Los 250 mil dólares de una inusitada fianza pedida la semana anterior por la jueza Kathleen Cardone, más otros 100 mil de garantía adicional, para concederle la libertad provisional, servirían de boleto sin retorno al criminal, quien en pleno siglo XXI intenta emular al célebre Henry Houdine en habilidades para traspasar barrotes y salir volando sin que nadie lo vea.

Ante esa clara posibilidad, la Fiscalía pidió reconsideración de la fianza, pero la jueza lo rechazó el martes último y su decisión pone en libertad condicional a Posada Carriles, quien se encuentra detenido desde mayo de 2005, hoy en una cárcel de Nuevo México, Estados Unidos, y enfrenta solo cargos por fraude migratorio y otro por testimonio falso.

El juicio está fijado para comenzar el próximo 11 de mayo en un tribunal de El Paso, Texas, pero el abogado Arturo Hernández, principal representante de la defensa, confirmó que los trámites para la presentación oficial de la fianza serían concluidos a más tardar mañana jueves.

La libertad bajo fianza solo podría evitarse ahora a través de una urgente iniciativa del Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que conllevaría certificar oficialmente el historial terrorista de alta peligrosidad de Posada Carriles.

Aducen expertos que si sucede lo último, echaría a andar la cuenta regresiva del plazo que fija la ley para juzgar al terrorista por la caracterización delictiva declarada, y esto no le conviene al clan Bush y a otros de su misma ralea, porque Posada pudiera confesar los muchos secretos que guarda en sus neuronas.

Y es esa la jugarreta que expone las alternativas que maneja la administración de W. Bush, única responsable del circo armado: dejar que el viejo gladiador de innobles propósitos huya del país, fenezca en prisión, o concederle el perdón solo al final de la jornada presidencial de W. Bush en 2008, quien así estaría imitando "la buena obra" de su papá cuando fue Presidente y perdonó al criminal Orlando Bosch, a quien convirtió en vecino de Miami.

Solo de la Casa Blanca podían proceder las instrucciones para el fallo dictado por las jueza Cardone concediéndole la libertad bajo fianza a Luis Posada Carriles, apunta un artículo del presidente cubano, Comandante en Jefe Fidel Castro, publicado este miércoles en los diarios Granma y Juventud Rebelde.

Añade el Líder cubano: "Fue el propio presidente Bush quien eludió en todo momento el carácter criminal y terrorista del acusado. Se le protegió imputándole una simple violación de trámites migratorios. La respuesta es brutal. El gobierno de Estados Unidos y sus instituciones más representativas decidieron de antemano la libertad del monstruo".

El abogado José Pertierra, representante de Venezuela en la solicitud de extradición del criminal, estima que la solución al interminable circo es que el gobierno norteamericano honre compromisos internacionales y lo envíe a la nación sudamericana para que lo juzguen allí por sus delitos pendientes.

Todo el mundo sabe que Posada se fugó de una cárcel venezolana en 1985, donde esperaba sentencia por su participación en el sabotaje a una nave de Cubana de Aviación en la cual perecieron 73 personas, y se recuerda también la forma en que él y otros cómplices se fueron volando de una cárcel en la que cumplían delitos por intento de asesinato al presidente Fidel Castro durante un masivo acto en la universidad local.

Ambas operaciones escapatorias se hicieron mediante la compra de voluntades a carceleros, funcionarios y una presidenta panameña corrupta, la señora Mireya Moscoso, quien vendió un indulto ilegítimo al término de su mandato, pagado todo con dinero sucio de la mafia anexionista que se hospeda permanentemente en Miami con la complacencia del clan Bush. Pertierra considera que en la base de este estira y encoge jurídico podría estar la intención oficial de pulsar la opinión pública para apreciar reacciones ante el anuncio de la liberación del terrorista.

Lo que sí está muy claro es que el gobierno de W. Bush continúa expuesto al ridículo más absurdo en su política oficial, porque no es consecuente con las apreciaciones que obligatoriamente ha hecho la Fiscalía en relación con la condición terrorista de Posada, y sin embargo no lo procesa como tal, solo por entrada ilegal a USA.

Llama la atención que una prensa tan achispada como la norteamericana no explote este ángulo de explícita doble moral. Para los cubanos esa realidad es altamente indignante, pues mientras la Fiscalía Federal dice que Posada es terrorista, pero no lo encausa como tal, también alardea de demagogia demencial al mantener a Cinco patriotas encarcelados, precisamente por luchar contra el terrorismo.

Para cualquier persona con mediana inteligencia está clara la demagogia del discurso gubernamental estadounidense cuando René González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero siguen prisioneros, increíblemente condenados a penas que suman cuatro cadenas perpetuas más 77 años de prisión, por alertar sobre acciones terroristas.

En todo caso, como acaba de indicar el Comandante en Jefe Fidel Castro, el próximo Primero de Mayo el pueblo cubano exteriorizará sus sentimientos a los trabajadores y a los pobres del mundo.

Agencia Cubana de Noticias