El 10 de noviembre de 2006, la BBC se hacía eco de las declaraciones de la señora Eliza Manningham-Buller, directora general del MI5, el servicio de contraespionaje británico, sobre la «amenaza terrorista» en el Reino Unido. Los diarios de circulación nacional retomaron inmediatamente dichas afirmaciones, sin verificarlas ni reflexionar sobre ellas, aunque hay mucho que decir sobre las declaraciones de la señora Manningham-Buller.

La directora del contraespionaje afirma, en efecto, que luego de los atentados del 7 de julio de 2005, al Qaeda está reclutando jóvenes musulmanes y que esa parte de la población se ha hecho especialmente sensible a la propaganda «jihadista». La señora Manningham-Buller asegura que: «Son cada vez más los que pasan de la simpatía pasiva al terrorismo activo mediante la radicalización y el adoctrinamiento provenientes de amigos, de miembros de la familia, de eventos organizados aquí o en el extranjero, imágenes de la televisión, mediante chats o sitios de internet».

No sabemos qué elementos permiten determinar que alguien se ha convertido «en un terrorista activo» sin que esa persona haya cometido algún atentado o esté preparándolo. Y si lo está preparando, ¿cómo es que no ha habido arrestos en el Reino Unido? Si la señora Manningham-Buller no ha ordenado ningún arresto, es de suponer que no tiene información sobre la existencia de grupos terroristas. Entonces, ¿por qué afirma que están aumentando? Supongamos, que la información existe y que la señora Manningham-Buller está a punto de arrestarlos. ¿Por qué los pone sobre aviso? A pesar de esta contradicción, la directora del MI5 menciona cifras de gran precisión.

Según ella, hay en el Reino Unido 1 600 personas que pertenecen a 200 células terroristas y que están preparando 30 complots que podrían provocar daños de consideración. También hay que señalar que en sus declaraciones la directora del MI5 relaciona implícitamente a al Qaeda con los atentados del 7 de julio de 2005 cuando Scotland Yard afirmó que no existían vínculos entre esos hechos y la organización de Osama Ben Laden .

Las dudas sobre la veracidad del «complot desarticulado» durante este verano en Londres y los efectos dramáticos dignos de un artista de feria que utilizó la directora del MI5 («¿Qué quiero decir con numerosos [complots]? ¿Cinco? ¿Diez? No, casi 30.» deberían inducir a la prensa británica a ser más prudente. A pesar de ello, la mayoría de los titulares no sólo no expresaban la menor duda sino que algunos, como el de Daily Telegraph, arrojaban más leña al fuego: «Los terroristas reclutan en nuestras escuelas, declara la jefa del MI5» («Terrorists are recruiting in our schools, says MI5 boss»), cosa que nunca dijo la señora Manningham-Buller quien en realidad se contentó con hablar de la radicalización de ciertos adolescentes.

Mientras tanto, las declaraciones del MI5 ya le están dando la vuelta al mundo y Le Monde anunciaba en el titular del 11 de noviembre de 2006 la existencia de «Una treintena de complots terroristas en preparación en el Reino Unido», sin tomarse el trabajo de hacer las verificaciones de rigor.