que han hecho con el pueblo libanés, no ocurrió ni en la Segunda Guerra Mundial.

Han tratado de lastimar a un pueblo y el pueblo con su unidad, su valentía, ha tenido el honor de hacerle frente a un estado muy guerrerista, muy fuerte en la región, a un estado que recibe el apoyo absoluto e incondicional de los Estados Unidos.

El Líbano ha ganado la guerra en el sentido amplio de la palabra. Vea como están los israelíes: reconsiderándolo todo, investigando la razón de su fracaso y por qué esa resistencia ha sido tan fuerte y tan valiente, por qué no han podido superarla, ni vencerla. Ellos quieren saber la razón. Es muy importante que sepan que es glorioso ese pueblo libanés porque ha sabido luchar y vencer.

Arleen Rodríguez: Después de los 34 días de resistencia libanesa a la invasión israelí, se advierte que ha crecido el orgullo árabe y del Medio Oriente en general. Pero también se percibe una cierta complicidad de naciones poderosas con el agresor, cuando personalmente llama el Primer Ministro de Israel a sus colegas de los países que envían sus fuerzas al Líbano…

Emile Lahoud: En primer lugar vamos a hablar de las fuerzas internacionales. Estas tropas han llegado al Líbano para asegurarse de la ejecución de la destrucción. Algunos de esos países han hecho algunas observaciones. Han dicho que vienen por la seguridad de Israel. Esto lo rechaza el Líbano completamente, porque las Naciones Unidas deben ser para todos los países miembros. Nosotros entendemos muy bien las presiones que se ejercen sobre ese foro internacional para que se parcialice y por eso nosotros exhortamos a las Naciones Unidas a que juegue su papel y sea para todos los países miembros, no sea para un país sino para todos.

En cuanto a la victoria del Líbano, ha sido un ejemplo para todos los países árabes. Porque esta no ha sido solo una victoria para el pueblo libanés, sino para todos los pueblos árabes. Para todos los pueblos libres del mundo. Es una victoria que le incumbe a todo el mundo.

La victoria militar va a registrarse para la historia: un pequeño grupo ha podido enfrentarse a Israel.

Israel se ha retirado, no por las presiones internacionales, sino por la presiones del pueblo. En los últimos días el ejército israelí fue bloqueado completamente en el sur del Líbano. No tuvieron oportunidad de recibir ni comida, ni agua; entonces decidieron retirarse.

Antes de la llegada de las fuerzas internacionales, ellos decían que una semana después iban a retirarse. Salió el ejército libanés hacia el Sur y ellos se retiraron un kilómetro solo para recibir agua y comida, ellos dijeron que no querían retirarse más.

Ellos saben muy bien, como en el año 2000, que no pueden quedarse en el sur libanés porque la lucha se reanudará. Tienen que salir de nuestro territorio a cualquier precio. Quiero asegurarle que todos los países árabes están reconsiderando sus cálculos y estudiando la situación. Ya saben que ese mito del ejército invencible se ha echado por tierra. Israel perdió la guerra y sobre esta base todos los países árabes realizarán sus cálculos. Ya saben que cuando se lucha por la razón, por los derechos legítimos, Israel puede ser vencido y puede ser derrotado. Israel está pidiendo auxilio ahora.

Arleen Rodríguez: Me gustaría hablar sobre el Líbano y Latinoamérica, las relaciones de su país con el nuevo escenario latinoamericano y especialmente con Cuba.

Emile Lahoud: Hay muchos libaneses en América Latina. Hay 14 millones de libaneses o descendientes de libaneses en América Latina y en otras partes del mundo. Familias que llevan más de 100 años en esta parte del mundo y mandan a sus hijos y sus nietos para que ayuden a sus familiares. Nuestras relaciones son excelentes con los países de América Latina.

Con respecto a Cuba en particular, las relaciones son muy fuertes. Hoy el Líbano está sufriendo lo que ha sufrido Cuba a lo largo de 50 años. Tenemos una alta consideración para el Señor Presidente Fidel Castro. Tenemos absoluta esperanza en que su convalecencia progresará positivamente para que vuelva a jugar el rol que todos anhelamos, porque él representa una fuerza moral para todos los hombres libres de la tierra.

Ahora las distancias no son tan largas con el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Nosotros estamos en contacto con América Latina y en particular con Cuba.

Arleen Rodríguez: ¿Cuál es su impresión al visitar La Habana?

Emile Lahoud: Realmente yo no podía imaginar la belleza de Cuba, así tan natural. No se ha echado a perder como vemos en otras grandes ciudades. Hay muchos edificios, y una vida natural muy sana. En los tres días aquí en La Habana, hemos disfrutado del folklore cubano, la naturaleza tan bella y soberbia, las playas cubanas, tan bellas y que nos recuerdan nuestras aguas.

Cuba tiene además, un pueblo fuerte, sacrificado, con la cabeza erguida, optimista como mi pueblo. Mi pueblo que a pesar de todos los sufrimientos, de todas las crisis y las tragedias por las que ha pasado, mantiene su optimismo, como el pueblo cubano.

Todos los pueblos que nosotros consideramos que son No Alineados van a seguir el ejemplo de Cuba y del Líbano, y las grandes potencias aprenderán que no pueden derrotar a los pueblos cuando esos pueblos tienen la razón.

Lamentablemente, desde hace más de 50 años Israel está agrediendo al Líbano. Pero las últimas dos veces, Israel ha tenido que pagar un precio por su agresión y eso lo abre una ventana de optimismo, porque enseña que Israel no puede resolver por la fuerza lo que quiere.

Todos los países de la región del Medio Oriente tienen que sentarse a la mesa de negociaciones y tenemos la esperanza de que llegarán a tomar la decisión que nosotros tomamos en la Cumbre que yo presidí en Beirut en el 2002. Esa decisión es que todos los árabes desean la paz con Israel pero con la condición que les devuelvan los territorios ocupados a los árabes y al Líbano, de conformidad con las resoluciones internacionales y respetando el derecho del pueblo palestino de retornar a su tierra.


Artículo publicado en CUBADEBATE