Esto amerita unas opiniones.

I.-

En el Movimiento Independencia, Unidad y Cambio, Miuca, consideramos las siguientes:

1.- Estos procesos expresan, sin duda alguna, un paso de avance de las ideas progresistas en América Latina, valorando especialmente, que niegan una situación en la que las propuestas neoliberales y la privatización se impusieron desde los años de 1980s en esta parte del Continente. El neoliberalismo supuso y todavía supone elpredominio de las ideas conservadoras, la negación de los derechos fundamentales de os trabajadores, la entrega del patrimonio y soberanía nacionales al imperialismo, entre otras cosas.

Desde el punto de vista ideológico, se trató y todavía en mucho se trata de la pretensión del imperialismo y las oligarquías a su servicio de que la humanidad había llegado al “fin de la historia”, y de que el Estado liberal alcanzado, consumaba la etapa final en el desenvolvimiento social y político de los pueblos.

Con relación a ese estado de predominio del conservadurismo, los procesos que tienen lugar en América Latina, expresan un punto de avance, por lo que damos nuestra solidaridad a los mismos.

2.- Lo que se da en llamar Izquierda en la realidad latinoamericana actual, es una diversidad de posiciones. Por ejemplo, la Revolución Bolivariana, expresa una radicalidad mayor que lo que observamos en los otros países donde se dice gobierna la izquierda, valga decir: Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Nicaragua, y en entre estos últimos, también hay niveles diferentes de consecuencia en la asunción de proyectos de cambios políticos y sociales.

Es decir, que no se puede hablar de una izquierda, sino de diversas tendencias de izquierda en América Latina. Cosa que no es de extrañar, porque efectívamente siempre ha habido corrientes diversas en la izquierda, que van desde una izquierda reformista, que se propone mejorías en las condiciones políticas y de vida de los pueblos; hasta una izquierda marxista- leninista que postula por un cambio radical en las estructuras políticas y sociales.

3.- Una cosa positiva de este proceso, es el haber contribuido a poner en debate la propuesta del Socialismo. Sea o no socialismo lo que en realidad proponen, es importante que algunos de los gobiernos de América del Sur hayan puesto este tema en debate, porque desde la caida del Muro de Berlín esa palabra fue satanizada. Hoy la palabra socialismo comienza a llegar a los oidos del pueblo y de los trabajadores, sin que estos la vean como algo despreciable.

4.- El Miuca se inscribe en la corriente de izquierda antiimperialista consecuente; es una organización que postula una política que apunta a terminar con el dominio del imperialismo, especialmente el norteamericano, en nuestro país. Considera que mientras la República Dominicana siga siendo un país dependiente, neocolonial, es imposible llevar a cabo las transformaciones sociales, económicas y políticas que ha reivindicado el pueblo desde que se organizó en República el 27 de febrero de 1844.

El Miuca no descarta la conquista de reformas. Incluso lucha por reformas. Es el caso de una Constituyente por voto popular para reformar la Constitución de la República; pero no es ese su fin. Busca acumular fuerzas a través de la lucha por las reformas, pero su propósito es contribuir a echar abajo el dominio neocolonial.

Desde estas opiniones, abordamos la cuestión de la izquierda en América Latina. Valoramos lo que en cada momento histórico contribuye a impulsar el proceso revolucionario hacia delante. Apoyamos lo que tenga de progresivo. Igual guardamos reservas y, dependiendo de las circunstancias históricas, criticamos o denunciamos de manera abierta, lo que tengan de conservador o de inconsecuencia.

Frente a la oligarquía rancia del Ecuador, nos parece que el presidente Correa y sus circunstancias merecen solidaridad. Pero, queremos mucho más que lo actual para los pueblos de este país. Igual, frente a los despropósitos de la oligarquía en Bolivia, defendemos a Evo Moralez, pero queremos más de ese gobierno para el pueblo. Con el presidente Lula de Brasil, expresamos un entusiasmo en los primeros momentos de su primer gobierno, pero ese entusiasmo es decreciente, en función de muchas políticas de compromiso con el FMI. Lo propio, con el Frente Amplio de Uruguay.

II.-

Los procesos de cambios ocurridos en otras partes de América Latina, siempre han impactado en nuestro país y viceversa. En ese entendido, y dado el hecho de que en este momento histórico ocurre una nueva Onda de cambios progresistas en esta parte del Continente, consideramos importante abordar la racionalidad teórica que los explica; además de los momentos más trascendentes de estos procesos y lo que cada uno ha tenido de singular.

Valorar la singularidad de cada momento es esencial, para generalizar experiencias, adoptar lo positivo y descartar lo que no nos sirva.

De tal manera, exponemos tres cuestiones.-

1.- La teoría del eslabón más débil de la cadena imperialista. El Leninismo superó la idea clásica de la revolución formulada por Marx y Engels. Como se sabe, estos actuaron en la era del “Capitalismo de la libre concurrencia”, o Premonopolista, y en función de esa realidad, plantearon que la revolución tendría lugar de manera casi simultánea en aquellos paises considerados desarrollados. Esa idea alentó la práctica revolucionaria durante un largo tiempo.

Pero Lenin, que actuó en la etapa imperialista del capitalismo, observó que aquella idea había sido superada y que era posible hacer la revolución en aquellos países más débiles dentro de la cadena de la dominación imperialista. La Revolución de Octubre en 1917, se hizo en la Rusia zarista, que entonces hacía parte del eslabón más débil de la dominación imperialista. Hoy es claro que es posible hacer la revolución en un país, región, o grupo de paises.

En esto es importante destacar la dialéctica del pensamiento. Si Lenin se hubiera mantendido esclavo de las palabras de Marx y Engels, la revolución no se habría realizado en Rusia, ni en otros países. El Marxismo es una ciencia viva, cambiante, que analiza la realidad cambiante. “El Marxismo es el análisis concreto de la realidad concreta”, dijo Lenin.

2.- En la historia latinoamericana y particularmente del Caribe, se ratifica esta teoría y vale la pena enunciar momentos importantes y destacar lo singular de cada uno de ellos:

 El Grito de Capotillo y la Guerra de la Restauración, contra el viejo colonialismo español en República Dominicana, continuó con el Grito de Lares en septiembre de 1868 en Puerto Rico (Betances escribió en enero de ese año, en Santo Domingo, las lineas de la Constitución que propondría al Estado boricua); y luego con el Grito de Yara en Cuba (Céspedes) en octubre de ese mismo año.

 En los años de 1950s, hubo una Onda focalizada en El Caribe, que se expresó en el triunfo de la Revolución cubana, en 1959, y de la que hizo parte la Guerra de Abril de 1965. Antes habían caido dictaduras como la de Pérez Jiménez en Venezuela y la de Pinilla en Colombia.

 En 1970s, se produce la Onda de Centroamérica, en la cual triunfa la Revolución Sandinista en Nicaragua y avanza la revolución en Guatemala y en El Salvador.

4. Ahora, en América del Sur, se produce otra Onda. Liderazgos de amplias bases sociales y políticas han llegado al gobierno por la vía electoral.

Teníendo en cuenta estas enseñanzas, es nuestro gran interés avanzar en la República Dominicana. A ese fin, alentamos un proceso de unidad progresista y de izquierda, que por una parte, impulsa la lucha de masas, y por la otra, procura constituir un Frente Político Progresista y de Izquierda para participar en las elecciones del 16 de mayo del 2008, con una candidatura presidencial, programa político y campaña electoral únicos.

9-13 julio, 2007.-