Foto arriba: izquierda, en la época del golpe militar en Santiago de Chile, 1973, derecha, durante el escándalo de haber escapado a la justicia y en plena vejez.
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Gran parte de Chile festeja la muerte del ex dictador Augusto Pinochet Ugarte, mientras sus partidarios protagonizaban desórdenes públicos en los alrededores del Hospital Militar. El ex dictador murió de manera repentina en el Día Internacional de los Derechos Humanos y tras celebrar el cumpleaños de su mujer, Lucía Hiriart.

El deceso ocurrió exactamente a las 14:15 horas del domingo 10 de diciembre, a causa de una inesperada descompensación cardiaca. Un comunicado de prensa del centro médico castrense informó en la mañana que Pinochet "estaba muy bien, en plena recuperación", pero a las 13:30, el ex dictador sufrió una crisis cardiaca. Trasladado a la unidad de cuidado intensivo, los médicos no pudieron resucitarlo y a 45 minutos más tarde ya era cadáver.

Pinochet fue internado el pasado domingo 3, por un infarto al miocardio y un edema pulmonar, pero después de una rápida recuperación fue retirado de la unidad de terapia intensiva e incluso se esperaba el alta médico para que abandonara el hospital el martes. El cuerpo será velado en la Escuela Militar.

Carnaval en Santiago

En menos de una hora, la noticia desató un carnaval en Santiago. Según informes de radioemisoras y fuentes del ministerio del Interior, a partir de las 15 horas comenzó a concentrarse gente en diversos sectores de la capital a fin de exteriorizar su alegría, a pesar del intenso calor. Mientras los automóviles

hacían sonar sus bocinas, gente con banderas salió a las calles para celebrar con gritos, champagne, vino, refrescante cerveza o simplemente agua. Se leyeron letreros que rezaban “Gracias, Viejito Pascuero”, nombre chileno de Papa Noel o Santa Claus.

La mayor cantidad de gente se concentró en la Plaza Italia, o Plaza Baquedano, de Santiago. Asimismo, hubo champagne y masivas manifestaciones de alegría en el monumento de Salvador Allende frente al palacio gubernamental de La Moneda, en la comuna de La Florida y Ñuñoa, además en las poblaciones Villa Francia, La Victoria, La Pincoya y otros sectores. También hubo manifestaciones en las principales ciudades del país. Carabineros agredió inesperadamente a los manifestantes de Valparaíso con gases, balines de goma y carros lanza agua. Se ignora si fue una iniciativa propia de la policía o una orden gubernamental. Al fin de la tarde partió una marcha multitudinaria desde Plaza Italia, por la Alameda, la avenida más importante de Santiago, rumbo a La Moneda y el monumento a Salvador Allende en la Plaza Constitución.

En la otra cara de la medalla, los partidarios de Pinochet se congregaron en las afueras del hospital Militar, hasta donde acudieron el alcalde de Providencia, el ex oficial de la DINA coronel (r), Cristián Labbé, el senador UDI Juan Antonio Coloma y otros adherentes. Los manifestantes pro pinochetistas piden duelo nacional, banderas a media asta y funeral de Estado. Dos mujeres exaltadas bajaron a media asta dos banderas del centro médico, pero fueron detenidas. Durante la semana que permaneció internado, Pinochet no fue visitado por los jefes de los dos partidos pinochetistas chilenos, la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN). Los desórdenes en el Hospital Militar fueron permanentes pero Carabineros no intervino.

Los medios de comunicación, excepto el diario La Nación, se refieren a Pinochet como “ex presidente”, “ex mandatario”, “ex jefe de estado”. Sólo La Nación ha venido titulando en primera página con la expresión “dictador” o “ex dictador”.

La muerte le ganó a la justicia

Para algunos opositores a la dictadura, es lamentable que Pinochet haya muerto sin haber sido condenado por la justicia en ninguno de los numerosos procesos por crímenes de lesa humanidad y violaciones de derechos humanos, mientras la mayoría simplemente celebra su muerte. Sergio Bitar, Presidente del PPD, anunció que su partido está contra los honores de jefe de Estado simplemente porque no fue elegido por el voto popular.

Muchos partidarios del ex dictador destacan su “modernización del país” y sus discutibles “éxitos económicos”. Pero Mireya García, dirigente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, recordó que “se va con 1.127 desaparecidos y 3.000 ejecutados. ¿De qué Chile moderno se habla?”, preguntó Mireya García.

El vicepresidente de la Democracia Cristiana, diputado Jorge Burgos, recomendó “actuar con respeto y respetar el sentimiento de la gente”, aunque admitió que “la dictadura fue dañina, pero ya pasó y lo que hay que mirar ahora es el presente y el futuro, ser capaces de respetar el dolor”. Añadió que para “quienes somos creyentes será Dios quien decida el destino de quien sojuzgó”, etcétera.

La mayoría de los anti pinochetista no se hacen mayores problemas para celebrar la muerte de Pinochet. Parodiando la célebre frase de Fidel Castro, durante el juicio por el Asalto al Cuartel Moncada, un manifestante dijo que por fin ha muerto y sólo cabe expresar: “¡Absolvedme, no importa, la historia me condenará!”.

Fiesta de cumpleaños de Lucía

El día domingo fue dulce y agraz para los familiares de Pinochet. Pese al estado de salud del ex dictador, vivieron desde temprano una jornada de fiesta, con motivo del cumpleaños 84 de su cónyuge, Lucía Hiriart. Con los más allegados, entre ellos el alcalde Labbé, la familia conmemoró el cumpleaños en la capilla del Hospital Militar, donde aprovecharon de orar por la pronta recuperación del ex dictador. En las afueras del recinto médico, uno que otro adherente al procesado y entonces convaleciente Pinochet quisieron entregarle una torta a Lucía Hiriart.

Radio Bío Bío informó que Lucía Hiriart sufrió una repentina alza de presión al conocer el deceso de su cónyuge, mientras su hijo Augusto (Agustito) se mostró destrozado por las manifestaciones de alegría que brotan en diversos puntos de la ciudad.

Duelo del Ejército

Hasta el cierre se esta información se ignoraba qué decidirá el gobierno de Michelle Bachelet sobre el carácter del funeral. Mientras se discute si habrá o no ceremonia de Estado y duelo nacional, el Ejército tiene la prerrogativa de decretar un “duelo institucional”, exclusivo para el ámbito del arma, pero está descartado un funeral de Estado, con la presencia de la jefa del Estado Michele Bachelet. A lo sumo asistiría al entierro la Ministra de Defensa Viviane Blanlot. En horas de la tarde, la bandera fue puesta a media asta en la Escuela Militar, escenario del velatorio del ex dictador. Al fin del día, la bandera fue izada a media asta en todos los edificios militares. Se anaunció que el entierro se realizará el martes en la mañana.

Una fuente allegada al ministerio del Interior señaló que probablemente haya un funeral militar pero discreto, sin honores de jefe de Estado, “quizás con un par de milicos disparando unas salvas”, pero sin la fanfarria de cureñas con que fueron sepultados otros ex comandantes en Jefe, como el general René Schnneider, asesinado en 1970 por su lealtad con el proceso constitucional que eligió Presidente a Salvador Allende.

Para la biografía de Pinochet, ver «Proyecto de Obituario para un ex dictador» en: http://www.argenpres.info/