A partir del 2000 comenzó a utilizarse el esténcil como medio de intervención urbana. Quién no vio el de Bush con las orejas de Mickey Mouse o el Ford Falcón (típicos del 76) con el epígrafe secuestro express, por alguna calle de nuestra ciudad.

Hoy día la Internacional Muralista ha copado San Telmo, Barracas y Monserrat. El objetivo de este grupo de extranjeros es convertir los frentes de locales y muros en obras de arte.

El Street Art o Arte Callejero es un término inglés, que se utiliza para describir todo el arte desarrollado en la calle, toda intervención en un espacio público. Surge en los ‘70 en Nueva York y se extiende por todo el mundo. Ciudades como Barcelona, Berlín, Londres o San Pablo son grandes exponentes de esta movida .

En Buenos Aires, esta tendencia urbana está a cargo de un grupo de artistas procedentes de Portugal, Francia, Chile y Ecuador que recorren los barrios porteños para dejar constancia de sus obras.

Con influencias que van desde el diseño grafico, la ilustración o el comic, el under, el arte pop, el hip hop o la cultura skater; utilizando técnicas de graffiti, stencil, stickers y tags (firmas), estos artistas dejan de lado los grises y transforman, en apenas unos días, una pared sucia, descascarada y sin vida en una obra llena de colores y dibujos.

Si antes la indiferencia era la norma, ahora, a partir de la intervención de grupos como Pum Pum, Doma, Fase, Bs. As. Stencil, Run Don’t Walk, Kid Gaucho, Vómito Attack y Punga, entre otros, los porteños se dejan vencer por la curiosidad, se acercan y observan. Y muchos las disfrutan.

# Nota publicada en Buenos Aires SOS (www.buenosairessos.com)