“A lo largo del sinuoso y duro camino que les tocó transitar, las Abuelas se convirtieron en un ejemplo de lucha. Ellas nunca bajaron los brazos, supieron sobrellevar su dolor y por eso, en estos 30 años ya han logrado recuperar a 88 de sus nietos”, recordó la UTPBA.

La incansable tarea realizada por las Abuelas desde aquel 22 octubre de 1977 tuvo a lo largo del tiempo importantes logros para su búsqueda como la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos, la Convención de los Derechos del Niño y la conformación de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad.

Llegar a muchos jóvenes que vivían –y viven- con sus apropiadores no fue una tarea fácil para las Abuelas, pero su amor y su mensaje fueron más fuerte y comenzaron a prevalecer.

Las actividades artístico-culturales como el Teatro por la Identidad y Música por la Identidad, también se convirtieron en importantes canales por los que lograron comunicarse con muchos de sus nietos quienes, en algunos casos, se acercaron con temores para contarles sus dudas.

Pese a los 30 años que pasaron, todavía queda mucho por hacer porque más de 400 jóvenes siguen viviendo bajo una falsa identidad.

Pero hoy, a diferencia de aquel 22 de octubre de 1977, son muchos los que tomaron conciencia y se acercaron a contribuir con su lucha, para recuperar a un nieto, para que la mentira no eclipse a la verdad.