Durante una conferencia de prensa conjunta, los seis sindicatos de los periodistas franceses (SNJ, SNJ-CGT, USJ-CFDT, SJ-CFTC, SPC-CFE-CGC, SJ-FO) denunciaron las amenazas que se ciernen en Francia sobre la independencia de los periodistas y el pluralismo de la prensa. Según David Larbre (SNJ, mayoritario en la profesión), desde la Segunda Guerra Mundial, la situación nunca ha sido tan grave.
Los periodistas expusieron una larga lista de ejemplos que muestran la existencia de tres tendencias:

 Censura de los artículos que el presidente francés Nicolas Sarkozy considera desfavorables (como en el caso de la prohibición de publicar un artículo sobre Cecilia Sarkozy por la dirección del Journal du Dimanche o de un sondeo sobre el propio Nicolas Sarkozy cuya publicación fue prohibida por la dirección de La Tribune);
 intentos jurídicos de romper con el secreto sobre las fuentes (como en el caso del registro realizado en la sede del semanario satírico Le Canard enchaîné a pedido de los abogados del presidente de la República);
 control de Nicolas Sarkozy y de los grandes industriales con él relacionados sobre los principales órganos de prensa (llegando incluso a la nominación del director adjunto de la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy como director de TF1, el canal más importante de la televisión francesa).

El sector periodístico resulta particularmente vulnerable a estas presiones ya que la mitad de los periodistas están desempleados o sujetos a contratos de trabajo muy precarios.
Los sindicatos de periodistas recurrieron a la «ministro de la Información», Christine Albanel, quien se negó a recibir a los representantes de la profesión.