El 24 de octubre, en Guayaquil, se reunió el Consejo Nacional del Movimiento Popular Democrático (MPD) para realizar un balance de los resultados obtenidos en las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente. En esta reunión, la dirigencia de la izquierda revolucionaria analizó, además, aspectos de la política nacional e internacional.

En lo político se analizó la derrota aplastante de la derecha, de la política de dominación imperialista, así como también de los partidos y las organizaciones que han estado al servicio de la oligarquía, entre ellos el Partido Social Cristiano, Cámaras de la Producción, grandes medios de comunicación (propiedad de los grupos de poder), que juntos formaron una gran empresa para tratar de preservar sus privilegios y mantener la política de la derecha, la del entreguismo y el saqueo, sobre la base de continuar usufructuando de los recursos del país.

Según Ciro Guzmán, Director Nacional del Movimiento Popular Democrático, “estos sectores han sufrido una derrota humillante y su cuota en la Asamblea es ínfima; partidos como el PRIAN, el PSC, la ID, el PRE, la UDC, fuertes representantes de la oligarquía de la Costa y Sierra, consiguieron tres veces menos escaños en relación a las elecciones últimas para diputados. Toda esta debacle es el resultado del triunfo de la otra tendencia, la del anhelo de cambio, la de la corriente democrática, progresista, patriótica y de izquierda del país; esta tendencia ha ganado, ha conquistado paulatinamente el respaldo de vastos sectores populares que quieren una transformación radical; esta corriente obtuvo el respaldo del 80% de la población ecuatoriana”.

Del balance se desprende que los triunfadores de este proceso son Acuerdo País, por el accionar coherente del presidente Correa, y el MPD, que, formando parte de esta tendencia, no ha tenido reparo en respaldar esta política que propone cambios. El partido de la izquierda revolucionaria propone, en un futuro, proyectarse a niveles más altos; esto es, la conquista de una ‘Patria Nueva’, con soberanía, con auténtica democracia, que liquide la dependencia, que consiga una sociedad de igualdad para todos; el MPD pretende guiar al país hacia el socialismo.

Sin embargo, para varios medios de comunicación fue una acción oportunista la que dio réditos al MPD; Ciro Guzmán lo desmiente y manifiesta que en ningún momento ha existido oportunismo y analiza dos momentos políticos que se han producido: el primero refleja el crecimiento de la tendencia democrática y patriótica, y el segundo destaca el protagonismo del MPD como una fuerza consecuente de izquierda; su militancia ha estado en la calle defendiendo tesis propias planteadas hace varios años, como es la eliminación del Congreso Nacional; sus diputados contribuyeron para la salida de los 57 diputados corruptos que se oponían a la Asamblea; en el Tribunal Supremo Electoral defendió la convocatoria a la Consulta Popular para la Constituyente. “Esa actitud es la que convierte al MPD, ante los ojos del pueblo, en una garantía de cambio, en la que se puede confiar; prueba de ello es su cuota de asambleístas, y la alta votación en provincias, que ubican al MPD como la sexta fuerza política, y a nivel de la tendencia de cambio como la segunda, luego de Acuerdo País”, señala Guzmán.

Otras fuerzas políticas de la tendencia como Pachakutic, que difícilmente obtuvo escaños en provincias donde antes lideraba, o el Partido Socialista (que debió aliarse con el movimiento País para alcanzar dos curules), demuestran su pragmatismo político: han privilegiado ocupar responsabilidades administrativas dentro del andamiaje del Estado, junto con varias ONGs, antes que luchar por un proyecto de cambio. “Esta coyuntura política no permite el ‘centrismo’, o se está por el cambio y se apuntala la tendencia, o se es parte de la derecha y la oposición que impide el proyecto que lidera actualmente Rafael Correa”, manifiesta el dirigente emepedista.

En la reunión de balance, los dirigentes dejaron en claro que también existen divergencias con la política que Correa impulsa; temas como la distritalidad binominal, la regionalización de las autonomías, están en la polémica, “por ser estos dos elementos antidemocráticos y por ser planteamientos presentados por la derecha, como un instrumento para resolver la crisis del Ecuador”.

El Movimiento Popular Democrático, en lo ideológico, confía en que es posible trabajar por consolidarse, por elevar los niveles de politización del pueblo y continuar con los debates sobre el socialismo; tesis que en la última campaña electoral los anticomunistas trataron de negar.

Del análisis cualitativo se desprende que los intentos de los partidos tradicionales y de derecha por incluirle al MPD en su mismo saco, el la partidocracia, y hacerle responsable, en su medida, de la crisis nacional y el accionar sucio y malsano, fueron en vano: “El pueblo es sabio y conoce que el MPD nunca ha estado en el poder y, por lo tanto, no ha traicionado a la patria; por ello el actual momento positivo del Partido; por su coherencia en el discurso y en sus acciones; por la aplicación de una política limpia y honesta en defensa de los intereses del pueblo, que defiende la soberanía y el bienestar de la ciudadanía”, afirma Ciro Guzmán.

El MPD es una organización sólida y su militancia está en todo el país; en la mayoría de provincias este partido de izquierda ocupa el tercero y cuarto lugar en Manabí, Imbabura, Cotopaxi, Cañar, Loja, Sucumbíos y Morona Santiago; en otros sectores solo o en alianza, obtuvo el primer lugar y segundo lugar.

Otra decisión del evento fue la convocatoria para el 18 y 19 de enero del 2008, de la XVI Convención Nacional del MPD, que se realizará en Quito.