Los comunicadores habían cubierto e informado sobre esa manifestación, en la que más de mil vecinos marcharon indignados a la sede local del Poder Judicial, donde apedrearon la fachada y quemaron el auto de un juez.

Por estos hechos, esta mañana se ordenó la detención de ocho personas, entre ellas los periodistas, bajo la insólita acusación de haber incitado a la violencia, lo que los convierte en “chivos expiatorios” de la grave crisis de credibilidad de la Justicia local.

El CISPREN repudia este acto que criminaliza la tarea periodística, coarta la libre expresión de los trabajadores de prensa y sojuzga también el derecho a la información de la ciudadanía.