En el planeta, con un desarrollo desigual, globalizado, donde priman la irracionalidad, el hambre y el guerrerismo, entre otros males inveterados, Cuba ha dado nuevamente muestras concretas de que otro mundo mejor es posible.

Premiado por la UNESCO, el programa y método audiovisual cubano para alfabetizar Yo, sí puedo ha logrado en tres años, en más de 15 países de América Latina, Oceanía y Africa, llevar la luz del saber a más de dos millones de iletrados.

Por sugerencias del presidente Comandante en Jefe Fidel Castro, en el 2001 se empezó a trabajar en una cartilla bien pequeña, que combinara números y letras para enseñar a leer y escribir con métodos audiovisuales como la televisión.

Por ese entonces la candidata a Doctora en Ciencias Pedagógicas, Leonela Relys Díaz, prestaba su colaboración internacionalista en Haití, donde cumplió la encomienda inicial del líder de la Revolución. Esta camagüeyana, participante en 1961 en la histórica campaña de alfabetización en la Isla, devino así en la autora del Yo, sí puedo, aplicado por petición expresa del presidente Hugo Rafael Chávez Frías por primera vez en el 2003 en Venezuela, declarada ya hoy día Territorio Libre de Analfabetismo, como Cuba 45 años atrás.

El ofrecimiento altruista de la Antilla Mayor a la UNESCO, agencia especializada de Naciones Unidas, de contribuir a reducir la tasa de analfabetos en el orbe, contrasta significativamente con las realidades imperantes hoy en el mundo subdesarrollado: 852 millones de hambrientos, 876 millones de adultos analfabetos y 325 millones de niños que no asisten a las escuelas.

LA OBRA HUMANA MAS COLECTIVA

Asesora académica de la Cátedra de Alfabetización y Educación de Jóvenes y Adultos, del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC), con sede en La Habana y responsable del impulso de este Programa, Relys Díaz califica tal proyecto social como "la obra humana más colectiva que ha visto en el orden pedagógico. Es una obra de millones, por eso estamos felices".

Ciertamente la felicidad deviene el sentimiento que colma a profesores y alumnos, cuando logran de conjunto desterrar el desconocimiento y empiezan a recorrer al unísono el sendero de la instrucción.

El proyecto cubano utiliza medios audiovisuales como soporte principal y exhibe positivas experiencias en radio y televisión, siempre con el cuaderno en manos de los aprendices. Estos son orientados por los llamados facilitadores, cuyo nombre indica el rol desempeñado por ellos.

Quienes han conocido de las propuestas del Yo, sí puedo y sus resultados altamente positivos, lo describen como un método económico, muy flexible, sin exclusiones de ningún tipo y con capacidad para ser adaptado a cualquier país o comunidad.

Ejemplos hay de su extensión a lenguas originarias aborígenes como el quechua, el aymará y el guaraní. En este se toman en cuenta no solo el idioma, sino también la geografía, la música, las tradiciones, costumbres y hasta la forma de hablar, el tono y las inflexiones de la voz de cada una de las culturas donde se probó.

Cuando el medio elegido es la televisión son 65 las lecciones, cada una de 45 minutos, en tanto las transmisiones radiales conllevan 40 clases, de 35 a 40 minutos de duración. El tiempo que demora el proceso dependerá como es lógico de la frecuencia de los contactos.

En el caso venezolano, con una frecuencia diaria, el ciclo fue de siete a ocho semanas. También en esa nación sudamericana, en una segunda fase, el programa persigue dar continuidad al aprendizaje, igual con métodos audiovisuales y por otros 20 meses.

La cosecha favorable que en la práctica ha logrado esta iniciativa emancipadora parte del uso de la televisión como un medio muy atractivo por la combinación de sonidos e imágenes, y su desarrollo sobre bases y principios netamente pedagógicos busca contribuir a una formación integral del hombre a través de un proceso encaminado a su participación más eficiente y eficaz en la vida de los individuos.

Además de centrar su atención en el aprendizaje de la lecto - escritura, mantiene la unidad de lo instructivo y lo educativo en todos los momento del proceso, y lo cognitivo estrechamente ligado a lo afectivo.

El avance vertiginoso del Yo, sí puedo se ha visto enriquecido por su aplicación en diferentes áreas geográficas y ha exigido un trabajo intenso de adecuación por parte del colectivo del Instituto Pedagógico Latinoamericano, apoyado por los claustros de las 15 universidades pedagógicas de la Isla.

