El primer objetivo fue Bahía Blanca, de donde partieron rumbo a Neuquén. Luego de pasar algún tiempo junto a la comunidad Mapuche en Cutral Co se trasladarán a Mendoza, más tarde a Chile, para regresar a nuestro país por el norte, a la altura de Salta, porque según señala Sebastián, “es más económico para pasar a Bolivia”. Si es que no tienen inconvenientes en el camino, y son concientes de que semejante travesía puede acarrear problemas, recorrerán Perú, Ecuador, Venezuela, México y, de regreso, en caso de que les alcance el dinero, pasarán por Brasil, antes de regresar a la Argentina.

Según señalan, a diferencia de otros alumnos que pretenden ser estrellas de algún multimedio, se tomaron “en serio los apuntes de la Universidad”, por eso, su tesis tiene como modelo de trabajo el Informe Mc Bride, en donde, entre otras cosas, se pone en evidencia la desigualdad en el flujo de información entre países desarrollados y en vías de desarrollo, contribuyendo a la dominación cultural de los pueblos.

Detrás de ese viaje hay un trabajo metodológico serio, cuya preparación les llevó más de un año, entre libros, apuntes y finales en la facultad, un trabajo complejo que concluirá dentro de un año si es que todo sale como lo planificaron.

- Todo comenzó con un programa de radio. ¿Pero cómo surgió la idea de armar un programa que se ocupe de otros programas de Latinoamérica?

Cristian Curto.- Empezamos a preguntarnos si había otra comunicación posible. Anteriormente, yo armaba una revista en donde difundíamos lo que hacían otros medios de comunicación alternativos. Escuché los programas de radio zonales habidos y por haber. Y en la mayoría de los casos encontraba a gente que copiaba todo lo que hacían los multimedios. Se copiaba a Rock & Pop, todos querían ser los Mario Pergolini, o la FM 100, Mitre o Rivadavia. Pensamos que no había nada original. Entonces estábamos convencidos de que teníamos que construir nuestro propio discurso alternativo, nuestra propia agenda. Pero si leo Clarín como aconsejan los docentes de la facultad, cómo armo un discurso alternativo al poder. Y ahí decidimos hablar con otras radios comunitarias, y decidimos contactarnos vía mail con otras radios de Latinoamérica. Mandamos como quinientos mail. Nos respondieron treinta correos y con eso empezamos. Compramos tarjetas de teléfono y empezamos. Al principio nosotros pensamos que era una locura, pero todo empezó a funcionar. Luego empezamos a buscar a alguien que condujera el programa y ahí apareció Sebastián.

La experiencia fue superpositiva. Nos cambió la cabeza, cambió nuestro discurso y tiene su corolario con el viaje. No podés dejar pasar algunas cosas que pasan en el mundo. A partir de estas experiencias, cualquiera cambia, tu forma de ver el mundo cambia. Empezás a ver con otros ojos lo que sucede en los medios nacionales. Uno pasa de ver el programa de televisión “Bailando por un Sueño”, a profundizar sobre la resistencia del pueblo Aymara en Bolivia. La cabeza empieza a registrar las cosas de otra manera, y la experiencia es muy rica.

- ¿Cómo armaron el plan de trabajo para hacer la tesis final de su carrera con un informe tan amplio como el que realizó Mc Bride?

Sebastián Cozzarín.- Nuestro planteo de trabajo fue modificándose. A 30 años del informe Mc Bride, las cosas no cambiaron mucho. De hecho todo sigue igual. No le dieron importancia a las recomendaciones que hace, entonces decidimos hacer una investigación sobre radios comunitarias de todo Latinoamérica y vamos a tomar como contrapunto a ese trabajo. La idea es elaborar un documento que sirva como recurso, como instrumento para trabajar con políticas públicas en comunicación o como material didáctico para otros compañeros. Todo este trabajo teórico tiene su correlato empírico con este viaje que llevaremos a cabo por gran parte de Latinoamérica.

En realidad metodológicamente nuestro trabajo está planeado de manera compleja. Como el informe es muy abarcativo, no podíamos salir a tontas y a locas a hablar con la gente. Como primera medida, hicimos una hipótesis, y además una importante cantidad de sub hipótesis. Estas sub hipótesis tienen un correlato directo con los ítem del informe Mc Bride.

Por ejemplo en Neuquén vamos a trabajar con la comunidad mapuche, la relación de la radio y la identidad. El lenguaje como formador de identidad y cultura. Ahí tenemos un punto para investigar lo que queríamos investigar sobre las radios comunitarias en función del lenguaje. Para cada caso elegimos una radio. Me parece mucho más rico hacer un relevamiento latinoamericano y generar una especie de agencia, o mejor dicho, un espacio que sirva de vínculo, una especie de red de radios comunitarias, en la cual cada uno sepa qué gente hay, qué actores hay, cómo se desarrollan, y por qué… La idea es armar un informe que nos permita trabajar en base a ese material.

Quizá suene medio pedante o ambicioso, pero sucede que cuando decidimos hacer la Tesis de final de carrera con este tema, veíamos material español o norteamericano, o cosas que tenían cuarenta años de data. Y nos preguntamos ¿cuál era la situación actual de los medios de comunicación?, y ¿cómo podríamos hacer nosotros, como comunicadores, para generar herramientas de políticas de comunicación?

