El locutor radial colombiano, Milton Fabián Sánchez, de 37 años, fue tiroteado el 9 de agosto en la localidad de Yumbo, y su compatriota y también periodista radial, Atilano Pérez Barrios, fue muerto con el mismo método criminal en Cartagena el 22 de agosto. En ambos casos se supone venganzas por las denuncias sobre corrupción.

En El Salvador, mataron el 28 de agosto a Douglas Hernández, de 26 años y corresponsal del diario La Prensa Gráfica. Investigaba en el pueblo El Congo y al parecer fue víctima de un fuego cruzado entre policías y delincuentes.

El 8 de agosto, en Guyana murieron cinco empleados del diario Kaieteur News en una balacera provocada en la sede el órgano informativo a cargo de pistoleros no identificados. Los caídos: Richard Stewart, Chetram Pergaud, Elion Wegman, Mark Mikoo, y Shazim Mohamed.

Eduardo Maaz, informador radial guatemalteco, falleció por cinco disparos el 10 de septiembre en el poblado de Cobán. Era corresponsal de Radio Punto y su probable ejecutor, Orlando Vázquez fue apresado 48 horas después del crimen.

En República Dominicana hubo en el último trimestre dos homicidios de gente de prensa: Domingo Disla Florentino, abogado y periodista fue acribillado en agosto pasado en Boca Chica, y Facundo Lavatta, corresponsal de Radio Comercial fue tiroteado el 25 de septiembre. En sus funerales, lo despidió Mercedes Castillo, presidenta del Colegio Dominicano de Periodistas.

En México, el nueve de agosto fue encontrado el cadáver de Enrique Perea Quintanilla quien era director de la revista Dos Caras, Una Verdad. El cuerpo, con señales de tortura fue ubicado en la carretera Chihuahua-Aldama. Sugestivamente, Perea investigaba asesinatos no resueltos por la policía.

Jesús Flores Rojas, periodista venezolano fue muerto a tiros el 23 de agosto en la ciudad de El Tigre.

A propósito de la permanente desprotección en las tareas informativas, la Relatoría para la Libertad de Expresión de la OEA, afirmó en agosto anterior que la mayor cantidad de asesinatos de periodistas en los últimos diez años se ha producido en Colombia, México y Brasil. Al tenor de esa Relatoría, algunas cifras: Colombia, 83; Brasil, 24 y México, 24.

Atentados

El 12 de agosto fueron secuestrados en Sao Paulo, Brasil, el periodista Guillermo Azevedo Portanova y el auxiliar técnico, Alexandre Coelho Catado, ambos empleados de la estación televisiva TV Globo. El objetivo fue un singular chantaje de la entidad conocida como “Primer Comando de la Capital” (PCC) que, a cambio de liberar a los secuestrados, exigió la exhibición de un video de condena hacia las condiciones inhumanas en las cárceles brasileñas.

Coelho fue liberado con la misión de entregar el video que finalmente fue transmitido cumpliéndose así el requisito para lograr la liberación de Azevedo.

Mercedes Castillo, dirigente máxima del Colegio de Periodistas, y Olivo de León, secretario General del Sindicato Nacional de Periodistas, en acción conjunta condenaron la seguidilla de agresiones contra los periodistas en la República Dominicana. Los ataques al gremio incluyen amenazas de muerte, agresión física e interrogatorios abusivos, señalaron. Agrega la denuncia que los agresores son mayormente narcotraficantes, pandilleros, escoltas de altas personalidades, policías y militares.

El primero de septiembre, una granada estalló en el interior del periódico Por Esto, de Mérida, informó Teodoro Rentaría Villa, secretario de Protección al Periodista. En agosto 22 fue tiroteada la sede de Radio Universidad de Oaxaca.

La Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (FAPERMEX) y Teodoro Rentaría Arróyave, vicepresidente mexicano de la FELAP, informaron sobre la creación en las Cámaras de Senadores y Diputados de sendas comisiones que darán seguimiento a los atentados a periodistas.

En Guatemala, durante agosto y septiembre pasados se perpetraron numerosas acciones de violencia contra informadores, según permanentes denuncias de la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) y de la agencia de noticias Cerigua. Ileana Alamilla, directora de Cerigua, expresó preocupación por el incremento de la violencia en contra de los periodistas y en igual sentido se pronunció Edgar Celada, representante de la Relatoría de Derechos Humanos.

La FELAP repudió “la violencia desatada en estos días en Puerto Rico contra varios periodistas por su desempeño profesional” apunta una declaración emitida el 4 de septiembre último firmada por el presidente, Juan Carlos Camaño y Nelson del Castillo, secretario general adjunto.

Finalmente, otro atentado, pero esta vez a la ética profesional. El 9 de septiembre el diario conservador El Mercurio (Santiago, Chile) escribió:

“Al menos 10 influyentes periodistas que trabajaban en Florida cubriendo noticias sobre Cuba recibieron miles de dólares de parte del gobierno de Estados Unidos, por trabajar en emisiones de radio y televisión contra el régimen de Fidel Castro. La información fue revelada por el diario The Miami Herald cuyo grupo periodístico también publica El Nuevo Herald (sic). Para complementar la noticia agreguemos: diez de los sobornados fueron despedidos de aquel Herald en español.

La CIAP está integrada por: Hernán Uribe, presidente (Chile); Ernesto Carmona, secretario ejecutivo (Chile); José Dos Santos, director ejecutivo (Cuba), José Antonio Calcáneo, subdirector ejecutivo (México).