Los gravísimos incidentes con Chile, que pretende desconocer el Tratado del 29 son una consecuencia directa de la fracasada política de “cuerdas separadas” con la que se ha conducido la política exterior. El sueño que tenían quienes cediendo a todas las demandas chilenas en lo económico esperaban tener un mínimo de reciprocidad en la solución de los problemas pendientes, ha tenido un triste despertar. Para no hablar de los mercaderes o los vendepatria que apoyan esa estrategia con fines inconfesables.

Bachelet introdujo el tema del Hito 1 en el proyecto de ley y las dos cámaras del Congreso aprobaron por unanimidad el mismo. Aún así hay quienes pretenden engañar al pueblo peruano atribuyendo a manos negras la trampa en que cayó la inocente presidenta. Ha sido tal la disposición del gobierno peruano, que pensaron que también se harían los distraídos con el tema. Afortunadamente hubo una mínima reacción, con ayudas memoria y no notas de protesta (que no se han molestado en responder) pero se han apresurado en señalar que el impasse fue superado .Está allí y seguirá aunque se aplique la política del avestruz.

¿Que harán ahora? ¿seguir como si nada? Por muchísimo menos Bachelet señaló que se había roto la confianza con Argentina por una medida que tomaron soberanamente para asegurar gas para su mercado interno en detrimento de Chile!

Fracasada la política de “cuerdas separadas”, hay que actuar en consecuencia. Primero, acudiendo de una buena vez a La Haya por el tema marítimo y al garante EEUU por el tema de la frontera terrestre que se pretende desconocer. Postergar la discusión entre Convención del Mar y 200 millas para no quebrar el frente interno en estos momentos y utilizar mecanismos como el Pacto de Bogotá. Mientras eso sigue su trámite, deberíamos fortalecer el poder nacional y revisar la profundización económica bilateral

Esto implica enviar al Congreso el TLC evitando que con ese instrumento se consoliden las asimetrías existentes, el patrón norte-sur dependiente y se creen las condiciones para nuevos conflictos. Renegociar para incluir temas como el de propiedad intelectual y defensa de nuestra biodiversidad en peligro, considerando las prácticas vecinas que han implicado que EEUU los coloque en la “lista negra” de esa materia.

Descartar definitivamente cualquier posibilidad que el gas de Camisea sea vendido a Chile. Esto se quiere consumar señalando que serían acuerdos entre privados. Pamplinas! Es un recurso estratégico que debe tener otros usos (cambiar la matriz energética, industrialización) incluido canon para los gastos de defensa.

Hacer efectivo el pago del uso del espacio aéreo y cancelar cualquier renovación del uso de quinta libertad y/o acuerdo de cielos abiertos. Defender a las agencias de viajes nacionales impidiendo que se elimine su comisión.

Propiciar una activa política de Petroperú y empresas nacionales en la distribución de gasolinas que hoy se importan desde Chile, desarrollando las asociaciones inicialmente negociadas con Brasil y Venezuela. Lo mismo en el caso del gas.

Relanzar la marina mercante, potenciando el SIMA y superar las trabas y problemas para la conversión del Callao en mega puerto, neutralizando los lobbies sureños que controlan la mayor parte de los servicios allí prestados.

Es necesario tener buenas relaciones vecinales, pero eso implica resolver los asuntos pendientes por vía diplomática previamente a cualquier profundización de vínculos en otros planos. ¿Seguirá el gobierno con nuevas concesiones? Lo permitirá el país?