Bajo la sombra de la figura del Benemérito de las Américas su sistema inmunológico llegó a niveles muy bajos. Los integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y de la Sección 22 del magisterio -militantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación- padecieron infecciones en las vías respiratorias, problemas gastrointestinales y algunos trastornos psicológicos, tras resistirse a consumir alimentos a lo largo de 508 horas.

A las 17:11 horas del 6 de Noviembre, los 17 hombres y mujeres dejaron el ayuno. Las peticiones para que abandonaran éste tipo de resistencia llegaron de todas partes del país. El filósofo Juan Villoro, los miembros del clero José Rentaría y Manuel Arias, el pintor Francisco Toledo, empresarios, algunos políticos, entre otros, firmaron un desplegado en el que acentúan que “Ulises Ruiz no merece la muerte de ninguno de ustedes. Admiramos enormemente su decisión y hemos seguido paso a paso su sacrificio, pero debe terminar.

“Les rogamos, les exigimos que den por concluido este heroico ayuno y nos acompañen a partir de ahora en las luchas de aquí, pues los pueblos de Oaxaca no detendrá su lucha hasta que Ulises Ruiz entre para siempre en el basurero de la historia”, pedían, además, los integrantes de la APPO y de la sección 22 del magisterio, así como el rector de la Universidad Autónoma de Benito Juárez de Oaxaca, Francisco Martínez Neri, investigadores y decenas de organizaciones de la sociedad civil.

El obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Samuel Ruiz García, mediador de diversos conflictos sociales en Latinoamérica y en México, se sumó a la petición para que los huelguistas dejaran el “sacrificio” al que se habían sometido. “Ni local, ni nacional, ni internacionalmente, puede ser ya ignorado el problema, cuya solución ya se avizora, tendrá repercusiones positivas a diferentes niveles”, advierte.

Otro de los solicitantes fue el destacado sociólogo y crítico mexicano, condecorado por la UNESCO en 2003 por su defensa de la identidad de los pueblos indios de América Latina, Pablo González Casanova, quien señaló en una misiva firmada el 2 de Noviembre: “Ya ustedes han mostrado con su conducta el dolor del pueblo de Oaxaca y de México. Es tiempo de conservar la vida para seguir la lucha. Se los pedimos con todo respeto: háganle caso a sus parientes, amigos y compañeros. Ellos también son la vida”.

También convocaron el Comité Ejecutivo del Partido Obrero Socialista, el Magisterio Zapatista, la senadora Rosario Ibarra de Piedra y diputados federales.

Los motivos de la huelga

Omar Olivera Espinoza, maestro de la Sección 22, explica cómo el 16 de Octubre pasado iniciaron el ayuno: “fue una decisión que se tomó a partir de un plan de acción de la Asamblea Estatal del Magisterio y de la APPO, así como lo fue la marcha caminata que salió desde el 21 de septiembre al 9 de octubre, en la que recorrimos 560 kilómetros.

“Esta huelga de hambre fue una medida más, como lo son las barricadas, la acción directa, la toma de los medios en Oaxaca, las cinco megamarchas. Todo con tal de contribuir al movimiento y apoyar nuestra demanda central que es la renuncia de Ulises Ruiz. La concluimos ante la ante la insensibilidad y la falta de moral política, pero continuaremos con otras acciones”, dice.

Olivera Espinoza, quien se dedica a dar clases a nivel secundaria, reivindica la postura del movimiento y habla del rumbo que tomará, no sin antes hacer un recuento de la crisis política y social por la que atraviesa el estado.

“Para decir hacia dónde va, hay que entender de dónde viene. Desde el inicio, el 22 de mayo, se han tratado de colgar medallitas al movimiento, han tratado de descifrar quien es la mano que mueve la cuna, quién está detrás del movimiento popular magisterial oaxaqueño.

“La respuesta se encuentra en las raíces propias del estado que cuenta con más de 10 mil comunidades, 570 municipios de los cuales 418 se rigen bajo la estructura de los usos y costumbres. Son 16 pueblos indígenas con formas diferentes de ver el mundo. En es sentido tienen una forma muy particular de organizarse y tiene que ver con la comunalidad.

“Por eso decimos que quien está detrás de la resistencia oaxaqueña es una resistencia de más de 500 años ante la opresión y la marginación”. El luchador social advierte que “en nuestras comunidades, cuando se ejerce mal el poder se destituye al servidor público, obviamente esa esencia se ha llevado y por eso la demanda tan aguerrida de la salida de Ulises Ruiz.

“Lo otro es la tradición de lucha del movimiento magisterial a lo largo de 26 años. De alguna manera la espina dorsal de la APPO. La mayoría de los maestros en Oaxaca somos indígenas, también tenemos esa tradición de resistencia y de formas de ver el poder. La lucha de los pueblos de Oaxaca desde los 70, 80, 90, confluye para tener estos cinco meses de convulsión, pero también es la lección que México le puede dar al mundo. Si alguien ejerce mal el poder se va.

