El gobierno a través del presidente de la República y de su Canciller se ha decidido por enfrentar el tema de la delimitación marítima con Chile acudiendo a la más alta instancia internacional para definir la situación, la Corte Internacional de Justicia de La Haya, organismo del cual ambas naciones somos parte. Esta muy bien la decisión adoptada máxime si se ha tratado por todos los medios posibles de llegar a un entendimiento por la vía bilateral en la negociación directa y por los canales diplomáticos tradicionales como por la diplomacia presidencial sin éxito, y para evitar un deterioro en las relaciones de otro tipo (económico, comercial y cultural) la actitud es la más correcta. Ir a un organismo supra nacional para someter el tema del diferendo es una política acertada pues no se le permite espacio a los halcones para que puedan torpedear los otros acercamientos que se están desarrollando con el vecino país del Sur. Se evitan los recelos y las actitudes agresivas que realmente no llevan a nada. Evidentemente que la Cancillería peruana deberá contratar con Estudios de abogados especializados en el derecho internacional, especialmente el referente a límites, ya sean estos marítimos y terrestres. Debemos asesorarnos debidamente. Aunque no nos cabe la menor duda que dicho asesoramiento ya se debe haber tenido, al menos para las fases iniciales del proceso, pues el Canciller es un profesional de la diplomacia y sabe lo que está haciendo. Asi como nuestro gobierno utiliza los servicios de White&Case (Bufete de abogados de New York y el más prestigioso en temas de arbitraje) para casos en los cuales se requiere de nuestra defensa en el ámbito económico comercial, igualmente puede conseguir el apoyo de los Bufetes especializados sobre el tema que nos ocupa. Definitivamente, si deseamos avanzar en un proceso de integración regional no pueden subsistir entre las partes involucradas, problemas de carácter limítrofes, pues ellos representan siempre una cuña que en el fondo impide cualquier avance o desarrollo en el sentido integracionista. Por otro lado también nos parece excelente que el gobierno se haya decidido de una vez por todas a realizar el esfuerzo de repotenciar la capacidad de nuestras fuerzas armadas que en realidad se encuentran en situación crítica en lo referente a nuestras propias capacidades de defensa territorial. Es un hecho que si una nación se encuentra con su potencialidad defensiva en la dimensión de ser disuasiva su acción diplomática tiene una mayor opción de acción. Ello es un elemento de lógica.