Señalan que en Colombia y en Cali se siente la discriminación, el racismo, la exclusión, a todo lo que tenga que ver con los afros descendientes.

Los afro descendientes se sienten excluidos de casi todo: salud, vivienda, servicios públicos, educación, la política, el mercado laboral, pero, su reclamo principal se centra en que no se les reconoce la dignidad de persona que tienen los hombres y las mujeres negras de Colombia.

A la población negra de Cali y de Colombia, no la convence el pregón que sus conciudadanos hacen de no ser excluyentes, de no ser racistas, de no tener nada en contra de los negros, porque la realidad es otra. Hay un racismo sutil, pero muy evidente. El hecho de que tengan un rol determinado, por ejemplo, el de que las mujeres negras sólo sirven para las labores domésticas, es discriminatorio, excluyente y racista.

Las negritudes del país y en especial las de la ciudad de Cali y el Valle del Cauca en general, son conscientes de que la estructura social del Valle, es marcadamente socio racial y que la subordinación de las comunidades afro en el departamento es muy notoria. Son los que tienen menos participación en todo lo que tenga que ver con el bienestar social y se duelen además de tener una larga historia de despojos, pues les arrebataron las tierras que ellos inicialmente hicieron vivibles y cultivables.

La historia de los afro descendientes siempre se ha planteado desde la esclavitud y nunca se le ha tenido en cuenta su aporte al desarrollo de la región o del país.

La sociedad en general consciente o inconscientemente ha segregado lo afro descendiente de sus entorno y siendo como lo es Cali, una de las ciudades que por territorio tiene más museos, lo negro y su cultura no se ven, tampoco hay monumentos a sus gestas, a su historia, están totalmente invisibilizados. Parecería que existe un complot social para que lo negro no tenga presencia en la ciudad.

Los afro descendientes en Cali se han impuesto una tarea y es la de que se haga visible el racismo existente como una manera de irlo eliminando. Se han propuesto, desde diferentes entidades y acciones, poner en evidencia el lugar al que se ha relegado a la raza negra por parte de los blancos y los mestizos, no como una declaratoria de guerra, sino como una toma de conciencia para que se borre del imaginario colectivo aquella idea que pareciera que sigue con permanencia en todos: que los negros no son seres humanos.