Fue el quinto día del quinto mes de 1951, cuando la revista Tackle estuvo en las calles por primera vez. La publicación fue la tercera en la Argentina dedicada al rugby, tenía una frecuencia semanal y en sus páginas figuraban las crónicas de los partidos jugados el domingo anterior en todas las divisiones.

Los que hacían la revista eran diez amigos que usaban seudónimos, el de Guevara era Chang-Cho, derivado de Chancho, apodo obtenido por la desprolijidad de su aspecto.
"Atalaya y las terceras", fue el primer artículo firmado por Chang-Cho y salió publicado en la primera entrega. Sus líneas describen lo sucedido en el torneo de 1950 de la tercera categoría, cuando Atalaya obtuvo el ascenso.

En total fueron seis las notas del Che publicadas los días 5, 12 y 19 de mayo; 23 y 30 de junio y 28 de julio. En el segundo número aparece: "Rugby en el interior", la más crítica del sexteto de textos rugbísticos del rosarino. "La mitad de los clubes tienen su nombre y el color de la camiseta como única propiedad", denuncia el texto. Guevara pone foco en la faceta social del deporte: "Quizás el punto inicial sea la falta de núcleos de población de nacionalidad inglesa en el interior". Y afirma: "No prendió el rugby entre las clases adineradas y, salvo excepciones, lo practica una pequeña burguesía, gente que puede poner mucho entusiasmo al servicio del deporte, pero nada más".

La editorial en la undécima entrega anunció que el próximo número saldría dentro de quince días acusando a la falta de papel como principal culpable. Esos quince días pasaron y Tackle no estuvo en los puestos de diarios. Roberto Guevara, hermano de Ernesto y parte del staff de la revista, aseguró: "Dejó de salir por falta de fondos". El testimonio figura en el libro "Che Deportista" de William Gálvez. Esta fue la anteúltima incursión de Guevara en el periodismo, ya que en México, durante los II Juegos Panamericanos de 1955, se reavivó su parentesco con la profesión. En el país azteca, fue el encargado de la cobertura de la competencia continental para Agencia Latina. Por entonces, el Che estaba más cerca de hacer historia como revolucionario, que de ser un cronista deportivo.

# Nota publicada por la Revista La Final del 26/09/2007 editada por Deportea
(*) Estudiantes de Periodismo Deportivo