Una vez concluya ese entrenamiento, esos reclutas tendrán la misión de "abonar el terreno en sus países de origen para su trasformación en Estados musulmanes, utilizando al máximo los recursos humanos orientados a cooperar con Washington".

Oficialmente, la Casa Blanca está en contra de cualquier contacto con las organizaciones terroristas, pero además de concesiones políticas en esas conversaciones la parte estadounidense hizo un "avance inicial" por un monto de 1,5 millones de dólares para que no se emprendan acciones terroristas contra los soldados estadounidenses.

Además, los emisarios norteamericanos prometieron que el monto de aportaciones futuras dependerá del trabajo de los "socios" y del logro de resultados concretos de interés para Estados Unidos.

De palabra, Estados Unidos asegura que lucha contra el terrorismo, pero de hecho, utiliza a la guerrilla islámica en la ejecución de planes globales.

A propósito, durante una intervención ante veteranos de guerra el pasado mes de agosto en la ciudad estadounidense de Kansas, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush declaró que las tropas de su país aniquilan al menos 1.500 terroristas cada mes.

A partir de esa cifra, resulta que los extremistas abatidos rondan los 18.000 al año, o 72.000 en los cuatro años que llevan las tropas estadounidenses en Irak. ¿Y cuál es la situación real?

Pues que Ben Laden sigue vivo, y que los Talibán "pasean" por todo el territorio afgano, mientras crece la violencia y mueren civiles.

Las campañas emprendidas por Washington para establecer la democracia en Irak y Afganistán han supuesto un gasto de al menos 400.000 millones de dólares en partidas directas del presupuesto para los contribuyentes estadounidenses.

Pero la desmoralización de las tropas por las bajas diarias en Irak y Afganistán y la apatía de los jóvenes para enrolarse en el Ejército, ha obligado a la Casa Blanca a reconsiderar la capacidad combativa de sus Fuerzas Armadas. Únicamente en lo que va de año, en Irán y Afganistán al menos 800 soldados estadounidense han muerto y cerca de 3.500 resultaron heridos. En operaciones de combate en esos países el Ejército estadounidense perdió más de 160 carros blindados y 21 helicópteros.

¿Y todo esto para después de Irak y Afganistán islamistas radicales se movilicen a establecer "democracias" en alguna de las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central?

Durante una reunión con jefes militares del comando "Norte" de las tropas de Estados Unidos en Afganistán, el experto del Pentágono Raymond Millen, del Instituto de Investigaciones Estratégicas de las Fuerzas Armadas de EEUU, denunció "la interferencia de Rusia en los esfuerzos de la OTAN para establecer la democracia en Afganistán" y

afirmó que la actividad de los servicios secretos rusos en territorio afgano suponía "una amenaza a toda la misión de EEUU en la región".

A excepción de sus palabras, Millen no pudo exponer pruebas concretas de sus acusaciones. Y no obstante, aseguró que "el proceso para establecer la democracia en Afganistán no marcha por culpa de Moscú".

La aparición de comentarios de ese tipo sustentan las sospechas de que EEUU puede estar buscando un chivo expiatorio para justificar su derrota en Irak y Afganistán.

Según Millen, "la Guerra Fría no ha acabado y la confrontación entre Occidente y Rusia aumentará y cada vez será más profunda".

Con ese argumento el experto exigió en esa reunión la destitución fulminante de todos los funcionarios públicos afganos que hubieran estudiado o trabajado en la Unión Soviética, o tuviera familiares en Rusia o en otras repúblicas exsoviéticas, incluso Tayikistán, Kirguizistán, y Uzbekistán.

Según el experto estadounidense, tampoco es recomendable asignar en cargos públicos a afganos que hubieran sido funcionarios del Gobierno anterior al régimen Talibán.

Entre tanto, las tropas extranjeras con armas, pertrechos y una experiencia de combate más que suficiente, siguen acumulando años en su propósito de "establecer la paz civil" en Irak y Afganistán y no pueden lograr su cometido.

Lo que pasa es que a los pueblos no se les puede inculcar los llamados "valores democráticos" con arma y fuego.

Fuente: Heraldo de la Industria Militar N39 / Ria Novosti, 10-16 de octubre de 2007.