Ciertamente se desgarra a pasos agigantados la cortina de la "guerra antiterrorista" que por un tiempo permitió al mandatario esconder sus trucos y manejos sucios. Casi tres mil militares estadounidenses muertos en combate, unas 100 mil víctimas civiles entre la población iraquí, torturas a los musulmanes detenidos en las naciones ocupadas y en la ilegal base de Guantánamo, y corruptela y favoritismo al otorgar contratos para la titulada "reconstrucción en Asia Central", son algunos de los elementos que apuntan contra el dudosamente legítimo ocupante de la Casa Blanca.

Por si fuera poco, a Bush le acompaña una mesiánica tozudez que irrita a no pocos dentro y fuera del mundillo político local, al punto de desconocer vaticinios nada favorables a su comportamiento en Iraq provenientes de influyentes círculos nacionales, y posponer hasta lo infinito alternativas al creciente desastre que enfrenta en la nación mesopotámica.

La guerra no solo mata personas de ambos bandos, sino que constituye una imparable erogación de recursos provenientes del mermado bolsillo de los contribuyentes, hastiados de pagar misiles, blindados, bombas y tragedias y destrucción por todas partes.

La cosa ha llegado al punto que hace apenas unas horas se anunció la creación de otro grupo congresional que investigará todo lo relativo a la guerra en Iraq, desde sus turbios orígenes, hasta las movilizaciones de tropas y los acuerdos con empresas norteamericanas para prestar servicios e invertir en aquella turbulenta nación.

Y no son pocos quienes avizoran que W. Bush no las tendrá todas consigo si ese grupo de parlamentarios asume seriamente su trabajo y profundiza en los tópicos que ha dicho abarcará en sus pesquizas.

No puede pasarse por alto que la debacle se inició a base de mentiras propaladas por la propia Casa Blanca sobre presuntos arsenales de armas de destrucción masiva en manos del entonces gobierno de Bagdad, las cuales nadie ha visto jamás y que la Administración, sin mucho alboroto, admite incluso no haber encontrado por ninguna parte.

Agencia Cubana de Noticias