La referencia es con respecto a los datos sobre pobreza infantil del primer semestre de 2006, difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), los cuales revelan que 4.7 millones de niños argentinos menores de 14 años son pobres, y de ellos, 1.9 millones forman parte de familias indigentes que carecen de ingresos suficientes para comprar los alimentos básicos.

En total, los menores de 14 años suman 10.2 millones, de los cuales el 46.3 por ciento vive en hogares pobres. Si bien en relación con el mismo período de 2005 el índice bajó más de 3 puntos, las cifras siguen siendo altas y preocupantes, sobre todo si se tiene en cuenta que estos guarismos hablan ni más ni menos que de los niños: este alto porcentaje es un factor de reproducción de la pobreza por el impacto cultural educativo y laboral que implica criarse en un ambiente de carencias básicas.

El mapa nacional muestra una fuerte disparidad entre regiones, ubicándose a la cabeza de este terrible ranking la ciudad de Resistencia (Chaco), en donde la pobreza infantil trepa al 70%, seguida por Corrientes con el 66.2%. En la otro extremo de la escala se encuentran Tierra del Fuego (7,6%) y Río Gallegos (12%). En cuanto a indigencia infantil sobresalen nuevamente Resistencia (43.6%), Corrientes (29.6%) y la Ciudad de Santa Fe (28.4%).

Una vez más, el nordeste lidera los peores índices, ostentando un porcentaje total de 65.6%, seguida del noroeste con el 60% y el gran buenos aires con el 44.2%, en tanto las jurisdicciones menos castigadas son las de la región pampeana y patagónica.

Aunque la pobreza golpea a 3 de cada 10 argentinos, la proporción entre los niños es mayor: casi 5 de cada 10 menores son pobres. Esta mayor pobreza infantil con relación a los padres se debe a que en los hogares pobres las familias son más numerosas y con un magro ingreso se debe alimentar a más gente. En medio de este desalentador mapa los compañeros de la Federación Nacional de Salud (FNS) de las regiones más castigadas (nordeste y noroeste) se darán cita en el encuentro anual a llevarse a cabo los días 15 y 16 de diciembre en la provincia de Santiago del Estero.

En primera instancia se realizará una Jornada de Salud y Derechos Humanos, en tanto el 16 de diciembre se tratarán temas de coordinación y evaluación de luchas regionales, crisis y emergencia sanitaria nacional, ley de salud y debate popular.

De estas Jornadas participarán representantes de las delegaciones de Capital Federal y Gran Buenos Aires de la FNS.

Los representantes de la regional Formosa adelantaron que propondrán iniciativas que contemplen a los sectores que no cuentan con las capacidades mínimas o no encuentran la oportunidad de insertarse en el mercado formal del trabajo, con particular énfasis en los jóvenes.

La regional Chaco, ante el genocidio étnico (pueblos originarios), fijó para el invierno una acción sanitaria similar al evento Chávez de la FNS en Mar del Plata, conducida por el equipo nacional (en preparación) y con participación regional.

La regional Santiago del Estero propondrá, entre otras cosas, pensar fuera de los esquemas habituales y plantear soluciones y respuestas desde la perspectiva de la construcción social y federalizar la organización poniendo mayor preeminencia en las provincias más castigadas.

La regional Misiones señalaron que propondrán “retomar la movilización que genero el relevamiento sanitario y la denuncia al gobernador Rovira por genocidio por planificación de la desigualdad social hecha por el secretario general de la FNS, Héctor Carrica, en el año 2004, hoy demostrada por la grave crisis sanitaria y genocidio étnico”.

Por lo tanto se propone a nivel nacional, “cambiar el futuro de inseguridad y precaridad de millones de personas. Tender puentes de unidad entre los compañeros y organizaciones en lucha para generar inclusión”, y se resalta la necesidad de trabajar en una agenda común que sirva para la unión de las regiones y su gente, especialmente para un proyecto de nación que próxima a su bicentenario ofrezca una oportunidad para todos, como lo viene demostrando el proceso de integración de América Latina.

Toda la sociedad debe hacerse eco de la preocupación y las inquietudes que se señalan, fundamentalmente dirigentes y autoridades, quienes tienen en sus manos las herramientas para atender las verdaderas prioridades del país, que no son las que fijan los mercados ni la especulación, sino la deuda social, el desempleo, el trabajo en negro, la indigencia y la pobreza.

# Agencia Nacional de Salud (Argentina)