A nadie le alcanzaban los diez minutos de exposición acordados para expresar las injusticias comunes en el mapa mediático y la lista de oradores se ensanchó durante cinco horas en las que se compartió un ansiado momento de encuentro, después de cuatro años de trabajo de la FELAP.

Desde las vivencias particulares en cada país, se discutieron los retos frente al modelo de comunicación hegemónica imperialista. Varios oradores coincidieron en resaltar la paradoja de un estado de desinformación en plena revolución científico-técnica, cuando las industrias culturales alcanzan un desarrollo inédito.

“Hay que decidir hacia qué modelo de periodismo deberíamos marchar. Existen procesos políticos de cambio muy fuerte en América Latina pero la comunicación está rezagada. Hay un desprecio casi patológico por la política, no se puede renunciar a construir un proyecto de país” enfatizó el profesor de teoría de la Comunicación de la Universidad de la Habana, Raúl Garcés.

“No es una verdad relativa. Hubo 1.500.000 muertos en el genocidio armenio o no los hubo. Y hay que decidir si lo decís o lo ocultás”, expresó el joven estudiante de comunicación Nicolás Sabuncuyán, en una reflexión aplaudida por el auditorio.

También se pronunció el hermano del camarógrafo español José Couso asesinado en el Hotel Palestina por tropas de ocupación en Irak, a las que se le ha pedido captura internacional pese a que los militares norteamericanos tienen asegurada la impunidad por presión del gobierno de Bush. Es así como Javier Couso relató la vinculación entre el periodismo y la guerra, desde aquella prensa norteamericana que cuestionó Vietnam hasta estos periodistas-CNN encriptados en Irak. “En la ex Yugoslavia fue la primera vez que los medios de prensa locales se convirtieron en objetivos legítimos para las fuerzas aliadas”, dijo al refrescar la historia reciente.

Además, se denunció el incendio de una radio comunitaria en Paraguay, un costo que pagó la emisora por su apoyo a organizaciones contrarias a la enajenación de 5 mil hectáreas en manos privadas, en un país donde los diarios pertenecen en su mayoría a la oligarquía paraguaya que favorece la represión del gobierno.

Se proyectó un video que sirvió como prueba en una denuncia de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico hacia el FBI por gasear a periodistas que cubrían una protesta contra la base militar norteamericana instalada en la isla de Vieques.

Iván Canelas, periodista dirigente de FELAP y diputado por el MAS en Bolivia, describió la guerra mediática contra Evo Morales, el desprecio que existe hacia las mayorías indígenas y explicó la fuerza de las radios comunitarias locales, “el minero quiere que alguien reconozca que ellos existen. Y los medios comerciales no lo hacen”.

Por último, Isabel Moya, una cubana menuda que distendió a fuerza de buen humor la maratón de ideas, leyó un resumen de la jornada de trabajo en común que fue aprobado, sin más trámite, con una ovación.

(*) Periodista. Integrante del Observatorio de Medios-UTPBA