En 1944, en el pequeño y hermoso pueblo de New Hampshire, llamado Breton Woods, se reunieron 730 delegados de 44 países para planear el nuevo orden financiero del mundo una vez que finalizara la Segunda Guerra Mundial. En aquel momento definitivamente se trasladaba la batuta del liderazgo del mundo hacia los Estados Unidos. En aquella junta se dieron las pautas para crear el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y lo que se dio en llamar el ya legendario acuerdo de Bretton Woods.

Se decidió que el eje del nuevo sistema financiero sería el dólar. EU era el único país industrializado cuya infraestructura no había sufrido durante la guerra. Al contrario, su economía creció y se benefició enormemente gracias a la locura de Adolfo Hitler.

Entonces el 75 por ciento de las reservas internacionales de oro pertenecían a EU. Por lo tanto, se acordó que el dólar sería la única moneda convertible en oro. Cada 35 dólares corresponderían a una onza de oro. Así los países del mundo en lugar de guardar oro podrían atesorar dólares. Esto facilitaba la vida de todos. Es más fácil, barato y cómodo guardar y trasladar dólares que oro. Lo único que se requería para funcionar era que el gobierno estadounidense mantuviera una política económica muy responsable. El dólar sería el eje de todo el sistema. El resto de los países del mundo fijarían sus tipos de cambio en relación al dólar. Habría devaluaciones de las otras monedas respecto al dólar, pero el dólar sería la parte fuerte, el ancla invulnerable de todo el sistema financiero de la posguerra.

Pero al poco tiempo, EU empezó a hacer trampa. Imprimieron más dólares de lo que les correspondía por sus reservas de oro en Fort Knox. Al principio nadie protestó y los estadounidenses gozaron de un nivel de vida superior al que les correspondía. El presidente francés Charles de Gaulle se dio cuenta del hecho y cuando John Kennedy lo visitó en París el general francés le advirtió al joven millonario de Boston de su preocupación. Kennedy, en un gesto típico de arrogantes emperadores despreció al que consideraba su súbdito y no se preocupó mayormente. De Gaulle, al ver que EU seguía imprimiendo dólares sin el correspondiente respaldo en reservas de oro decidió tomar las cosas en sus manos y exigió que los dólares de la reserva francesa se los convirtieran en oro. Constantemente Francia tocaba la puerta de Fort Knox; dejaba billetes verdes y se llevaba su parte correspondiente de oro. Los otros países del mundo se percataron de la situación y los mercados financieros reaccionaron. ¡El dólar no era tan fuerte y seguro como decía Washington!

Washington seguía en su arrogancia y decidió como buen imperio expandir su territorio y de paso enriquecer a la industria armamentista. Instigaron una guerra en Vietnam. Para costearla se les hizo muy fácil imprimir dinero. El mundo se alarmó y vieron cómo cada vez había más dólares y las reservas de oro no crecían en la misma cantidad. Poco a poco, los países imitaron a de Gaulle y exigían oro a cambio de sus dólares. Finalmente, el viernes 13 de Agosto de 1971 llegó el embajador británico con el secretario del Tesoro norteamericano, John Connally, y le notificó que el gobierno de su majestad deseaba recibir, el siguiente lunes, el equivalente en oro a cerca de 20 por ciento de todas las reservas del metal que mantenía EU. El entonces presidente Nixon se trasladó de inmediato con sus principales asesores a una junta secreta en Campo David para analizar semejante crisis y el domingo 15 de agosto en la noche anunció que se acababa la convertibilidad. EU ya no respaldaba el dólar con el oro. Terminó la era del acuerdo de Bretton Woods. Inmediatamente hubo una fuerte devaluación del dólar y se acrecentó con fuerza el problema de inflación.

El resto de la década de los setentas el oro fue una magnífica inversión. En 1971, cuando Nixon desvinculó el oro y el dólar, la onza del metal estaba en 35 dólares. En 1980 su máximo fue de 850 dólares la onza. Sin embargo, a partir de entonces su precio bajó. Los 850 de 1980 equivaldrían hoy a casi mil 800 si consideramos la inflación que ha habido en tal espacio de tiempo. Por lo tanto, quien compró entonces y guardó el oro hizo un pésimo negocio.

¿Por qué perdió el oro su brillo?

Hay varias razones que lo explican.

Instrumentos financieros novedosos. En las últimas dos décadas los mercados financieros han adquirido una gran sofisticación y se crearon nuevos instrumentos financieros.

Antes el oro era prácticamente la única forma que existía para protegerse contra inflación, devaluación, control de cambios y la incertidumbre política causada por crisis o guerras. Actualmente existen mercados de futuros y productos sintéticos que protegen contra los problemas financieros mencionados. También es posible trasladar cientos de millones al otro extremo del mundo con sólo pulsar la tecla de una computadora.

La evolución financiera hizo el oro anacrónico y confirmó lo que alguna vez el ilustre economista Keynes dijo: “el oro es una reliquia bárbara.”

Guardar oro es costoso. Si se posee oro hay que destinar un lugar especial para albergarlo, que tenga la infraestructura de seguridad necesaria. Pero al mismo tiempo no genera intereses y desde 1980 ha perdido valor en términos nominales y reales (considerando la inflación). Ni siquiera a las cotizaciones récord de hoy ha vuelto al precio máximo nominal (850) que logró en 1980.

Oferta creciente. Los banqueros centrales del mundo se dieron cuenta de los anteriores puntos y han estado vendiendo sus reservas de oro. Uno de los principales problemas que tiene el oro lo señaló el siniestro personaje Goldfinger de la película de James Bond del mismo nombre. El diabólico plan de Goldfinger era estallar una bomba atómica en Fort Knox y hacer radioactivas las casi 8 mil 100 toneladas de oro almacenadas. Entonces el oro que no estuviera allí subiría de precio porque se habría eliminado una fuente de oferta de oro muy grande.

