Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
10-10-2006

¿Qué corona tiene contralor Matute?

No es sólo que el contralor general Genaro Matute tenga una homologación hechiza que reemplaza el irreemplazable título profesional expedido por universidad reconocida por el Estado sino que este señor se permite maltratar a funcionarios, discriminar a peruanos y dar preferencia a extranjeros, hacer llamadas telefónicas ofensivas y amenazantes de las que hay que solicitar el registro correspondiente, sino que se burla del Congreso y de sus comisiones investigadoras, se ríe de las leyes y sus reglamentos, en suma ¿qué corona tiene el contralor Matute? O, más propiamente dicho ¿qué favores o tapaderas está confeccionando para seguir en el cargo del que debía haber sido echado a puntapiés por este gobierno y sometido a un pulcrísimo juicio de residencia político y administrativo?

Hay que ayudar al gobierno en su irrevocable tarea de sanidad de la cosa pública. Por eso causa extrañeza y profundo desconcierto el cúmulo de irregularidades ambientes en el aparato del Estado. Por ejemplo, en deliciosa como sublimemente estúpida acción, dos vendedores de calaminas están a cargo de una importante entidad que involucra relaciones con Estados Unidos en un tema de muy álgido tratamiento y sobre el cual debiera reposar una política de Estado a cargo de especialistas y no de mamarrachos que llevan a cabo sus guerritas particulares para ver si pescan algún ministerio. Mañana hablaremos in extenso sobre el particular.

La denuncia que lleva meses de “trámite” en diversas instancias, ya está en conocimiento de la presidencia de la República donde ingresó hace pocos días y es el expediente 06-015060 y cuyo código es fug6. Y lo referido al acto, por parte de la Contraloría General de la República (léase Genaro Matute), y “beneficios económicos asignados al extranjero Fernando Sergio Moreira Leone….se advierte que tal designación habría vulnerado lo dispuesto en el Artículo 1 del DL No. 689, Ley de Contratación de Extranjeros, al haberse incumplido el requisito de dar preferencia a ciudadanos peruanos para dicho cargo; asimismo, se aprecia que el mencionado extranjero ha percibido una remuneración mensual de S/ 11,500 y una “asignación especial” de S/ 7,449.54, lo que hace un total de S/ 19,000 nuevos soles mensuales, habiéndose hecho extensivo para su beneficio la “asignación especial” contenida en el Decreto de Urgencia No. 126-2001, aplicable exclusivamente al Poder Ejecutivo, siendo impropia su aplicación extensiva al Gerente General y altos funcionarios de la Contraloría General de la República”.

El denunciante, Víctor Hugo Segovia Torres, abogado con registro CAL. 15185, Código CGR: 16675, también se dirigió al congresista Edgar Reymundo Mercado, presidente de la Comisión de Fiscalización de la Contraloría el pasado 17 de agosto y adjuntó las cartas No. 019-2005-CG-/ORTR-VHST del 25-7-2005; 024-2005-CG/ORTR-VHTS del 14-9-2005; 037-2005-CG/ORTR-VHTS del 7-12-2005; y, 018-2006-CG/ORTR-VHST del 6-7-2006. y afirma en su primer párrafo-sumilla: “Tengo el agrado de dirigirme a usted y hacer de su conocimiento los documentos de la referencia a), b), c) y d), cuyas fotocopias acompaño, mediante los cuales solicité a la anterior Comisión de Fiscalización y Contraloría del Congreso de la República, que estuvo a cargo del señor congresista del Partido Aprista, Angel Javier Velásquez Quesquén, se adopten acciones respecto a las irregularidades detectadas en la Contraloría General de la República, el Ministerio del Interior y la Defensoría del Pueblo; sin embargo, extrañamente, pese al tiempo transcurrido y mis reiteradas solicitudes, se ha omitido otorgarse respuesta”.

