Cerca de un millar de delegados de las 22 comunidades de la nacionalidad Awa, visitaron Quito por primera vez en julio pasado. Unos cargados niños y otros víveres y lanzas, caminaron cuatro días hasta llegar a la gran ciudad para hacer conocer al país que están dispuestos a defender su territorio y cultura ancestrales de cualquier amenaza.

Han formado la Federación de Centros Awa del Ecuador, con un gobierno autónomo, leyes, idioma y cultura propios, se dedican a la caza, pesca y siembra, como en sus inicios, todo a fin de defender su historia y territorios y fortalecer su unidad para contrarrestar las fuertes presiones que recibían y reciben de varios grupos de colonos, madereros y palmicultores que pretenden apoderarse de los bosques protegidos de la zona norte de Esmeraldas, denunció Orlindo Nastacuáz, Presidente de la Federación.
Para este dirigente indígena, los traficantes de tierras vendieron terrenos en San Lorenzo por un poco de dinero y promesas de empleo permanente en la extracción de madera y el cultivo de palma; cosa que nunca ocurrió.

El conflicto inicia en marzo del año pasado (2006), cuando la Ministra de Ambiente, Ana Albán, adjudicó a la Federación Awa 99 mil 336 hectáreas de bosque, y en este año, el 12 de enero (2007), a petición del dirigente Afro, la misma ministra autorizó que parte de este territorio esté bajo un régimen de co-manejo, entre los Awa y los Afro; algo que no existe en las leyes ni en la Constitución vigente. Decisión que golpea y altera la vida de las comunidades indígenas Awa, que sobreviven sin contaminación ambiental y cultural por más de 1600 años en su territorio, aislados de los mestizos y de la globalización que domina el resto del país.

Nastacuaz, aclara que este conflicto no es un problema inter étnico, como la ministra y el dirigente Afro han hecho aparecer ante la opinión, este conflicto es erronea decisión de la ministra al pretender tocar parte de los territorios protegidos y de propiedad Awa.