Casi dos meses después de que la comunidad de Jimbitono iniciara su lucha contra las empresas privadas Hidroabanico y Sipetrol, se cumple el plazo de 5 días otorgado por la Asamblea Provincial Ambiental (APA), para que éstas abandonen el territorio de Morona Santiago. Sin embargo, lejos de acatar este mandato popular, las compañías han desplegado un agresivo plan de obras, guardianía privada, coacción política y propaganda. Por lo cual, la APA pondría en marcha en las próximas horas una enérgica medida de hecho provincial.

La APA, convocada por la Asamblea Popular de Observación de los Recursos Naturales de Morona Santiago, la Federación Interprovincial de Centros Shuar (FICSH), la Asociación Provincial de Juntas Parroquiales de Morona Santiago (APROJUPAR) y la comunidad de Jimbitono, extendió el ultimátum a Hidroabanico/Sipetrol.

Durante las últimas semanas, los movimientos sociales de la provincia exigieron reiteradamente la cancelación de la segunda etapa del proyecto hidroeléctrico y del tendido de la línea de transmisión de las compañías Hidroabanico/Sipetrol, pero sus demandas habían sido desoídas sistemáticamente.

Aquí no se trata de oponerse al desarrollo, se trata de que los derechos de nuestro pueblo han sido despedazados por estas compañías privadas, se trata de la defensa de nuestro medio ambiente, de nuestra tierra, de los terribles riesgos que se ciernen sobre nuestra integridad, nuestras propiedades y nuestras vidas, y de que los recursos naturales son patrimonio público, no privado, declararon los representantes de la APA.

Además, la APA, que reunió en el teatro municipal de la ciudad de Macas a cerca de 500 personas procedentes de todos los cantones, resolvió demandar la anulación de las concesiones mineras e hídricas en la provincia y declarar a Morona Santiago provincia ecológica, bajo administración popular.

"Todos tenemos que unirnos como una sola fuerza, los recursos naturales son nuestros", dijo Miguel Tankamash, presidente de la FICSH. "Por eso, el pueblo shuar dice no a las mineras, no a las petroleras, no a las madereras, por eso decimos no a la segunda etapa de Hidroabanico."

Celso Jara, vicepresidente de APROJUPAR, llamó a desconocer las 226 concesiones mineras y las 19 hídricas, emitidas por el Ministerio de Energía y Minas y el Consejo Nacional de Electrificación (CONELEC), de manera inconsulta. "Fuera todas las concesiones de la provincia de Morona Santiago", sentenció enfáticamente.

"Llamo a las comunidades a bloquear el tendido de la muerte", dijo Fernando Mejía, representante de la Coordinadora Popular Campesina, en referencia al tendido de 150 kilómetros que Hidroabanico/Sipetrol está construyendo, con vistas a suministrarle energía a la minera canadiense Corriente Resources, en el sur de la provincia.

Aunque no se conoce con exactitud la naturaleza de la medida, se perfila la posibilidad de que tomando como punto de partida la experiencia de Jimbitono, no haya bloqueo de vías, sino tan sólo regulación de tránsito. Todos tienen paso, salvo las compañías. "La cosa no es ocasionarles dificultades a nuestros conciudadanos, sino abrir espacios de concientización", ha dicho el misionero salesiano Juan de la Cruz Rivadeneira.

Mientras tanto, una comisión encabezada por Rodrigo López, alcalde del cantón Morona, Jaime Mejía y Joaquín Estrella, prefecto y gobernador de Morona Santiago, respectivamente, viajó a la capital de la República, en respuesta a una citación de Antonio Andretta, ministro de Gobierno, pese a que la legitimidad de estas autoridades ha sufrido una acelerada erosión ante la opinión pública provincial.

Debido a las evidentes inconsistencias y contradicciones en que han incurrido desde que iniciara la lucha de Jimbitono, la APA resolvió desconocerlos como interlocutores válidos. Por las mismas razones, desconoció a los dos diputados de la provincia, Rolo Sanmartín y Sandra Palacios. La actuación de Sanmartín, adicto a los intereses de Hidroabanico/Sipetrol, ha generado una indignación popular inusitada.
Geovani Hernández, presidente de Jimbitono, y Oswaldo Chacha, presidente de la Junta Parroquial de Proaño, dos de los principales dirigentes de la lucha contra Hidroabanico/Sipetrol, declinaron la invitación de Andretta, con lo cual la comisión quedó irremediablemente desacreditada. La visita no le reportará nada a la provincia, manifestó un candidato a la concejalía del cantón Morona que solicitó el anonimato. Se van sólo por los viáticos, concluyó.

Indignación por concesión de aguas a la privada Hidroabanico

Por: Kléber Calle

La noticia de que Ángel Calle, jefe encargado de la Agencia de Aguas de Cuenca, había fallado en favor de Hidroabanico, levantó una oleada de indignación en la provincia de Morona Santiago. En Jimbitono, el pueblito que lucha por su vida desde hace más de 40 días, el ambiente se cargó de decepción y coraje. En horas de la mañana, ya era de conocimiento público que Calle había concedido el uso y usufructo de 9 metros cúbicos adicionales del río Abanico a la hidroeléctrica privada.

