Durante el gobierno de Vicente Fox, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) erogó más de 2 mil millones de pesos en la formación de sus dirigentes. Del total del presupuesto asignado a la educación militar, más del 50 por ciento se destinó a las instituciones castrenses de elite, entre las que destaca el Colegio de Defensa Nacional (CDN), donde se capacita principalmente a los líderes del Estado Mayor del Ejército.

En el CDN estudia anualmente apenas una treintena de mandos que tiene a su cargo, de manera primordial, la preservación de la seguridad nacional. Se trata de una institución que nació durante el sexenio de José López Portillo, cuando éste dijo que los problemas de México estaban solucionados gracias a los yacimientos de petróleo y que únicamente restaba “administrar la abundancia”.

El objetivo del Colegio era preparar a las fuerzas armadas para defender a un país que “de manera inminente” se convertiría en “potencia regional”, según las proyecciones del lopezportillismo.

A lo largo del sexenio pasado, el organismo educativo se mantuvo como “la cúspide educativa” del Ejército Mexicano –a decir de un especialista en seguridad nacional, José Luis Piñeyro– y, junto con las demás instituciones castrenses que imparten educación superior, absorbió la mayor parte del presupuesto destinado a la educación militar.

La política educativa de las fuerzas armadas no varió con la llegada de Felipe Calderón Hinojosa a la Presidencia de la República. Según el Presupuesto de Egresos de la Federación –publicado el 19 de enero pasado–, este año se destinarán a la educación militar 612 millones 419 mil 159 pesos, de los cuales 337 millones 494 mil 424, el 55.1 por ciento, serán ejercidos por la Dirección General de Educación Militar y Rectoría de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea, la “unidad responsable 115” de la educación superior.

De acuerdo con información entregada a Contralínea por la Unidad de Enlace de la Sedena –a través de la Ley Federal de Acceso a la Información Pública–, la Dirección de Educación Militar ejerció, de 2002 a 2006, mil 819 millones 520 mil 198 pesos. El gasto total durante el sexenio pasado superó los 2 mil millones de pesos.

Educar a los mandos castrenses

El Colegio de Defensa Nacional imparte una sola maestría: Administración militar para la seguridad y defensa nacionales. Además del grado académico, otorga diploma a los tres promedios “más altos” de sus egresados, según el documento de respuesta a la solicitud 0000700060707 elaborado por la Sedena.

José Luis Piñeyro, maestro en sociología por la Universidad de Roma y especialista en seguridad nacional, explica que en el Colegio “se pretende generar una mentalidad estratégica en la burocracia militar y civil del Estado que sea capaz de mantener la integridad territorial, política e institucional del país”.

Por su parte, Guillermo Garduño señala que el CDN se ha convertido en la escuela de mandos de las fuerzas armadas. El doctor en sociología dice que los estudios no sólo son de inteligencia, sino que están orientados a formar dirigentes. A decir del especialista en seguridad nacional, la mayoría de los egresados se integran al estado mayor del Ejército.

La maestría se cursa en un año. De 2001 a 2006 egresaron 192 alumnos, es decir, alrededor de 32 alumnos por ciclo escolar. El “objetivo general” del posgrado es “preparar a personal de las fuerzas armadas mexicanas y de otras dependencias gubernamentales para el estudio metódico y analítico, continuo y profundo de todos aquellos aspectos que permitan el eficaz desempeño de funciones de alto nivel de decisión, relacionadas con la seguridad y defensa de la nación”.

De acuerdo con el plan de estudios de la maestría, el alumno del CDN egresa con cuatro “características generales”: aptitud para planear, coordinar, “materializar” y evaluar proyectos estratégicos sobre seguridad y defensa nacionales; capacidad de analizar “la situación” nacional e internacional; competencia para participar en la toma de decisiones en asuntos de seguridad y defensa nacionales, “formando parte de órganos multidisciplinarios” y, eficacia para desempeñarse en puestos de dirección y asesor en “asuntos relacionados con la seguridad y defensa nacionales”.

“Inteligencia”, la prioridad

El programa del curso está integrado por 17 materias curriculares y cinco extracurriculares. Casi todas se aprueban luego de haber concluido el 60 por ciento de los créditos de manera “práctica” y el 40 restante, “teórica”.

