Hoy, que en el mundo, millones de mujeres son sometidas por el Imperio a atravesar calvarios similares, cuando se bombardean poblaciones enteras, perversamente, en nombre de la democracia.

Hoy, que millones de seres humanos padecen hambre, enfermedades evitables y que a millones de personas se las condena a la oscuridad del analfabetismo, sabemos que la pelea de los que faltan y de los que decidimos continuar su lucha no ha terminado.

Vaya, entonces en esa continuidad, nuestro fraternal reconocimiento.