Entonces, resonaron en la memoria de los luchadores las palabras que Lina Solano, de la Coordinadora Campesina Popular, le dijera al jefe encargado, el 29 de septiembre. "Usted puede fallar como quiera, señor juez, pero sepa que si le concede el agua a Hidroabanico está fallando contra los derechos de este pueblo", le manifestó doña Lina aquel día, una vez que, tras un recorrido por los ríos involucrados, Calle constatara los daños provocados por las actividades ilícitas de la hidroeléctrica privada y los perjuicios futuros.

En la Escuela Quisquis, donde los campesinos de Jimbitono han centrado la organización de la resistencia contra el avance de Hidroabanico/Sipetrol, se recordó que la venida de Ángel Calle y Giovanni Genovez, su subalterno técnico, le había costado 500 dólares a la comunidad. El 28 de septiembre, un día antes de la fecha señalada para la inspección, el jefe encargado solicitó 150 dólares adicionales a los 350 solicitados con anterioridad. Radio Bonita informó rápidamente a su audiencia, y su audiencia se manifestó inmediata y espontáneamente con aportes en efectivo. Se logró así una vez más que Calle no incumpliera con sus obligaciones.

Don Rufino Rivadeneira, uno de los finqueros afectados, rememoró, por su parte, que el jefe encargado hacía permanentes invocaciones a Dios durante la inspección. Según explicó Calle, el era un ser humano limitado que necesitaba la inspiración de Dios para dictar el fallo. Don Rufino denunció a Calle que el caudal expulsado por la compañía había sido reducido casi a la mitad el día de la inspección. "Con esas vivezas nos juegan ellos", le dijo.

Igualmente, Humberto Tello, defensor del Pueblo de Morona Santiago, notó "una actitud sospechosa". De pronto, el carro del jefe encargado aceleró y desapareció sin que Tello pudiera seguirle, porque el taxista que le llevaba no quiso maltratar su carro corriendo por esas vías olvidadas. Cuando lo encontraron, Calle conversaba con personeros de la hidroeléctrica privada, en el interior de la casa de máquinas, que está rodeada de un cerco de púas y alto voltaje, a pesar de que unas horas antes, cuando el jefe encargado intentó ingresar con la dirigencia de Jimbitono, Hidroabanico le denegó el acceso.

En las últimas semanas, la compañía incrementó el uso de su poder político, económico y mediático. Según fuentes confiables que solicitaron el anonimato, Calle habría sido azuzado por el vicepresidente de la República, Alejandro Serrano Aguilar, para que dicte sentencia en favor de la hidroeléctrica privada.

La energía eléctrica la usan las transnacionales, no Morona Santiago

Desde enero del presente año, está en operación la primera fase de la central, que genera 15,1 megavatios para la Coca-Cola y KFC, con domicilio en Guayaquil. Para ello, Hidroabanico trasvasa 5 metros cúbicos del río Abanico hacia el Balaquepe, otrora un tranquilo arroyuelo que atraviesa Jimbitono. Esto ha ocasionado severos impactos ambientales, sociales y económicos en el área.

El objetivo de la compañía es aumentar la generación a 37,5 megavatios con una segunda fase, que está en plena construcción, para suministrarles energía a varias mineras transnacionales situadas en el sur de Morona Santiago y el norte de Zamora Chinchipe.

Además, el Balaquepe desagua en el Jurumbaino, un río que embiste a Macas por su costado occidental, donde están cuatro barrios y el aeropuerto de la ciudad. De ahí que los 9 metros cúbicos que acaban de ser entregados a Hidroabanico, para que haga funcionar la segunda etapa de su central, impliquen la muerte para Jimbitono, la ciudad de Macas y la provincia entera.

Están a la espera de la energía eléctrica, las norteamericanas Corriente Resources, Billiton y Lowell Mineral Exploration. Para el efecto, Sipetrol, compañía vinculada a Hidroabanico, construye un tendido eléctrico de 150 kilómetros y 138 kilovoltios, desde la central, ubicada en el cantón Morona, hasta Gualaquiza, el más sureño de los cantones de la provincia. Los finqueros han levantado una fuerte resistencia contra el tendido de la muerte, como ha sido denominado.

Las violaciones a la Constitución y a las leyes, cometidas por Hidroabanico/Sipetrol, han llegado a niveles surrealistas, en razón del poder económico y político que ostenta su propietario, Pablo Terán Ribadeneira, ex ministro de Energía y Minas en la administración de Gustavo Noboa. Jimbitono, Macas y Morona Santiago luchan contra esto. Por eso han dicho: no a la segunda etapa de Hidroabanico, no al tendido de la muerte.