Y como era de esperarse, la jornada de movilización convocada para exigir al Congreso Nacional que de paso a la consulta popular se tiñó de actos violentos que fueron aprovechados por los diputados para desalojar el Parlamento, a pretexto de “falta de garantías”, reunirse en uno de los más lujosos hoteles de la ciudad de Quito para de ahí, al parecer, de acuerdo a la información que disponemos a las cuatro y treinta de la tarde, dirigirse a sesionar en la ciudad de Guayaquil.

Mientras tanto, desde la mañana, las calles de la ciudad de Quito se llenaron de miles de manifestantes que, en la mayoría de los casos, con sus radios sintonizados en las ondas de La Luna, recogen las banderas rebeldes del cambio y la justicia para rechazar la nueva maniobra de la de las empresas oligárquicas electoreras que se las conoce como ’partidocracia’.

La convocatoria fue hecha por organizaciones de trabajadores, populares, campesinas, estudiantiles, de derechos humanos, agrupaciones políticas de izquierda y frentes que promocionan la convocatoria a una Constituyente originaria y de plenos poderes.

Los marchantes fueron desde el parque Del Arbolito hasta el edificio del Congreso Nacional. Al acercarse la manifestación los diputados emprendieron una alocada fuga hacia el exterior. En esos momentos grupos de manifestantes irrumpieron en los patios interiores del parlamento y la policía usó gases para dispersarlos.

Al mismo tiempo en Guayaquil, Cuenca y otras capitales provinciales, las calles se llenaron de multitudinarias caminatas que exteriorizaron la voluntad soberana de decidir su futuro, sin intervención de los entes controlados por el pasado.

Lenin Moreno, Vicepresidente del Ecuador, sentenció que "al Congreso el derecho constituyente únicamente el pueblo se lo delega, no lo regala, no lo obsequia en forma permanente. Cuando el pueblo lo desee puede rescatarlo para sí, reclamarlo para sí, y puede ejercerlo".

Lo que pase en las próximas horas está por escribirse ante la decisión inquebrantable de la población de tener una próxima Asamblea Constituyente que de paso a la esperanza de construir un país de todas y todos, para todas y todos.