El humor ha superado largamente la mayoría de edad, casi que podría contársela en paralelo a la edad de la historia misma. No podremos saber con qué episodio se habrá desatado la más contagiosa tentación entre nuestros hermanos cavernícolas, ni quién estrenó la más sonora carcajada, sorprendiéndose a sí mismo a causa de ese estallido que trepaba desde sus tripas y que le forzaba a abrir la boca para salir expulsado.

El nacimiento de la escritura, en cambio, hizo posible el rastreo que el afán documental procura para encontrar retruécanos, chistes, chanzas, burlas y otras agudezas.

En la actualidad, bajo el imperio de la industria del entretenimiento el humor sirve como instrumento que orienta los vaivenes de la risa mediática: la carcajada del discurso único. Podría afirmarse, para que las mayorías pasivas sepan de qué reírse.

Eduardo Maicas y Miguel Rep, dos trabajadores del humor en diferentes medios hacen su aporte al planteo de Movimiento Continuo.

Eduardo Maicas: ¿La risa, un remedio infalible?

“Con este título, desde hace muchos años, una revista distrae a sus lectores. Este concepto de soberbia anidó en quienes necesitan sostenerse en el poder utilizando un bufón. La risa no debe ser un remedio infalible ni el humor un hecho compulsivo... El verdadero humor con una risa serena tiene el compromiso de abrir los ojos de la gente y no de acallar sus dolores con carcajadas estridentes. Una vez más, el remedio puede ser peor que la enfermedad”.

Miguel Rep: Es liberador o no es nada

“Mi modesto aporte al humor, aparte de ejercerlo, es decir que éste debería ser liberador o no ser nada. El humor liberando situaciones solemnes, anquilosadas, cristalizadas, angustiosas. Últimamente se utiliza mucho el lenguaje humorístico para quedar políticamente flexibles, cancheros desde el poder, o en la publicidad, en un 90 por ciento de los avisos. Eso no es humor: el humor libera, no psicopatea para vender un producto, ni para que las instituciones y los políticos queden agradables. El humor desarma eso, toda impostación. Debería, bah!. Pero, parece que los consumidores del humor se olvidaron de lo que esperaban de él, y creen que los avisos tienen humor, y algunos mafiosos, también. Toman la forma, no su contenido, que es eminentemente HUMANISTICO”.

# Nota publicada en la revista Movimiento Continuo número 2, agosto de 2007.