Las obligatorias son: liderazgo estratégico; definiciones y conceptos de la seguridad nacional; evolución histórica de México; teoría del Estado; situación política nacional; situación económica nacional; situación social nacional; situación militar nacional; situación internacional; nuevos factores en la agenda de la seguridad nacional; administración para el desarrollo nacional; diagnóstico de la situación nacional e internacional; el poder nacional; seguridad nacional; defensa nacional; la guerra, y movilización y desmovilización.

De entre los objetivos de la asignatura “la guerra”, se destaca el interés por “las diversas manifestaciones de la guerra irregular”, concepto aplicado generalmente a las hostilidades contra las guerrillas y las comunidades aledañas a su supuesto campo de acción, en las que se emplean métodos militares, políticos y sicológicos.

Sobre la materia “defensa nacional”, que se cursa casi al final de la maestría, el documento señala que tiene como objetivo “el planeo estratégico de defensa nacional para enfrentar las amenazas detectadas en el diagnóstico de la situación nacional e internacional que impidan o limiten la consecución de los objetivos nacionales, mediante el empleo del poder nacional y apoyándose en las políticas militar, de defensa, doctrina militar y doctrina de guerra de México” (sic).

“Situación militar nacional” es la asignatura reservada a “evaluar la problemática existente en el campo militar”; mientras que en “evolución histórica de México” se establece lo que el Ejército considera “las aspiraciones, intereses y objetivos nacionales”.

Las disciplinas extracurriculares son: curso de ambientación; curso propedéutico; inglés básico I; inglés básico II; inglés nivel medio; educación física I; educación física II, y tiro. El objetivo del curso de tiro es que el alumno adquiera “las técnicas de un buen tirador, efectuando sus disparos con eficiencia y seguridad”.

El programa también contempla 20 horas de “intercambio académico” con el curso Mando superior y seguridad nacional, impartido por el Centro de Estudios Superiores Navales, de la Armada de México y dos “viajes de estudios”, de los cuales uno es de carácter internacional.

“Estos viajes permitirán a los cursantes obtener información de interés sobre aspectos políticos, económicos, sociales y militares de nuestro país y de otras naciones, encuadrándose los viajes mencionados en la materias Situación militar nacional y Situación internacional”.

Además, “para complementar la materia de Seguridad Nacional, se considerarán cinco horas para una visita al Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional, organismo descentralizado de la Secretaría de Gobernación), la cual permitirá a los cursantes establecer un marco comparativo entre los conocimientos teóricos y el contexto real de seguridad nacional que se materializa en dicho centro; al término de la actividad los cursantes propondrán las recomendaciones pertinentes”.

Civiles, sólo por recomendación

Quienes pueden ingresar al CDN son, primordialmente, militares; pero también pueden hacerlo marinos y, eventualmente, algún civil luego de ser propuesto por un secretario de Estado.

Los requisitos que debe cumplir el personal del Ejército y Fuerza Aérea es haber egresado de una escuela militar de formación; tener, como mínimo, el grado de coronel –uno antes de alcanzar el de general–; haber acreditado previamente el curso de mando y estado mayor, y haber ejercido el mando de unidades.

Los aspirantes pertenecientes a la Armada deben ostentar, como mínimo, el grado de contralmirante o capitán de navío; ser diplomado de estado mayor y haber ejercido el mando de unidades de superficie.

Por su parte, los civiles deben contar con una licenciatura; ser propuestos por el titular de una secretaría de Estado, en la que deben desempeñarse, al menos, como subdirectores de área.

“Es bueno que existan este tipo de colegios en México. Si algo hace falta en el país son personas con preparación estratégica”, dice José Luis Piñeyro. Sin embargo, los egresados del CDN no son los que toman las decisiones.

“Sin ocupación militar, extranjeros se apropian de los recursos naturales, de las vías de comunicación ferroviarias y la minería. Incluso, con seguridad, egresados del Colegio han alertado a los gobernantes de la pérdida de soberanía alimentaria; pero el poder Ejecutivo ni siquiera ha incluido el tema en la agenda nacional de riesgos”, concluye el académico.

Presupuesto de la Dirección General de Educación Militar y Rectoría de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea (2002 a 2006)

Año Monto

2002 349 millones 536 mil 9 pesos

2003 371 millones 20 mil 895 pesos

2004 350 millones 38 mil 466 pesos

2005 370 millones 674 mil 390 pesos

2006 378 millones 250 mil 438 pesos