Nos parece una medida acertada la rebaja de nivel de aranceles y claro que por supuesto nos hubiera gustado un mayor margen de liberación, es decir mayor cantidad de productos, como por ejemplo los que tienen que ver con el parque automotriz, autos y repuestos ya que somos uno de los países con los impuestos más altos a la importación de estos productos, nos referimos a los nuevos no a la chatarra a la que nos vemos obligados a comprar. Todavía existe un nivel un tanto alto en determinados productos que si se redujeran tendrían un impacto aún mayor en nuestra economía. En la actualidad por declaraciones del propio responsable del MEF hemos crecido este año que termina al nivel de un 7.5%, si queremos continuar e incluso superar ese nivel la rebaja de aranceles tiene un impacto directo en ello. Todo esto en evidente beneficio de la masa consumidora pues las empresas que importan los bienes de servicio deben bajar sus costos de producción y hacer más competitivos, por un lado, a sus productos y, por el otro, facilitar un acceso del consumidor a un mejor precio, beneficiándose, además, por la competitividad entre los productores que ponen sus productos en el mercado. Si por otro lado, vemos el efecto en precios finales que tendrá esta rebaja para los productos alimenticios, quienes resultan directamente beneficiados son nuevamente los consumidores, pero no solamente por la cuestión precios sino que al reducirse los mismos la población tiene una mejor posibilidad de nutrirse más apropiadamente. Es decir una política de esta naturaleza conlleva un efecto carrusel que impacta directamente en todo el factor económico. Como ejemplo, sólo tomemos lo que a la industria farmacéutica compete. La rebaja permitirá a esta industria poder importar insumos a cero (0%) de arancel, como son insumos para el proceso de producción de vitaminas y sus respectivos derivados, como también a lo que se refiere a la ampicilina y la amoxicilina que son tan necesarios para los niveles más pobres de la población en el tratamiento de las enfermedades bronco pulmonares y venéreas.

Por todo lo anterior consideramos que sería conveniente para impulsar y seguir fomentando el crecimiento económico que los aranceles que han quedado en el nivel del 12% también sean afectados con al menos una rebaja sustancial. Ello no sólo repercute en nuestro crecimiento económico sino que a la vez nos va preparando para los diversos TLC que se están por acordar y nos obliga a ser más competitivos y menos sobre proteccionistas.