Desde enero de 1994, el desfasaje de los ingresos asciende a marzo último al 92,92 por ciento en promedio, aún con los ajustes otorgados por la empresa. La pérdida acumulada promedio asciende desde esa fecha a unos 90.000 pesos argentinos per cápita (unos 23.000 euros).

Esta brutal caída del poder adquisitivo ocurre, además, en momentos en que las empresas privadas argentinas otorgaron en promedio ajustes del 132,3 por ciento, desde diciembre de 2001 a marzo de este año.

Es oportuno agregar que la feroz devaluación del peso argentino en 2002 frente a las monedas duras como el dólar o el euro, redujo de hecho los costos laborales de ANSA en Buenos Aires al 25/30 por ciento de los niveles históricos. Es decir, los costos se redujeron a la cuarta parte.

La huelga se decidió después de casi tres años sin recomposiciones salariales, ni voluntad de diálogo por parte de la empresa.

La asamblea adhiere, además, a la preocupación de los colegas italianos de ANSA Roma respecto del anuncio de un recorte de personal, ya que una situación similar se vivió en el servicio latinoamericano a fines de 2006, como oportunamente denunció esta central junto con la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).

Por otra parte, respalda el pedido de transparencia de la Redacción para el Exterior y la Redacción de Asuntos Internacionales de Roma sobre los "ingresos por convenciones con el Estado y contratos de distinta naturaleza con entes públicos" y el modo en que son administrados.