Encuentro realizado en el Centro Cultural El Surco, promovido por la Agencia Isa.

PRECIOS Y ECONOMÍA LOCAL

 ¿Qué papel jugó éste Gobierno frente a los monopolios que son el problema de la raíz de la formación de precios?

 Salvo en algunos sectores no hubo una política de regulación de precios eficiente, y hasta diría que no se denotó la voluntad ejercer algún tipo de control sobre los precios que son claves en la economía. Más bien lo que se observa es que se les dejó hacer a los monopolios, y luego sobre el precio final –en los comercios, en el margen de comercialización- se ejerció algún tipo de regulación para que no se inflaran demasiado los precios más allá de el aumento que habían sufrido los productos en términos de costos industriales.

Por esto, las políticas de precios que desde 2005 se vienen aplicando en la argentina tuvieron muy poco impacto. Porque justamente no se aplicaron a los costos. Se podría interpretar que las medidas fueron intencionalmente erróneas, muy fáciles de eludir. En definitiva la política fue que estos sectores monopólicos pudieran recuperar rápidamente ganancias después de haberla pasado mal en la década anterior por la competencia importada y que por lo tanto se consolidaran como grupos industriales. El gobierno los busco como socios para apostar al modelo.

 ¿Donde se evidencia más este tipo de política económica?

 Se ve con mayor claridad en el crecimiento de toda la cadena metal-mecánica-automotriz, en la construcción (abarcando a todos componentes de sectores: insumos, y empresas de la construcción) y por otra parte fue menos visible pero el fenómeno fue el mismo en la industria química y plásticos.

 ¿Esa política económica fue la misma para todos los sectores?

 En general sí, pero donde se dio una política distinta (sectores donde si hubo una regulación y un intento de control de precios) al menos parcialmente, con los combustibles y los privatizados. Porque digo parcialmente, porque a las refinerías y petroleras no se les permitió que aumenten libremente los precios, sino que fueron aumentos acordados y en las privatizadas se buscó un mecanismo para que desde el sector puedan ir “recuperando paulatinamente el nivel de rentabilidad” y esto no impacte sobre las tarifas finales, sobre todo en usuarios residenciales.

Por lo tanto, luego de 2004 tanto en electricidad y gas e inclusive en el agua, se permitió que se le aumenten las tarifas a las industrias. En combustibles se dio una política más difícil de identificar porque hubo cambios bastante bruscos: primero se le permitió hacer un colchón (fue uno de los sectores que empezó con los aumentos en el 2001/2 casi paralelo al boom y la devaluación. Es decir que se posicionaron en los precios relativos mejor que los demás sectores); después hubo un período de congelamiento y luego se les fue permitiendo algún aumento parcial, hasta llegar a la política actual donde se abandonaron los acuerdos explícitos. En otras palabras: no se dice que los precios de los combustibles están congelados sino que se les permiten que aumenten pero sin anunciarlo, dando marcha atrás cuando tiene mucha repercusión social. Con lo cual no se admite que aumentan los combustibles, pero todo el mundo lo sabe.

 ¿Lo que querés decir es que la política económica nacional se basó en la consolidación de los grandes grupos basada en la suba de precios y la acumulación de ganancias?

 Exacto, la política de precios buscó privilegiar la recomposición de ganancia de los grandes sectores; no se modifico para nada la estructura monopólica de la economía argentina en cuanto a quienes son los formadores de precios y quienes dominan en los sectores claves (fundamentalmente industriales y también en algún sentido mercados agropecuarios) y paralelamente se creó una alianza entre el gobierno y estos sectores monopólicos para beneficiarlos y que de alguna forma sean el motor del proceso económico.

En conclusión si en la actualidad existe una puja entre algunos de estos sectores de la economía y el gobierno no es por disconformidad de cómo se manejó la ganancia empresarial hasta ahora sino por el reclamo de reglas para el próximo periodo.

Las empresas quieren sentarse a definir tarifas, promociones, políticas laborales, etc. Por lo tanto, frente a estas elecciones el gobierno no tiene una oposición con quien pujar, sino con las empresas que quieren sentarse a discutir la proyección económica. De alguna forma a eso se refiere Cristina cuando en sus discursos proselitistas habla de acuerdo social (sentar a la mesa los empresarios con los sindicalistas y el Estado) pero no es algo que le cierre a las empresas. Ellos quieren definir las reglas de juego de antemano.

# Agencia ISa (www.agenciaisa.com.ar)