No sólo eso. Como podrá imaginarse el lector común, la inusual, como muy valiente defensa de sus derechos, emprendida por el abogado Víctor Segovia Torres, generó la respuesta bestial y abusiva de sus superiores que obedecieron órdenes desde el más alto pináculo de esta entidad del Estado donde manda, reina y gobierna a su real gusto y preferencia Genaro Matute. A Segovia no le han ascendido. Lo mandaron a Iquitos, aunque él padece de alergias, médicamente comprobadas, a los climas tropicales. Lo fondearon en el Cusco y aguantó aquellos fríos y lejanías. Estuvo en Chiclayo y ahora persiste en Trujillo pero ya están por consignarlo a las zonas mineras en la sierra liberteña, todo con el propósito avieso de cansarlo para que renuncie.

¡Más aún! En esta vorágine de insensateces, le han hecho perder una beca ganada a pulso de competencia y valor profesional, respaldada, en principio y presentada por la propia Contraloría, sino que ante el país otorgante de aquella, India, se ha pasado el ridículo de no darle ni el permiso, sin goce de haber, ni la autorización para asistir al curso obtenido en buena lid.

Como quiera que en Perú hay hechos inicuos de los que la prensa convenientemente aceitada no da cuenta, a Segovia le impusieron exámenes “psicológicos”. Leamos qué dice Segovia Torres sobre el particular en su denuncia de carta No. 017-2006-CG/ORTR-VHST dirigida a Genaro Matute: “Sólo con relación al Primer Otrosí del referido documento, el Secretario Genearl de nuestra institución, Samuel Torres Benavides, me ha remitido el Oficio de la referencia b), sin acompañar ninguna documentación que evidencie las acciones correctivas adoptadas por su despacho en atención al oficio No. 421-05-CDH-C.PS.P. del Colegio de Psicólogos del Perú, que puso de manifiesto las ilegales exploraciones psicológicas de mi vida privada y familiar con la contratación por parte del ex gerente (e) de Recursos Humanos Willians Mertz Villa, de personal que carece de habilitación para ejercer legalmente la profesión de Psicólogo; contrataciones que además habrían afectado recursos públicos en perjuicio de la propia Contraloría General de la República y del Estado peruano; y respecto al extranjero Fernando Sergio Moreira Leone en el cargo de Gerente General, indica que percibe mensualmente la suma de S/ 11,500 nuevos soles por concepto de remuneración y el importe de S/ 7,449.50 nuevos soles por concepto de “asignación especial”, referenciando como fuente la página web de la Contraloría General……”•

O sea que en la Contraloría, ante la vista y paciencia -¿o complicidad negligente?- del contralor Matute se contrata a individuos que dicen ser psicólogos, pero que no están habilitados para ejercer la profesión porque ¡ni siquiera! pertenecen al colegio respectivo. ¿Cómo puede permitirse semejante desfachatez en una entidad encargada de supervisar la limpieza de miles y miles de transacciones de todo orden en la cosa pública? ¿Qué corona tiene el contralor Genaro Matute?

El tema abunda en hechos secuentes y sub-secuentes, todos de muy cuestionable endeblez y transparencia. ¿Cómo así que esto ocurre en las narices de un gobierno que ofreció aseo? ¡Aquí hay de todo, menos pulcritud o profilaxia! Y a daños de esta naturaleza se los corrige con acciones directas, correctivas en grado sumo y firmeza de látigo en mano para castigar a los mercaderes del templo.

El día que pueda el pueblo peruano rapar y pasear en burro por las calles del país a algún contralor inmoral, a cualquier parlamentario o diplomático ladrón, a un burócrata miserable enriquecido por negocios turbios, a un presidente envuelto en sábanas de inmoralidad o crimen de los derechos humanos integrales de la sociedad o apostrofar y escupir públicamente, en cualquier parte, a todos los fautores de la tragedia del Perú ¡ese día habrá comenzado la Nueva República y la creación de un Perú libre, justo y culto! ¡Y no estamos lejos de esa toma de la Bastilla nacional!

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

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