Y ni corta ni perezosa, la vieja celestina de la SIP (Sociedad Integradora de la Polución) reunida en su cenáculo anual en Cartagena de Indias (Colombia) recogió "la denuncia" e incluyó al Ecuador entre los países "en riesgo de libertad de expresión".

Ese derecho es "solo nuestro derecho"

La tendencia viene desde hace rato, en nuestros países; pero lo novedoso es que ya no se trata de disimular la defensa de un principio universal (la libertad de expresión) frente a los abusos del poder (especialmente por esas feroces dictaduras proimperialistas de no hace mucho) sino que, amparados en ese título, nadie, ni siquiera un jefe de Estado, puede llamarles la atención, criticarles, pedirles que rectifiquen, porque eso es "contrario" a las libertades de información y de opinión.

La pretensión ha venido cociéndose impúdicamente a nivel continental. Para la SIP, y su inicua Declaración de Chapultepec (a la que "nos consagraron" Mahuad, Noboa, Gutiérrez) los medios de comunicación social grandes (prensa escrita principalmente) están por sobre el bien y el mal, no cometen nunca errores ni de buena ni de mala fe y sus periodistas (los que elaboran los mensajes de acuerdo a la política empresarial del medio) solo deben regirse por su "ética" ; una ética que nadie conoce y que nadie la aplica.

Por lo tanto, un periódico que editorialmente (emisión de su pensamiento) afirma que el Presidente Correa ha sido quien ha destituido a los 57 legisladores que pretendieron interrumpir el proceso electoral convocado por el Supremo Electoral, pues no tiene porqué rectificar nada "porque esa es su opinión"

Unos reporteros que "ingenuamente" informan que el Presidente Correa ha ofrecido a los choferes profesionales rebajarles las penas por infracciones de tránsito cuando lo que había manifestado era que ofrecía atenuar las sanciones pecuniarias de acuerdo a la realidad salarial del país, esa es una "equivocación semántica" que no le da derecho al Jefe de Estado a reclamar nada a los periodistas "mediáticos". Para los sipianos, eso es irse contra la sagrada libertad de información y de opinión.

Si el Presidente Correa critica la actitud "racista y discriminatoria" de los medios, que tienen un posición "muy comedida y de respeto" cuando se trata de asuntos de los banqueros (sus financistas e inmejorables clientes publicitarios), por ejemplo, y otra, imperativa, despectiva, cuando se trata de grupos sociales como los choferes, entonces el Jefe de Estado está en una actitud "amenazante" contra la sagrada libertad de expresión del pensamiento. Y enseguida la denuncia a la SIP, a fin de que este organismo ponga al Ecuador en "posición de riesgo" frente al tema.

Pero lo que no aclaran los medios es ¿por qué, LO QUE ES UN DERECHO INALIENABLE para ellos es UNA AMENAZA si es el jefe de Estado el que lo usa? ¿por qué el Jefe de Estado no tiene derecho a criticar a un pertinaz y descarado "comunicador" que desde la influyente y manipuladora pantalla chica cuestiona y critica a su Gobierno solo porque este cuestiona a la "clase dirigente" del país?

Pienso que en nuestros países empiezan a proliferar unos "fundamentalistas" de la libertad de expresión y de información que se han declarado, por si y ante si, impolutos (perfectos, sin mancha) y que nadie tiene derecho a contradecirles ya que ellos representan "la opinión pública"; y esa opinión pública manda que "hay que hacer bulla pero calladito" como decíamos en el colegio. Algo así debió haberle pasado a la Iglesia, antes de llegar a la barbarie que fue la inquisición.

La cofradía de la SIP

Pero los impolutos de nuestros países no están solos. Desde 1943, tienen una caja de resonancia que se llama Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y que es, desde su fundación, el gran gendarme de la libertad de expresión del Continente. Desde luego, desde los puntos de vista del gran imperio del norte y desde los intereses de los "elegidos" de cada comarca que, como los antiguos mayordomos, se preocupan por vigilar que el sistema económico, político y social siga intangible, a nombre de la libertad y la democracia, y porque no se toque, ni un centavo, de sus sagrados intereses.

Por ello, los asambleístas sipianos reunidos entre el 14 y el 16 de marzo/2007, en Cartagena, no tuvieron inconveniente alguno en incorporarnos en la lista de países "riesgosos" solo por las críticas y reclamos del Presidente. Y claro, en la lista estamos junto a Venezuela y Bolivia que, "por pura coincidencia", son los países "díscolos", que están en posiciones "diferentes" Pero no fueron –no podían ser muy enérgicos- contra el anfitrión de la asamblea, Colombia, y su "seguridad democrática" que tiene varios records respecto de asesinatos de periodistas, destrucción de medios, persecución, etc. En todo caso, para Uribe y Santos (dueño de El Tiempo, de Bogotá) esos episodios son de los "bandidos narcoterroristas" y nada tienen que ver los "angelitos paramilitares", con Mancuso y Jorge 40 a la cabeza. Mas, la Corte Suprema de Justicia de Colombia ha dispuesto la busca y captura de no pocos diputados y senadores uribistas, a quienes encontró como aliados de los "paras" en sus masacres de campesinos y sindicalistas.

Para la SIP, el libreto anual ya está escrito y solo hay que articularle algunas "novedades" como el Ecuador pretendiendo ir a un socialismo siglo 21.

Contra Cuba, en primer lugar, desde hace 46 años, la "condena" anual es de rigor a pesar de que no han podido demostrar el asesinato de un solo periodista o su persecución, como en Colombia o México. Desde hace tres años, el cuento es que "25 periodistas están condenados a penas de cárcel por haber opinado contra el régimen castrista"; pero lo que no aclaran es que de los 25, apenas 3 podrían ser calificados como periodistas, los demás, cometen faltas de ortografía hasta al hablar; y que fueron condenados por mercenarios, ya que estaban a sueldo de la Oficina de Intereses Norteamericanos, a fin de organizar operaciones de terrorismo y de boicot.

Contra Venezuela, el nuevo objetivo del imperio, la gran denuncia es porque a un canal de radio y televisión Chávez ha anunciado que no le renovarán la licencia para seguir operando. Lo que los sipianos no aclaran es que esta estación es parte de la red de medios de Cisneros, un magnate no solo de medios de comunicación sino de muchas empresas venezolanas-norteamericanas, que abanderó el golpe de Estado contra el Presidente legítimamente elegido en las urnas, y que, desde el 2002, no ha dejado un minuto de decir todo lo que se les ocurre (mentiras y rumores) contra el Gobierno Chávez. Y que este jefe de estado no cerro ni clausuró ninguno de esos medios, cuando ocurrió lo que ocurrió.

A nivel Ecuador, el Gobierno – Correa y todo ese ventarrón que se orienta hacia la Asamblea Constituyente; pero asamblea constituyente que consagre principios y conquistas esenciales de la gran mayoría de ecuatorianos (equidad, justicia, educación, salud, etc.) y que destierre para siempre todo ese esquema de imposición, poder y corrupción ahora reinantes, pues deben estar conscientes de que deberán enfrentar en forma permanente toda esa verborrea mal oliente, que trata de contener cualquier cambio para el desarrollo y la soberanía de los pueblos del tercer mundo, que ese, en definitiva, es el meollo del asunto. Y para ello están los "mass media" con alguna que otra excepción.

# Portal de la UPEC (Cuba)