La hegemonía mediática percibe que está siendo desplazado su sistema despótico y de control del Estado.

El poder posee cierto matiz de diablo y dios: la invisibilidad. A la inversa, sus exponentes son generalmente imágenes de exposición protagónicas, entran y salen en todos los escenarios.

Cuando estas representaciones políticas decaen, el poder asume directamente su papel y aparece.

Entonces, actúa una regularidad desde la segunda posguerra.

Primero se insolenta un sector de medios; si falla, se enciende el aparato especulativo en su diversidad.

Al final, las multilaterales fraguan desde bombardeos financieros hasta ejercicios desestabilizadores e invasiones democratizantes.

En América Latina, la fragilidad de los partidos políticos obligó intermitentemente al poder a asumir funciones golpistas o electoralmente fraudulentas.

El 13 de abril de 2002, RCTV habría callado durante más de 20 horas, después de haber azuzado el golpe del día 11. Su silencio se refería a la restitución de Hugo Chávez en la Presidencia.

En los últimos años, se juntan, además momentos de descomposición de las multilaterales cuya debilitada autoridad en el mundo admite desde su interior la merma de eficacia en el control de Estados y recursos sudamericanos.

Fue entonces que RCTV se volvió visible como vértice multimedia de poder. La adhesión internacional y la desesperación por miedo a no ver más allá de la apariencia, demuestran que no está en juego un cambio de funcionarios ni la libertad de expresión ni el debido proceso en dar por concluida la concesión a RCTV, canal de telenovelas de la mayor audiencia, sino un cambio de poder.

Eso lo sabe la SIP, protectora de intereses en decadencia.

Curiosamente, la OEA actual también lo sabe, pero cae en cuenta que debe reaccionar con prudencia.

Hugo Chávez no es solo la palabra que inaugura un nuevo discurso, sino el líder de una nueva organización social en tránsito a la sustitución del viejo poder que hizo de Venezuela un Estado subordinado.

Hoy, las fuerzas del anciano sistema en retroceso enfrentan al pueblo movilizado y a un ejército unido a él.

Además, está en marcha la recuperación por parte de la Nación venezolana de sus recursos más importantes, la materialización de una política integradora que convierte a Sudamérica en espacio de formación de un nuevo paralelogramo de fuerzas, cuya resultante podría negociar en términos distintos al simulacro que se impuso a los Estados sumisos del continente.

El papel que tuvo RCTV, con otros nombres y con la misma función, está presente en los mass-media que integran el poder en diversos países del continente.