Más de 600 especialistas cubanos están capacitados como facilitadores y sus huellas bienhechoras han echado raíces, entre otros territorios, en Ecuador, Bolivia, Argentina, México, Brasil, Granada, Nueva Zelanda, Nicaragua, Haití, Venezuela, Kenia y Guinea Bissau. Más recientemente han pedido sumarse Gambia, Nigeria, Saint Kitts y Nevis, y Namibia.

Es así como el método alfabetizador se ha ido internacionalizando, con su carga de amor y luz, y descuella el hecho de que esa bandera de la cultura y el saber naciera en el Sur precisamente, en esa vasta periferia integrada por los países más pobres, donde vive el 80 por ciento de la humanidad.

El Plan Bush en materia de educación busca...

RETROTRAER A CUBA A 1958

Cuba, el país que desterró de su panorama nacional el analfabetismo en 1961, y uno de cuyos profesionales creó el método audiovisual Yo, sí puedo para enseñar a leer y escribir a iletrados de las más diversas naciones, está amenazado por el Imperio, encaprichado en borrar su memoria histórica.

En materia de educación, el Plan Bush para la anexión de la Isla se propone retrotraer el país a su condición neocolonial de 1958, y de un plumazo eliminar realidades como esta del curso 2006-2007, cuando en la ínsula estudian más de tres millones de alumnos, en 13 mil 487 centros docentes, atendidos por 388 mil 495 maestros y profesores. Y pensar que el recetario del mandatario norteamericano dice textualmente, en este particular:
 "Organizar programas para recapacitar y reeducar a los maestros y profesores cubanos".
 "Facilitar el desarrollo de la educación privada, incluyendo la religiosa".
 "Ayudar al gobierno de transición a mantener las escuelas abiertas, aun cuando los maestros sean pagados con ayuda alimentaria o con maestros voluntarios traídos del exterior".
Huelgan los comentarios, pues el tema educacional como el de la salud, logros emblemáticos de la Revolución, gratuitos y de calidad, por demás, devienen ejemplos inequívocos de cuán errada y ciega resulta la actual Administración norteamericana.

¿QUE OPINAN LOS ALFABETIZADOS?

 "Yo, DELFINA Dubón Acevedo, me siento muy agradecida primeramente con Dios, el divino creador del universo, y segundo con ustedes queridos maestros, por haber tomado el costo de venir a enseñarnos ya que a la edad de nosotros, no es muy fácil de aprender", expresó vivamente emocionada y con muy buena dicción esta alumna quien a sus 76 años de edad pudo leer su primera carta en el acto de graduación. (Puerto Córtes, Honduras)

 MARIA de Refugio Espinosa, alfabetizada número 100 mil del Estado mexicano de Michoacán, madre de nueve hijos y viuda, agradeció al pueblo cubano y al programa de alfabetización Yo, sí puedo por haber aprendido a leer y a escribir."Mi gran deseo, dijo, es que mis descendientes estudien y puedan ser útiles, como yo hoy los ayudo a ellos. Gracias también a mi hija, que sin ella no hubiera podido aprender, pues fue mi gran maestra".

 Una de las mujeres bolivianas beneficiadas con el programa cubano ha sido ROSA López, quien en un foro en La Habana sobre el tema de la alfabetización y ante unos 600 delegados de más de 30 países, expresó su alta estima por tan necesaria iniciativa superadora."Para mi, expresó entonces, el programa cubano nos ha dado la oportunidad de aprender mucho y el apoyo brindado por la Isla y los hermanos venezolanos ha contribuido al desarrollo paulatino del método por diferentes regiones del país, el cual permitirá seguir extendiendo el modelo a los lugares más intrincados de Bolivia... Me siento muy orgullosa de haber formado parte de los primeros mil graduados de mi Patria. Estoy en condiciones de continuar superándome".

 También de Bolivia, ADELA Rivera resultó otra de las beneficiadas con el Yo, sí puedo, calificado por ella de dinámico, atractivo y muy instructivo. "Es algo increíble como se aprende con un televisor, un video y la ayuda de un facilitador, quién me lo iba a decir", manifestó la joven con efusividad. Ella muestra gran interés para "seguir por la senda de los estudios" y elogió todo el trabajo desarrollado por su profesora, a quien describió como "maravillosa y capaz".

Fuente
Agencia Cubana de Noticias
La Agencia Cubana de Noticias (ACN) es una división de la Agencia de Información Nacional (AIN) de Cuba fundada el 21 de mayo de 1974.

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