“Esto es sólo justicia entorno al ejercicio del poder, pero las instituciones del país como el Senado de la República, la Presidencia y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, están dando una lección de impunidad, ese tipo (Ulises Ruiz) está haciendo todo esto y se queda, explica Omar Olivera Espinoza.

Para el maestro indígena el conflicto no acaba sólo con la salida de Ulises Ruiz Ortiz, porque “nosotros decimos que se vaya, pero quien llegue tendrá que hacerlo con el consenso de la ciudadanía y estar esperando próximas elecciones. Si no, que nos dejen el poder popular. Mientras, toda solidaridad con este movimiento tiene tres bases: la primera, pedir la salida de la PFP, es decir, alto a la represión; segunda, la salida de Ruiz Ortiz, y la tercera, la desaparición de poderes”.

El mandato de Calderón

Dióscoro Nazario López, otro maestro de la Sección 22 que se mantuvo en huelga de hambre por más de 20 días, señala que pese al cansancio, calambres, dolores estomacales y otras molestias que padeció, no piensa dejar su lucha hasta que su esfuerzo y el de sus demás compañeros tenga un resultado plenamente satisfactorio.

“Ya se vieron los estragos después de 21 días de no consumir alimentos. También vemos que el sistema no se mueve para nada. Todo lo contrario, recrudeció la represión en contra de nuestro pueblo que afortunadamente ha salido victorioso hasta el día de hoy”.

El también miembro de la APPO avizora que este movimiento no sólo será un problema de Oaxaca, sino que con la llegada de Felipe Calderón al poder se levantará a nivel nacional porque “ellos van a responder a otra clase de intereses, como el Plan Puebla Panamá, que pretende privatizar nuestros recursos naturales: el agua, los bosques, la energía eléctrica, la salud y la educación”.

Octavio Díaz Pérez, integrante de la APPO y miembro del Frente Popular Revolucionario (FPR), coincide con el maestro Dióscoro Nazario López y agrega: “Pensamos que lo que ocurren en Oaxaca es el reflejo de lo que ocurre en todo el país. Lo que pasa en el estado es que se rompió por el eslabón más débil de la cadena de miseria.

“Sin embargo, por la tradición de lucha el movimiento se lograron altos niveles de organización y es por eso que se pudo constituir la APPO, para enfrentar al que consideramos el primer engendro del fascismo de este país: el gobierno de Ulises Ruiz.

“El país está avanzado vertiginosamente hacia un proceso de fascismo y esto no es sólo producto de un gobierno caprichoso con intereses locales, todo viene circunscrito al Plan Puebla Panamá a partir de que en Oaxaca se han encontrado recursos minerales, como el magnesio, uranio, antimonio y hierro, mismos que hoy la burguesía nacional, a través de la derecha y la ultraderecha, pretende apropiarse”, dice el luchador social.

Ante el escenario de la transición de gobierno, el integrante del FPR advierte que “el gobierno de Felipe Calderón es la continuidad de la política neoliberal que ha dejado al pueblo en la miseria.

“México debe aprender de esas experiencias para hacer crecer su nivel de organización y de lucha. Todo esto obedece a la correlación de fuerzas y a que podamos derrotar a nuestros enemigos. Estos son los primeros pasos, las primeras escaramuzas de lo que será la revolución del siglo XXI”, concluye Octavio Díaz Pérez, originario del estado de México.

Publicado: Noviembre 2a quincena de 2006 | Año 5 | No. 68

Las enfermedades

Previo al cierre de esta edición, los 17 hombres y mujeres que se mantuvieron en huelga de hambre por 508 horas, habían llegado a un estado pre crítico de salud. El médico cirujano, Morse García, quien los atendió a lo largo del ayuno temía que se llegara a presentar una arritmia cardiaca en alguno de ellos. Ahí podría seguir un estado de coma o la muerte.

Morse García explica que uno de los problemas a los que estuvieron expuestos fue el estrés pos traumático, que deprime “terriblemente” el aparato inmunológico y “al cual han estado sometidos todos los compañeros y toda la población de Oaxaca, por el constante asecho, persecución, intimidación y amenaza”.

Ejemplo de ello es la depresión postraumática a la que fue expuesta una de sus “compañeras”, que al conocer las noticias de la entrada de la Policía Federal Preventiva (PFP) al zócalo de la capital oaxaqueña, ocurrida el pasado 29 de Octubre, sufrió una crisis de angustia e irritación.

Al estrés pos traumático, que generó un síndrome conversivo (cuyos síntomas son principalmente de ansiedad y angustia) en varios de los integrantes de la APPO y del magisterio. A ello sumaron las infecciones por las bacterias, virus, hongos y parásitos.

Con lágrimas en los ojos y una voz resquebrajada, el médico explica su permanencia en el plantón: “Quiero decirle que nos conocemos desde hace mucho tiempo, de muchos somos amigos… Entonces, uno no puede estar en esos momentos a un lado del amigo, tiene que estar con ellos, sería totalmente injusto no hacerlo. Ya lloramos, ya gritamos, qué más podemos hacer”.