- ¿Cómo fue el proceso que los llevó a trabajar en función del informe Mc Bride, y por qué no, en el proceso inverso que podría desembocar en un trabajo seguro en algún multimedio?

Cristian Curto.- En realidad lo que hicimos es tomarnos enserio el material teórico que nos da la Universidad. A veces uno se pregunta cómo puede ser que quienes estudian en la Universidad, crean en el discurso de los medios de comunicación.

Por curiosidad intelectual o curiosidad profesional, creo que no podemos quedarnos con el discurso del conductor tradicional de los medios de comunicación. Con el programa de radio “Comunidad Latina” nos pasó eso: Teníamos a mano el discurso de los multimedios, pero nosotros nos preguntamos, ¿qué dirán las radios alternativas? Con bastante ignorancia, porque empezamos de cero, escuchamos y leímos radios y agencias alternativas. Curioseamos y comenzamos a ver también lo que dice el gremio, la UTPBA, y lo que dice la FELAP. Había todo un mundo con el cual trabajar.

- ¿Empezaron a desarrollar los primeros pasos de la Tesis, o se van a avocar a la redacción del trabajo completo, una vez terminado el proceso de investigación?

Sebastián Cozzarín.- En realidad ya comenzamos. Elaboramos una hipótesis de trabajo central, que puede parecer simple, pero nos llevó algún tiempo armar: Básicamente nuestro trabajo tratará de confirmar, que lo que sucedía cuando se llevó a cabo el Informe Mc Bride, sigue sucediendo en la actualidad, pero diez veces potenciado. La idea es averiguar por qué pasa, trataremos de elaborar una serie de recomendaciones para revertir la situación, y predecir qué es lo que va a pasar si las cosas continúan de esta manera y no cambian.

Cristian Curto.- En realidad la hipótesis fue forzada por una formalidad metodológica, nosotros no queríamos hacerla, porque toda hipótesis es una afirmación, y nosotros no teníamos ni afirmaciones, ni negaciones. Teníamos eso sí, un millón de preguntas, y de ahí surgieron más preguntas y sub hipótesis, y diferentes objetivos que van desde la identidad cultural hasta la actualidad legislativa, y cómo influyen las radios alternativas en las agendas de gobierno y en las agendas de noticias de los multimedios, y a partir de ahí, supongo que habrá un proceso dialéctico que se irá modificando de tal manera que el algún momento llegaremos a una conclusión, que nos convenza.

Sebastián Cozzarín.- En realidad lo que elaboramos es una hoja de ruta para que el trabajo no acabe en algo tan amplio que termine siendo ambiguo. La idea es salir a buscar respuestas, a confirmar o no nuestras inquietudes. Toda la vida nos la pasamos consumiendo medios de comunicación masivos, pero la idea es salir a buscar, tomar contacto con otra realidad, que pocas veces vemos por televisión.

Además, no sólo debemos consumir información de todo tipo, sino también generarla, ese es un derecho humano. Tenemos una idea de cómo funcionan el sistema, los medios masivos y los alternativos, pero nosotros decidimos no quedarnos con eso, queremos verlo en el campo, confirmarlo en la práctica.

- ¿Qué opinan ustedes de la objetividad en el mundo de los medios de comunicación?

Sebastián Cozzarín.- No es nuevo decir que la comunicación se toma como mercancía, pero siempre vale la pena repetirlo. Se vende la información, y consiguientemente entra dentro de la lógica de mercado. Si Aeropuerto 2000 te auspicia, vos no vas a decir que el servicio es malo. Se genera una relación extorsiva entre los medios de comunicación y las empresas. Esa relación jamás puede ser objetiva.

Desde el punto de vista del receptor, consume de manera pasiva, se anula su capacidad crítica, se lo llena de basura. Hay compañeros de la Facultad que te preguntan “qué estás leyendo”, cuando miramos algún medio alternativo. No pueden no saber lo que es, o sea, pueden estar en desacuerdo con los medios alternativos, pero no pueden no saber de qué se trata.

La comunicación no puede basarse en lo que te dice Clarín, no puede ser que nos informemos sobre lo que sucede a la vuelta de nuestras casas, gracias a lo que Clarín u otro multimedio levantó de la CNN. Eso es una locura. Ellos están en Atlanta, y desde allá nos dicen cómo nos va económicamente en Argentina.

Cristian Curto.- La objetividad en la noticia no existe, siempre hay una mirada en la selección de palabras, en la selección del discurso, en la selección de las imágenes, por el simple hecho de que somos seres humanos, de que nosotros construimos la noticia, la procesamos y creamos el material simbólico, es subjetiva toda la información. Nosotros no somos objetivos, porque no somos objetos.

Sebastián Cozzarín.- Sí hay alineamientos, hay algunos periodistas que tienen alma de fenicios, ya sea porque coinciden con el discurso del multimedia o porque se venden. El resultado es el mismo, terminan reproduciendo el discurso del sistema.

Cristian Curto.- Nosotros consideramos que la información debe socializarse. Yo me pongo contento cuando alguien reproduce algunas de las informaciones que manejamos. No importa quien tiene la primicia, sino qué es lo que se reproduce. De hecho, los dos éramos dueños de dos periódicos que se hicieron en la facultad. Teníamos buena onda, compartíamos la información, porque creemos que está mal ponerse en contra de otro medio alternativo. Si la data la tiene primero el otro, será mi obligación investigar más y profundizarla.