La Unión de Artistas Populares del Ecuador (UNAPE) realizó una intensa actividad cultural en la ciudad de Guayaquil, con motivo de la reunión de su II Congreso Nacional. En el Paseo Colón del Barrio Las Peñas, durante los días 6 y 7 de Junio, se llevó a cabo una Feria de las Artes Populares, con la participación de los artistas populares asistentes al Congreso; en esta Feria se expusieron trabajos de pintura, máscaras, títeres, libros de poesía, novela, ensayo, trabajos discográficos y artesanías de las diversas regiones del país.

El viernes 8, desde las l6h00, en el Coliseo Abierto del mismo barrio, se llevó a cabo el Festival Artístico “Nuestras Voces por la Patria Nueva”, en el que hubo presentaciones de música y teatro popular, grupos de danza y canción folclórica.

El grupo que más entusiasmó al inmenso público y, en consecuencia, el que por más tiempo estuvo en el escenario, respondiendo a los aplausos insistentes, fue el de música afro “Ensamble de Marimba y Clarinete”, procedente de Esmeraldas. La variedad y riqueza de su expresión musical conquistó al público, especialmente llamaron la atención los solos de clarinete, interpretados por el artista colombiano, residente en Esmeraldas, Edson Antonio Perea Palacios, quien deslumbró al publico con su actuación.

En medio de la euforia del público, OPCION pudo realizar una breve conversación con el artista colombiano. Aquí está su testimonio:
“Soy músico de profesión y de carrera; licenciado en Pedagogía Musical, con énfasis en Historia del Arte, graduado en la Pedagógica Nacional de Colombia; nací en el Departamento del Chocó, conocido como tierra de músicos, tierra mestiza de negros calientes. Hago música desde los siete años, empecé a tocar flauta, piano y más adelante, a través del saxofón, pasé al clarinete, instrumento fundamental con el que me he quedado. Cuando entré al Conservatorio para estudiar música, yo ya interpretaba todos los instrumentos que he nombrado, incluso la guitarra; yo terminé el bachillerato a los l8 años e inmediatamente ingresé al Conservatorio para hacer la carrera musical”.

  ¿Por qué te quedaste con el clarinete?
 Primero, porque tenía una inclinación de sangre y de cultura, ya que el clarinete es el instrumento fundamental de mi tierra, el Chocó; en él se puede interpretar todos los ritmos que quedaron asentados en la costa. El Chocó está en la costa del Pacífico, en el centro norte de la costa colombiana”.

- ¿Por qué fuiste a Esmeraldas?
 Yo fui a Esmeraldas porque sabía de esa tierra, por su música y por su tradición, y además porque en una canción que interpretaba el grupo Guayacán, de mi tierra, se mencionaba mucho a Esmeraldas; por eso quise conocerla, una vez por casualidad fui a Esmeraldas de gira con una orquesta y me enamoré de esa tierra de gente amable, acogedora, hospitalaria; entre las personas que conocí entonces estaba la que es mi mujer, la mamá de mis hijos, era esmeraldeña y ella hizo que me quedara en Esmeraldas”.

 ¿Cómo te vinculaste a la marimba esmeraldeña?

“Cuando llegué a Esmeraldas venía de Buenaventura, Colombia, que es parte del valle del Cauca, allí viví diez años y trabajé como profesor; en Buenaventura también se utiliza la marimba como un instrumento típico, entonces cuando vine a Esmeraldas me encontré con costumbres parecidas y por eso fue fácil el acercamiento. En Buenaventura ya tenía la idea de hacer la fusión de los instrumentos típicos que identificaban a la costa del Pacífico con la costa occidental de Colombia, con esa idea, inclusive, realicé una grabación con el grupo colombiano que se llama Bucajá con el que viajamos a Europa; cuando vine a Esmeraldas encontré la marimba y pude hacer realidad la idea y logré la fusión de la marimba con el clarinete, interpretando la música rítmica del Chocó y la música rítmica de Esmeraldas, que son las mismas. El grupo fue creado hace cinco años con los auspicios del Centro Cultural del Banco Central del Ecuador y del Municipio de Esmeraldas y yo estoy tocando con ellos desde entonces”.
“El grupo ha logrado una gran aceptación por parte del pueblo de Esmeraldas, lo que ha demostrado que la gente sabe apreciar esas fusiones. La fusión la hemos hecho con un aire de jazz, lo hemos denominado “Marimba en clave esmeraldeña” o “Jazz en clave esmeraldeña”. Sin abandonar las raíces, hemos tomado los ritmos propios: el andarele, la caderona, los ritmos de bambuco, de currulao, de porro, hemos tomado los mismo ritmos que se interpretan con la marimba y el clarinete, y los hemos juntado dándoles un ritmo de jazz, por eso se le ha denominado “jazz afroecuatoriano”, que es hacia donde va la característica de este grupo de marimba y clarinete.