Goldfinger reconoció correctamente que a cierto precio el mercado mundial del oro se podría inundar. Casi todo el oro que se ha extraído a lo largo de la historia de la humanidad está disponible. La cantidad de oro en inventario es enorme. Está en forma de una joya, una moneda, una barra, pero en cualquier momento se puede vender. Alrededor del 85 por ciento del consumo del oro es para joyería y monedas. Al contrario, por ejemplo del cobre, el cobre está oculto por sus usos ya sea en una tubería o un cable, pero no es fácil que el cobre viejo regrese al mercado. En cambio el oro sí puede regresar al mercado rápidamente si el precio es atractivo.

¿Cómo resurgen los metales?

En 2001 el precio promedio de la onza de oro fue de 271 dólares y en 2006 ha llegado a rebasar los 700 dólares. Para el mismo período el cobre ha fluctuado de 72 centavos de dólar la libra a casi 4 dólares. El mineral de hierro se usa para la producción de acero. Por lo tanto, en la medida que aumente el uso del acero se requiere más mineral de hierro y así es posible anticipar que seguirá subiendo su precio. En 2005 subió 71.5 por ciento y ahora lo ha hecho en 19 por ciento adicional.

Algunas de las razones del alza de los metales:

1.- Debido a que los precios de los metales en general, no sólo del oro, estaban deprimidos, se disminuyó la inversión en exploración. En 1998 se gastó en todo el mundo cerca de 5 mil millones de dólares en exploración de metales, para el 2002 la cifra invertida fue 60 por ciento inferior. Por lo tanto, al haber menos exploración conduce, al paso del tiempo, a que se reduzca la explotación de minerales unos años después (o sea ahora). Por lo tanto, la oferta proveniente de nuevos yacimientos es ínfima y la de las minas viejas se va agotando.

2.- Para echar a andar una mina nueva se requieren varios años (encontrar algún yacimiento susceptible a explotarse, hacer los estudios y análisis requeridos para determinar la viabilidad y preparar toda la infraestructura necesaria para iniciar la operación de la mina). Por lo tanto, se estima que pasarán al menos unos tres años más para empezar a sentir de forma significativa nueva oferta de minerales en el mundo. Por la misma lentitud y dificultad para incrementar las reservas de metales, hoy en día las empresas mineras buscan aumentar sus reservas no en el campo sino en Wall Street al entrar en una guerra de fusiones y adquisiciones mutuas.

3.- Las ventas de reservas de oro de los bancos centrales se regularon. En 2004 los bancos centrales firmaron un acuerdo y pusieron cuotas de venta con el fin de controlar la oferta de oro y evitar que el precio se colapsara ante las ventas masivas que se presentaron.

En el caso del cobre los inventarios mundiales son tan bajos que equivalen a 3 días de consumo internacional, por lo que la menor interrupción de oferta de cobre repercute inmediatamente en un alza de cotización.

4.- El proceso de industrialización de China y la India ha fortalecido la demanda por metales. Por ejemplo, el cobre se requiere para la construcción de viviendas y en todos los aparatos electrónicos como celulares y computadoras así como en la fabricación de coches y aviones.

Aunque en la India su clase media ya es de un tamaño mayor que toda la población de USA aún le quedan 200 millones de seres que subsisten con menos de un dólar al día. En China todavía hay 800 millones de personas cuyos ingresos son por abajo del dólar diario. Por lo tanto, aunque cada año se incorporen millones de seres, en ambos países, a la clase media faltan muchos años de esfuerzo para erradicar los atrasos mencionados y, por lo tanto, la demanda por metales industriales seguirá muy elevada.

5.- En marzo de 2003 China flexibilizó las leyes para poseer oro. A partir de entonces los chinos han podido invertir en oro y se ha disparado la demanda como ocurrió en la India en 1991 cuando allá se liberó la tenencia de oro. Entre 2003 y 2005 el consumo mundial de oro para joyería subió 10% y la demanda global por monedas y barras de oro se incrementó 37%

La India y China son importantes consumidores de oro tanto en joyería como en monedas. Alrededor de un tercio de la demanda mundial de oro se origina entre ambos países. Por ejemplo, en la India el oro tiene profundo significado religioso y hasta medicinal. La India es el mayor consumidor de oro en joyería motivado en parte por razones históricas de viejas leyes fiscales relativas a la herencia. Normalmente la India es uno de los dos más importantes consumidores de barras y monedas de oro en el mundo.

China ahora también acelera rápidamente su demanda por oro, a partir de una base muy baja, desde que se le permitió a la población poseer el metal.

De tal forma que tanto en China como en la India se repite lo que se observó en el resto del mundo anteriormente. Se utiliza el oro como un medio de ahorro por tener poca sofisticación y cultura financiera. Probablemente, con el tiempo, ante una mayor penetración de servicios bancarios y aprendizaje para usar más eficientes medios de ahorro disminuirá la demanda por ahorro en oro.

Sin embargo, la demanda por otros metales como cobre, molibdeno o zinc, entre otros, seguirá elevada por sus usos industriales.

Como se ve hay factores tanto por el lado de la oferta como de la demanda que nos hacen suponer que los precios elevados de los metales son sostenibles por al menos un par de años más. Lo anterior, junto con la revaluación de múltiplos por las fusiones, augura un panorama favorable en el mediano plazo para las empresas mineras en el mundo y el precio de sus acciones.

*Economista egresado del ITAM

hectoramador2005@aol.com

Año IV No. 44 Septiembre 2006