La superficie afectada será del tamaño aproximado de un estadio de fútbol, que irá desplazándose a medida que avance el vehículo presidencial.

El efecto perseguido es que los teléfonos situados cerca de George Bush no puedan realizar ni recibir llamadas, evitando de esta forma que puedan ser utilizados como dispositivos iniciadores de un atentado terrorista.

Según el diario Sidney Morning Herald, no es la primera ocasión en que se utiliza el sistema: ya se aplicó en el año 2005, cuando Bush visitó a Corea del Sur para participar en otra cumbre regional.

¿El riesgo es tan real que exige tomar medidas como ésta? ¿Es una medida efectiva? Yo pongo en duda que la medida sirva realmente para algo.

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