La información del rotativo salió a la publicidad a escasas horas de una reunión que sostendrá hoy el presidente George W. Bush con el Consejo de Seguridad Nacional para tratar el atolladero iraquí, en el cual el tema de las tropas debe ocupar un lugar prominente.

La Casa Blanca estudia opciones para diseñar una nueva táctica en la nación del Golfo Pérsico, donde analistas estiman que una mayor presencia militar ayudará a frenar la violencia.

En la reunión en Crawford, en el sureño estado de Texas, el mandatario abordará el espinoso asunto con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice; el secretario de Defensa, Robert Gates, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Peter Pace, entre otros.

Una mayoría de la población estadounidense apoya la salida de las fuerzas de la nación árabe, en lo que influyen los casi tres mil soldados muertos y los cerca de 500 mil millones de dólares gastados en un conflicto cada día más impopular.

Bush debe anunciar el curso que dará a su política de guerra en enero, pero aún se espera que antes de finalizar el año adelante algunos de sus propósitos.

Según analistas, el mandatario no parece dispuesto a un gran cambio táctico pese a los resultados de los últimos comicios y al informe del Grupo de Estudio sobre Iraq (ISG, por sus siglas en inglés) que se pronunció por un cambio sustancial.

Hasta ahora, insiste en un plan para seguir un camino "hacia victoria", lo que se traduce en mantener su oposición a la retirada y por el contrario elevar la cifra de soldados en el campo de batalla.

Expertos coinciden en señalar que la Casa Blanca no admitirá que la invasión fue un error y pese a estar perdiendo la guerra, insistirá en buscar una victoria.

Según el ISG, Estados Unidos no debería comprometerse de forma indefinida a mantener un gran número de tropas desplegadas en Iraq, recomendación que Bush parece soslayar.

Fuente
Prensa Latina (Cuba)

Fuente: Prensa Latina, 28 de Diciembre de 2006.